20 de agosto 2018
Los obispos de la Conferencia Episcopal manifestaron el domingo que, hasta el momento, no han recibido ningún tipo de comunicación directa por parte del Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo para reanudar el Diálogo Nacional, las negociaciones en que la Iglesia es mediadora para hallar una salida a la crisis que se ha cobrado la vida de 317 nicaragüenses según el último recuento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Desde finales de junio el Diálogo Nacional se ha visto marcado por un crisis indefinida. Sin embargo, los obispos mediadores no pierden las esperanzas en que este mecanismo siga siendo “la única vía pacífica” para ponerle fin a la crisis política que atraviesa el país, producto de la represión y la violencia.
“Estamos siempre a la espera. Se mandó una carta donde manifestamos nuestra disponibilidad de mediadores y testigos en la mesa. Esperamos iniciar cuando se considere conveniente, pero no hemos tenido respuesta hasta el momento”, explicó monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua.
Por su parte, el cardenal Leopoldo Brenes aseguró que la Conferencia Episcopal “está lista” para llamar a la reanudación del Diálogo Nacional.
"Cuando las partes nos digan que están listas para reunirse, nosotros estamos listos para convocar", dijo Brenes. No obstante, solo es una de las dos partes la que se muestra indispuesta a sentarse a dialogar: el Gobierno. La Alianza Cívica por la Democracia y la Justicia, representada por estudiantes, campesinos y sociedad civil ha afirmado en reiteradas ocasiones estar lista para continuar con las mesas de trabajo y así buscar una salida pacífica a la crisis que el pasado 18 de agosto cumplió cuatro meses.
Hace dos semanas la Alianza Cívica publicó en la plataforma change.org una carta dirigida a Daniel Ortega donde solicitan, en primer lugar, el cese de la represión y la reanudación del Diálogo Nacional. Hasta esta fecha, han firmado la petición más de 24 mil usuarios.
Monseñor Báez: “El futuro no está cerrado”
Para monseñor Silvio Báez, “el futuro de Nicaragua no está cerrado”, a pesar que el nuevo discurso gubernamental está enfocado en decir que el país ha vuelto a la normalidad.
“Basta ver el modo en que las personas se manifiestan, el valor con que se expresan en las calles, la claridad de criterio con que los ciudadanos logran leer la realidad del país, la conciencia de nación que se ha creado, la recuperación de los símbolos patrios, la dignidad ciudadana, la conciencia de que esta sociedad no solo puede sino debe ser mejor y distinta, cuando hay una población con todo estos valores, hay futuro”, agregó el prelado.
Ante los ataques del Gobierno de Ortega dirigidos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) monseñor Báez reiteró que no es la primera vez que se “descalifica” el trabajo que ha hecho este organismo en Nicaragua.
“Yo creo que son intentos desesperados de borrar evidencias que ponen al descubierto la masacre perpetrada y están usando la peor estrategia que es descalificar y denigrar, porque la CIDH es una organización de la OEA que tiene prestigio internacional, que goza del apoyo de lo todos los países”, agregó el obispo.
“No caigamos en la tentación del odio”
Por su parte, Monseñor Rolando Álvarez, obispo Diócesis de Matagalpa, invitó a los feligreses en su homilía del domingo a “no caer en la ira, el odio, la venganza” pues Nicaragua todavía vive “una batalla espiritual”.
Álvarez ha sufrido ataques por parte del Gobierno en las últimas semanas. El 11 de agosto, cuando se realizó una marcha “azul y blanco” en Matagalpa fue asesinado Lenín Mendiola en las cercanías de la Alcaldía, simpatizantes del FSLN a través de las redes sociales insinuaron que los atacantes habían salido de la Catedral de Matagalpa, cuando algunos testigos sostienen que los disparos salieron de la Alcaldía Municipal.