27 de junio 2018
La situación de Nicaragua a causa de la crisis que suma más de dos centenares de muertos fue calificada como "preocupante", por la representante de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Alicia Londoño.
"La situación es muy preocupante, esperamos el cese de la violencia", dijo Londoño a periodistas, después de sostener un encuentro con representantes de organizaciones humanitarias y movimientos de la sociedad civil.
En el encuentro, el equipo de la ACNUDH fue informado sobre las ciudades que más han sufrido la represión del Gobierno de Daniel Ortega y los diferentes tipos de violación a los derechos humanos.
"Fue una sesión muy introductoria, informativa, pudimos presentar distintos aspectos de la problemática del país, nos vamos alentadas porque ellos van a estar durante el tiempo que sea necesario", dijo a periodistas la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez.
La exposición de las organizaciones nicaragüenses fue ajustada a la versión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que recientemente responsabilizó al Gobierno de Ortega de graves violaciones a los derechos humanos.
Las violaciones incluyen "asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias cometidos en contra de la población mayoritariamente joven del país", según la CIDH, lo que fue rechazado por el Gobierno de Nicaragua.
"Seguimos buscando mecanismos cívicos y pacíficos"
"También hablamos del montaje de delitos inventados, y de que la presencia de la OACNUDH es un triunfo, porque muestra que seguimos buscando mecanismos cívicos y pacíficos para enfrentar a la dictadura", dijo la activista Haydée Castillo.
Londoño afirmó que en esta primera etapa de la visita, que se extenderá hasta el fin de semana, la labor de la OACNUDH es exploratoria, para luego definir el rol que tomará.
La OACNUDH se encuentra desde el martes en Nicaragua por invitación del Gobierno de Ortega, como una exigencia del Diálogo Nacional, por parte de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, con el apoyo del Episcopado, que actúa como mediador.
La misión de la ACNUDH se sumó a la de la CIDH y se espera que ambas ayuden a garantizar el cese de la represión por parte de Ortega, así como realizar las investigaciones para que se haga justicia con las víctimas mortales, heridos, reos y desaparecidos, de acuerdo con los miembros de la Alianza Cívica.
Nicaragua lleva más de dos meses sumergida en la crisis sociopolítica más sangrienta desde los años de 1980, con Ortega también como presidente.
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.