11 de julio 2018
Pese a la agresión física y verbal que sufrieron el pasado lunes en Diriamba, los obispos nicaragüenses seguirán mediando en el Diálogo Nacional, porque aseguran que confían en hallar una salida pacífica a la crisis sociopolítica que sufre Nicaragua, que ha dejado al menos 250 muertos confirmados desde abril pasado.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua en pleno acordó este martes continuar como garantes en el Diálogo, iniciado el 16 de mayo pasado, porque "seguimos creyendo que el Diálogo es el camino para superar la violencia" en este país centroamericano, dijo el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez.
"No nos retiramos pese a la hostilidad del Gobierno", sostuvo Báez, uno de los obispos agredidos y uno de los más influyentes en Nicaragua.
Los Obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua hemos decidido hoy seguir prestando el servicio que el gobierno nos pidió como mediadores y testigos del Diálogo Nacional. Con el mismo entusiasmo y la misma entrega. Próximamente llamaremos a las sesiones plenarias.
— Silvio José Báez (@silviojbaez) 11 de julio de 2018
El religioso exhortó a los nicaragüenses a tener fe y esperanza en que la paz se alcanzará usando métodos pacíficos.
"Por tanto, no abandonaremos el diálogo", afirmó Báez, al salir de un encuentro del pleno del Episcopado.
A esa conclusión llegaron los obispos tras una reunión por más de seis horas que se celebró en el Seminario Nuestra Señora de Fátima, en Managua, presidida por el cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes.
El Episcopado convocará a finales de esta semana a la reanudación del diálogo, dijo, por su lado, el obispo de la diócesis de Jinotega, Carlos Herrera.
La Conferencia Episcopal suspendió este lunes las mesas de trabajo creadas para superar la crisis en el país debido a la agresión física que sufrieron los religiosos en una basílica en la ciudad nicaragüense de Diriamba, 42 kilómetros al sur de Managua.
Ese día, un grupo de parapolicías irrumpió violentamente en la basílica menor de San Sebastián, donde agredieron a los obispos y a periodistas, entre ellos el nuncio apostólico Stanislaw Waldemar Sommertag, el cardenal Brenes y el obispo Báez.