Al menos el 90% de los negocios de Managua cerraron sus puertas el viernes siguiendo la convocatoria de un paro nacional hecha por la Alianza Cívica con respaldo de las principales cámaras empresariales, como una forma de presión para exigir a Daniel Ortega que negocie su salida pacífica del poder después de desatar la peor matanza en la historia de Nicaragua.
José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) calificó de exitosa la convocatoria. “Esto muestra por segunda vez en un mes la unidad del sector empresarial al rededor de los objetivos de cese a la represión, justicia y democratización”, dijo.
Aguerri agregó que “a pesar del esfuerzo del Gobierno al convocar a sus partidarios a hacer una caravana para contrarrestar el paro, la respuesta ha sido contundente al encontrarnos con la inmensa mayoría de los negocios cerrados”.
El viernes Managua era una ciudad desolada. Bancos, supermercados, centros comerciales, ferrterías, bares y restaurantes cerraron siguiendo la convocatoria al paro. El Estado, sin embargo, intentó mostrar una imagen de normalidad al ordenar que se mantuviera el servicio del transporte público, aunque había pocos usuarios en las paradas de la ciudad.
Las instituciones del Estado también funcionaron con normalidad durante la mañana, incluyendo las oficinas de Migración, aunque lucían vacías, en contraste con días anteriores, cuando han sido desbordadas por miles de nicaragüenses que intentan tramitar sus pasaportes para dejar el país por la profunda crisis que ha dejado 264 fallecidos.
En mercados capitalinos como el Mayoreo y el Oriental, las principales distribuidoras también cerraron sus puertas. La terminal de buses del Mayoreo lucía casi vacía, con un pequeño grupo de pasajeros. En este mercado abrieron principalmente comercios que ofrecían verduras y frutas. En el Oriental, sin embargo, el paro fue casi total, dijo la comerciante Irlanda Jerez, quien calificó de exitosa la iniciativa. “Sentimos que se sumó más gente que en el paro anterior. No hay nadie en el mercado, solo la gente de seguridad de las tiendas, porque los propietarios tienen terror a los saqueos”, dijo Jerez.
Muchas de las grandes empresas que por razones contractuales no pueden cerrar sus puertas (como las que están adscritas al régimen de zona franca, que tienen contratos de exportación que cumplir); o los bancos, cuyas licencias de operación les impiden cerrar ‘porque sí’, al final sí cerraron y se sumaron al paro.
Es el caso de empresas situadas en Niquinohomo, así como en el parque industrial ‘Las Mercedes’, en Managua, cuyos administradores prefirieron dejar libres a sus trabajadores, ante el clima de inseguridad que se vive en el país, especialmente exacerbado por la realización de un ‘repliegue’ parcial hacia Masaya.
Por su parte, los bancos Banpro, Lafise, Avanz, Bac Credomatic, Ficohsa y BDF, aprovecharon sus perfiles en las redes sociales para informar al público que “por razones de seguridad” para sus clientes y colaboradores, no abrirían este viernes 13, pero sí el sábado 14, invitando a hacer sus transacciones en línea.
Las actividades económicas y comerciales también fueron paralizadas en las principales ciudades del país. En León, el exdiputado liberal José Pallais, dijo que la respuesta leonesa al llamado al paro nacional fue “un éxito”, porque se observó “un cierre casi total, de más del 90% de todas las actividades”.
“Lo que vimos es solo comparable a un Jueves Santo, cuando el comercio cierra por la devoción de Semana Santa. Esta fue una paralización similar: comercio, bancos, pulperías, supermercados, empresas de servicio. La ciudad se veía totalmente muerta, sin presencia de ciudadanos en las calles, y muy poco tránsito”, añadió.
Pallais saludó la decisión de los ciudadanos, de encerrarse en sus casas para demostrar su descontento con esta situación y exigir un cambio a través de este paro. “Para cualquier observador sería evidente el rechazo y repudio al gobierno de Ortega y Murillo”, aseguró.