9 de julio 2018
Turbas y paramilitares del régimen de Daniel Ortega agredieron a obispos de la Iglesia católica, defensores de derechos humanos y a periodistas independientes, quienes viajaron este lunes a Diriamba, a 45 kilómetros de Managua, a participar en una misión de los religiosos para mediar ante los ataques perpetrados este domingo en esa ciudad, y que dejaron al menos once muertos.
El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, fue herido en su brazo derecho con una cuchilla. "Gracias a Dios hemos podido llegar a Diriamba y sacar a las personas que estaban en la basílica como rehenes. Lo que nosotros hemos sufrido no es nada comparado con lo que ha sido víctima la mayoría de los nicaragüenses", dijo Báez, , quien cuenta con medidas cautelares por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Asediado por una turba enardecida que quería ingresar a la Basílica San Sebastián en Diriamba, fui herido, golpeado en el estómago, me arrebataron las insignias episcopales y agredido verbalmente. Estoy bien gracias a Dios. Se liberó la basílica y a quienes allí estaban. pic.twitter.com/9qTgugBjic
— Silvio José Báez (@silviojbaez) 9 de julio de 2018
A Báez lo acompañaba el cardenal Leopoldo Brenes, el nuevo nuncio del vaticano Stanislaw Waldemar Sommertag, y otros sacerdotes.
Los religiosos llegaron a la Basílica Menor de San Sebastián, donde desde este domingo estaban atrapados y asediados manifestantes y médicos voluntarios. La mañana de este lunes los paramilitares y las turbas cercaron el templo. El acoso no cesó cuando llegaron los obispos. A monseñor Báez le gritaban “asesino”. Los prelados se resguardaron en la sacristía de la iglesia, donde luego de varios minutos las turbas lograron entrar.
Junto a los obispos estaban miembros de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, específicamente los miembros de la mesa de Seguridad y Verificación, que está supuesta a velar por la seguridad en los territorios.
Monseñor Báez y el cardenal Brenes se mantuvieron al pie del asedio en la sacristía. Pero las turbas empujaron tanto que desencadenaron el caos. El reportero de 100% Noticias, Jackson Orozco, fue herido. Les robaron su cámara de filmación. El camarógrafo de nuestra redacción de Esta Semana y Confidencial, Ricardo Salgado, también recibió golpes en su abdomen y su cara para despojarlo de su cámara.
Colegas del diario La Prensa y Canal 12, y el fotoperiodista Marvin Recinos, de AFP, también fueron atacados y despojado de sus equipos y algunos objetos personales.
El régimen celebró la “liberación” del departamento de Carazo, que llevaba más de un mes en rebelión con un tranque. La “operación limpieza” fue letal este domingo y el asedio continuó la mañana de este lunes, por lo que los obispos decidieron viajar a Diriamba a tratar de pacificar la ciudad, como lo hicieron el pasado 21 de junio en la ciudad de Masaya. Monseñor Miguel Mántica también fue agredido en Diriamba
Álvaro Leiva de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) estuvo en el ataque y reportó robos y agresiones masivos.
Los habitantes de los municipios de Diriamba, Jinotepe y Dolores, en Carazo, despertaron este domingo entre confusión y balas. Eran las cinco de la mañana cuando grupos de paramilitares junto a patrullas de la Policía Nacional entraron de forma simultánea por diferentes puntos, incluyendo el mar, para “barrer con los tranques” de este departamento, uno de los últimos en ser atacado, y también uno de los más severos e incómodos para el régimen. Cuando las campanas de las iglesias sonaron, se confirmaron todos los temores del ataque, que dejó al menos once asesinados, la mayoría jóvenes, decenas de heridos, detenidos y torturados.