30 de septiembre 2018
Ciudadanos autoconvocados que participarían este sábado, en Managua, una nueva protesta contra el Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, denominada "Nicaragua en rebeldía, no tenemos presidente", fueron atacados y perseguidos por la Policía Nacional, que en la víspera declaró ilegales estas manifestaciones que acusa de violencia y destrucción, en un acto que viola los derechos constitucionales a la manifestación y la reunión pacífica y ha sido criticado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH).
La Policía Nacional atacó con bombas de sonido y balas de goma. Entre los agredidos físicamente por los agentes policiales están un camarógrafo de la cadena CNN, a quien arrebataron su casco blindado, y un fotógrafo de la AFP.
Desde tempranas horas del día, agentes antidisturbios se apostaron en los alrededores de la rotonda, a la espera de que los manifestantes llegaran al punto de reunión.
Mientras las personas comenzaban a reunirse a unos metros de la Rotonda, el comisionado Fernando Borge se hizo presente para tratar de “persuadir” a los autoconvocados y que la manifestación se cancelara. Pero al encontrarse con la negativa de los presentes, llamó desde su teléfono celular a los agentes que estaban a su cargo.
Vecinos del barrio El Riguero afirmaron que algunos manifestantes se refugiaron saltando los muros de las casas. Según declaraciones de autoconvocados, la Policía capturó a cerca de una veintena de manifestantes, y se los llevaron en sus camionetas.
Por las calles del barrio, decenas de patrullas policiales, cargadas de antimotines encabezaban la persecución de los ciudadanos que únicamente portaban banderas azul y blanco.
En contraste, simpatizantes del FSLN se concentraban en la propia rotonda, bajo la protección de otros agentes, para caminar con música y banderas rojinegras hacia el acto político de Ortega.
Ortega contra la ONU
Un par de horas más tarde, también en la capital, Ortega recetó más represión y amenazas contra las protestas cívicas en su contra, durante un nuevo acto partidario. Frente simpatizantes del FSLN, Ortega criticó a la Organización de las Naciones Unidas, ante la que canceló una intervención esta semana, al Congreso de los Estados Unidos que días atrás aprobó la fusión de dos leyes que establecerán sanciones teledigiridas contra su Gobierno y entorno inmediato, y también contra la población en general que ha protestado en su contra desde el pasado 18 de abril, y que se Gobierno ha reprimido con policías y grupos paramilitares, sumando ya un saldo de 325 muertos confirmados.
"La Organización se llama Naciones Unidas pero está muy lejos de ser Naciones Unidas", clamó Ortega entre vítores de los asistentes que resistieron una fuerte lluvia.
Este sábado, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, advirtió a través de su cuenta de Twitter que "considerar responsables o exigir cuentas a organizaciones y participantes en las reuniones (marchas) por el comportamiento ilícito de otros viola las normas básicas de la responsabilidad penal y los estándares sobre el derecho a la libertad de reunión pacífica", en alusión a la nota de prensa en que la Policía Nacional amenaza con llevar "ante la justicia" a quienes han convocado y convocan a las protestas contra el Gobierno.
"Las declaraciones difundidas ayer (viernes) por la Policía Nacional generan además un efecto inhibidor en las personas que quieren libremente ejercer sus derechos a reunirse, manifestarse y expresarse", añadió la OACNUDH.
#Nicaragua: #OACNUDH advierte que considerar responsables o exigir cuentas a organizadores y participantes en las reuniones por el comportamiento ilícito de otros viola normas básicas de la responsabilidad penal y los estándares sobre derecho a la libertad de reunión pacífica (1)
— OACNUDH (@OACNUDH) 29 de septiembre de 2018
Agregó que esto se debe a que hay una "división en el planeta" donde por un lado está "la riqueza concentrada en unos pocos y por otro lado la pobreza y la miseria".
Sobre la iniciativa de ley de sanciones estadounidenses, conocida como "Nica Act", el mandatario recordó que el Congreso y el Senado estadounidenses siguen su proceso, a su juicio, "con una política de injerencia irrespetuosa de las leyes internacionales" y les advirtió de que con ese proyecto de ley van a "hacerle daño a la economía del país" centroamericano.
Ortega pronunció su discurso al final de una manifestación en su apoyo, en la que simpatizantes del FSLN y trabajadores del Estado marcharon por algunas de las principales calles de Managua.
La marcha comenzó horas después de un operativo efectuado por la Policía Nacional para disolver una protesta pacífica contra el presidente en el centro de la ciudad.
"Debemos sentirnos orgullosos de que hay una mayoría de nicaragüenses, una inmensa mayoría de nicaragüenses que está por la paz, lucha por la paz y defenderá la paz hasta las últimas consecuencias", aseguró el Ortega, ajeno a la agresión registrada por la Policía.
Exprofesores de la UNAN llaman a defender autonomía
Horas antes ¿, la estatal Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), la más grande del país, reanudó las clases, interrumpidas desde el estallido social de abril, entre la incertidumbre causada por el llamado a la desobediencia civil de alumnos que temen represalias tras participar en protestas contra el Gobierno.
Estudiantes de las facultades de Humanidades y Ciencias Jurídicas, Educación e Idiomas, Ciencias e Ingeniería y Ciencias Médicas llamaron a una "desobediencia estudiantil indefinida", que consiste en no acudir a la universidad, por razones de seguridad.
Exprofesores de la estatal UNAN-León instaron este sábado a restablecer la autonomía universitaria para garantizar "la formación integral y dignificación de los estudiantes".
"A la comunidad universitaria en particular, y a la ciudadanía en general, les instamos a dar pasos firmes para restablecer cuanto antes la autonomía universitaria", demandaron los exprofesores, entre ellos dos exrectores y varios exdecanos de la UNAN-León, quienes consideran que el actual Consejo Universitario no respeta los estatutos de la universidad.
La oficina del Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) ha responsabilizado al Gobierno de Ortega por "más de 300 muertos", así como por ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros, violencia sexual, entre otras violaciones a esos derechos.
Las manifestaciones contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, se desataron a raíz de unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario nicaragüense, que lleva 11 años seguidos en el poder.
Con información de EFE