4 de septiembre 2018
El Ejército de Nicaragua conmemoró el 39 aniversario de su fundación este tres de septiembre, con un acto presidido por el comandante Daniel Ortega y signado por la bandera del Frente Sandinista. El general Julio César Avilés ignoró en su discurso la aguda crisis política y de derechos humanos que atraviesa Nicaragua, y más bien ratificó su lealtad al mandatario y su esposa, Rosario Murillo.
“Queremos agradecerle (a Ortega) su firme respaldo para el cumplimento de todas nuestras tareas en beneficios de los nicaragüenses. Gracias compañera (Rosario Murillo) por el apoyo a nuestras gestiones”, dijo el general Avilés.
Durante su discurso, el jefe castrense ignoró por completo la crisis nacional que atraviesa el país, y que deja más de 322 muertos y un estado de terror a causa de los grupos paramilitares. Avilés tampoco se refirió a estos grupos armados ilegales a quienes por ley el Ejército debería desarmar.
En el recuento de las acciones acometidas por el Ejército en el último año, Avilés destacó la protección de “200 objetivos estratégicos vitales para el funcionamiento del país” desde el 20 de abril, cuando inició la rebelión cívica. Los militares han resguardado ciertas instituciones del Estado, y en reiteradas ocasiones han dicho que como institución se han mantenido al margen de la crisis.
“Hemos protegido 200 objetivos estratégicos vitales para el funcionamiento del país. Para evitar afectaciones suministro energía, agua potable, comunicaciones desde el 20 de abril”, aseguró Avilés. “Estamos protegiendo las instalaciones que almacenan las reservas nacionales y regionales de combustible, alimento, vacunas (…) Reforzamos los accesos inmediatos en las fronteras para evitar que crimen organizado ingrese. Unidades de batallones reforzaron fronteras”, enumeró el general de ejército.
El comandante Ortega también dio un discurso similar al de Avilés. Aunque no dejó de llamar terroristas a quienes protestan, el caudillo sandinista se mostró más sosegado en que en intervenciones públicas anteriores.
“Durante esta fase de terror, de terrorismo, el Ejército ha resguardado mas de 200 puntos estratégicos. Eso era fundamental para que luego se pudiese recuperar la normalidad en el país. De lo contrario hubiese sido imposible”, admitió Ortega.
Es la primera vez que el mandatario hace alusión directa al papel del Ejército en esta crisis nacional. “Fue determinante (el Ejército) para llegar a restablecer la paz y ponerle fin a esa espiral de violencia. Fue fundamental el resguardo, la protección del Ejercito. No solamente protegiendo fronteras del tránsito del narcotráfico sino que protegiendo las áreas vitales del país”, argumentó Ortega.
La experta en seguridad, Elvira Cuadra, dijo que las declaraciones de Ortega “constatan” un involucramiento del Ejército en la crisis en el sentido que le “está diciendo al Ejercito y al resto de la nación que cuenta con el respaldo de los militares”. “No solo en términos políticos y términos operativos”, resaltó Cuadra.
Subordinación militar
A Cuadra también le llamó la atención la conmemoración de este 39 aniversario ya que, usualmente, es celebrado “con mucho ánimo, vistosidad y orgullo”.
“Me pareció deslucida la conmemoración. Era un acto sobre todo preparado que Ortega pudiera dirigirse y confirmar la relación de subordinación que el Ejército tiene respecto a la presidencia. Los dos discursos de Avilés y Ortega fueron similares en ese sentido… no se salieron de ese marco”, comentó Cuadra.
La experta en seguridad también resaltó la presencia de la bandera partidaria en el acto de una institución con carácter nacional. “Como en dos ocasiones anteriores, una de las maneras de comprometer la imagen de la institución es con abundantes banderas del FSLN, una bandera comprometida”, dijo Cuadra.
Durante la celebración del 39 aniversario fueron ascendidos 223 oficiales, entre ellos Bayardo de Jesus Pulido Ortíz promovido como General de Brigada. El general Avilés saludó durante su discurso a los militares en retiro. Sin embargo, guardó silencio sobre el coronel en retiro Carlos Brenes y el mayor en retiro Tomás Maldonado, ambos apresados por el régimen de Ortega y acusados por “terrorismo”.
“Es una actitud bastante timorata y me parece que el Ejército ha intentando evadir su involucramiento en esta crisis política y de derechos humanos”, advirtió Cuadra. “Y sin embargo, ha terminado con un grado de responsabilidad fuerte por la omisión de sus acciones”, agregó la experta en seguridad, quien insistió que “a esta altura de la crisis”, la institución debería tener una postura clara y firme.
Según Cuadra, el Ejército también debería desarmar a los paramilitares por tres razones: Por ley, por el principio fundamental de actuación frente a la violación a los derechos humanos, y la últ