18 de agosto 2018
Carlos Hernández Bustos permanece esposado a una cama en el hospital de Granada. A pesar de estar recién operado, la Policía Nacional mantiene vigilancia en su cuarto. La institución policial lo acusa de terrorismo, robo y otros delitos, sin embargo, su esposa Mariela García expresó que el único “pecado” de su cónyuge fue negarse a formar parte de los escuadrones de la muerte (paramilitares), que reprimen a los ciudadanos que exigen la salida del presidente Daniel Ortega.
“Por eso la Policía le disparó dos balazos. Porque él se negó a andar atacando al pueblo. Y lo mismo le pasó a otros jóvenes. Les pegaron y se los llevaron presos sin tener justificación”, refirió García.
Hernández Bustos fue herido el pasado 5 de julio por oficiales de la Policía de Granada. Los agentes entraron a la fuerza a su casa y le dispararon en la pierna y en el tórax. Además de no querer apoyar a los paramilitares, los uniformados le increparon que se lo llevaban por haber incendiado la alcaldía de Granada, algo que su esposa niega por completo.
Debido a la gravedad de sus heridas, el hombre de 31 años, fue trasladado al hospital Amistad Japón Nicaragua, de Granada, siempre bajo custodia policial. En ese lugar permaneció más de un mes sin ser operado, pese a lo urgente que era su cirugía.
Además de no recibir la atención médica adecuada y de sufrir fuertes dolores y fiebres, producto de que el cuerpo médico no retiraba las balas que tenía alojadas en su cuerpo, permaneció casi veinte días esposado.
“Yo denuncié esa primera vez porque era inhumano que él estuviera así. Y se las quitaron (las esposas). Pero después de su operación, el fin de semana pasado, la Policía otra vez se las puso y esto no deja que él se recupere a como debe ser. Se le rompieron cuatro puntos y la herida se le llenó de pus. Yo pido que los derechos humanos me ayuden, él no ha cometido ningún delito y me lo tienen así”, denunció García.
Esposa es víctima de amenazas
La esposa de Hernández Bustos también informó que los oficiales la han amenazado, incluso le han manifestado que tienen una orden de detención en su contra, y de seguir denunciando, iban a apresarla.
“Yo no tengo nada, no he hecho ningún delito. Ellos lo hacen para amenazarme, para intimidarme. Por eso es que no pude tomar las fotos yo. Esas me las mandaron a mí. Si yo llego con el celular, quién sabe de qué son capaces”, agregó.
Pablo Cuevas, abogado de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), expresó que este organismo brindará acompañamiento a la denuncia realizada por García. Asimismo garantizó que realizarán una visita al hospital de Granada para corroborar el estado de Hernández Bustos.
“El señor Hernández está siendo tratado de forma inhumana. Nosotros encontramos que el único delito es no haber querido ayudar a la Policìa Nacional en acciones criminales. Por eso iniciaron una persecución, y a pesar de que al llegar a su casa lo tenían sometido, le dispararon, sin importar la vida del ciudadano. Y por si fuera poco, le acusan de delitos que no ha cometido”, indicó Cuevas.
El abogado explicó que es obligación de las autoridades policiales, preservar la integridad física y psíquica de cualquier detenido. Lamentó el maltrato que está recibiendo el hombre de 31 años y agregó que no tiene sentido que Hernández Bustos permanezca en esta situación, cuando se encuentra convaleciente.
“No tiene sentido que lo tengan esposado cuando él se encuentra incapacitado para moverse. En este tipo de situaciones las autoridades deben usar sentido comùn y tratar de vulnerar lo menos posible derechos de ciudadanos”, finalizó Cuevas.