19 de agosto 2018
El Gobierno de Daniel Ortega, a través de la Cancillería, emitió un “informe evaluativo” sobre el trabajo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el país, calificando al organismo de presentar información “parcializada y politizada” en sus informes y los acusó de “asumir posiciones políticas” en lo que califican como un intento de golpe de Estado.
“La actuación de la CIDH en conjunto con el Gobierno de Estados Unidos y otros países, promueve maniobras políticas injerencistas, intentando desestabilizar y aislar internacionalmente a Nicaragua con el objetivo de derrocar a su Gobierno constitucional”, indica el documento emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Según el Gobierno nicaragüense, los informes y comunicados de la CIDH sobre Nicaragua son “cuestionables por su sesgo político” y porque para ellos, su metodología de trabajo “carece de todo rigor científico”.
“La CIDH manipuló la información, convirtiendo un intento de golpe de Estado en una supuesta protesta pacífica, omitiendo deliberadamente que las personas asesinadas en su mayoría son policías, funcionarios del Estado, militantes sandinistas y civiles ajenos al conflicto”, explica el informe.
Cenidh: Gobierno quiere lanzar “cortina de humo”
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) rechazó lo que consideró “afirmaciones inexactas y descalificaciones calumniosas” del Gobierno de Ortega en contra de la CIDH porque emite “una serie de insultos, afirmaciones inexactas y descalificaciones calumniosas” en contra de la labor del organismo internacional en el país.
Según el Cenidh, el informe de la CIDH “contiene evidencias sustentadas de graves violaciones de derechos humanos” cometidas durante las protestas y valoró su actuación como “eficaz y oportuna”.
El organismo de derechos humanos criticó el “lenguaje descalificador” del Gobierno contra la CIDH, “con lo cual han creído tender una cortina de humo para evadir las responsabilidades con que han incurrido al violar sistemáticamente los derechos humanos de los nicaragüenses”.
Cuestionan datos
En referencia al primer informe de la CIDH, el Gobierno afirmó que está basado “en informaciones audiovisuales y testimonios editados y manipulados por los autores y ejecutores del intento de golpe de Estado, dándole plena veracidad a los mismos, sin haberle dado posibilidad al Gobierno de Nicaragua de pronunciarse sobre tales afirmaciones infundadas”.
El Gobierno de Ortega cuestiona los informes brindados por la CIDH porque los datos recopilados, según las autoridades nicaragüenses, son editados para manipular la verdad, están parcializados a favor de los manifestantes y carecen de credibilidad.
“Los informes y comunicados de la CIDH sobre Nicaragua son en sí mismos cuestionables, por su sesgo político y la metodología de trabajo, que carece de todo rigor científico, siendo una de sus fallas más notorias la falta de verificación de la información que recibe y la utilización irresponsable de fuentes sin ninguna credibilidad”, insistió el Gobierno.
El informe evaluativo del Gobierno de Ortega es emitido dos días después que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), de la CIDH, que da seguimiento a las investigaciones de los actos de violencia, mostró su “preocupación” por la negativa del Estado nicaragüense a brindar información.
La Comisión Interamericana “desvirtúa y deslegitima su actividad y la de sus funcionarios al asumir posiciones políticas, en abierta contravención de la Carta de la OEA, el Reglamento y el Estatuto de la propia CIDH”, subrayó el Gobierno de Ortega, que exigió una actitud menos parcial del organismo.
De las 317 muertes registradas por la CIDH durante las protestas iniciadas el pasado 18 de abril, el Gobierno solo reconoce 198.