En pocas semanas se cumplen seis meses del asesinato de mi esposo Ángel Eduardo Gahona López en donde mantenemos firmes los señalamientos que a este periodista lo mataron miembros de la Policía Nacional (antimontines) en Bluefields.
Seis meses en donde han inventado mil y unas historias sobre este asesinato, pero las pruebas y testigos señalan que fue un antimotín que de forma cobarde detonó el arma de fuego para callar la voz del periodista y director de Noticiero El Meridiano.
Los sandinistas son tan sinvergüenzas que cuando el hombre estaba vivo lo llamaban por teléfono (¿verdad Aranzazu Arana?) para darle a conocer las crisis, diferencias y actos de robos que hacían delegados públicos en instituciones del Estado y ahora tienen el descaro de ser cómplices de esta masacre y quedarse callados sin pedir justicia.
¿Cuántas veces instaron a mi esposo a que fuera a través de nuestro de medio comunicación que se investigará y se publicarán las patrañas y corrupciones que hacían miembros del FSLN en Bluefields?; y posteriormente los mirábamos abrazados comiendo en el mismo plato y por detrás aún se viven serruchando el piso. Manada de hipócritas.