7 de mayo 2018
Tras un minuto de silencio en memoria de los asesinados en las protestas de abril en Nicaragua, inició en República Dominicana la sesión "Denuncias de violación de derechos humanos y criminalización de personas defensoras en el contexto de las industrias extractivas en Nicaragua", desarrollada en el marco de la 168 período de audiencias de la CIDH.
En cinco minutos concedidos de forma extraordinaria a Marcos Carmona, director de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), el defensor aseguró que en Nicaragua "no hay seguridad jurídica, existe deterioro de los derechos humanos, hay falta de Estado de derecho y una indefensión total".
Ante los comisionados y relatores especiales de la CIDH, Carmona lanzó "un SOS por Nicaragua": "Nicaragua hoy está de luto, está de duelo, producto de una masacre indiscriminada que han perpetuado agentes de la Policía, con grupos paramilitares afines al Gobierno y todo con el respaldo de el Gobierno de Nicaragua. Tenemos un Gobierno intolerante que no respeta los derechos humanos de los y las nicaragüenses, no era dispersar una protesta, era matar al nicaragüense", afirmó.
Carmona, quien asegura que la cifra de muertos es de 59 –CONFIDENCIAL ha confirmado 46--, resumió lo sucedido durante las protestas y recalcó que, según sus investigaciones, los asesinados con armas de fuego fueron "ejecutados por tiro de fusiles AK, pistolas 9 mm y perpetrados en su cabeza y en su pecho". Agregó que muchos de los fallecidos, "pudieron haberse salvado", si hubiesen recibido atención médica en hospitales en los que se rehusaron a atenderlos.
Él recopiló testimonios y pruebas que dejó a las autoridades de la CIDH, quienes reafirmaron que para ellos "es importante recibir información de lo que está sucediendo" y que están "pendientes" de la situación de Nicaragua.
¿Qué ha solicitado la CIDH al Gobierno de Nicaragua?
El tres de mayo la CIDH, órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), anunció la instalación de una "Sala de Coordinación y Respuesta Oportuna e Integrada", para "dar especial atención a la situación de derechos humanos en Nicaragua". También solicitó al Estado nicaragüense "realizar una visita para observar en terreno la situación de derechos humanos en el país.
El primero de mayo, a través de una misiva, el Gobierno respondió pidiendo "aguardar el avance de los procesos internos", que consisten en la mesa de Diálogo Nacional y la “Comisión de la Verdad, Justicia y Paz”, creada por la Asamblea Nacional.
La CIDH ha insistido en que esta Comisión debe ser "independiente y autónoma" y que "el diálogo que se establezca sea inclusivo y creíble por parte de todos los sectores". Además, se ha ofrecido a "apoyar el proceso".
A ellos, el Gobierno también les informó sobre un "Comité de Víctimas", conformado por la Procuraduría General de la República, que servirá "para recibir las denuncias, investigar, determinar responsabilidades y establecer los castigos y las reparaciones que establece la ley". Eso acompañando las indagaciones que hará el Ministerio Público.
Estas y otras iniciativas del Estado tendrán el seguimiento de la CIDH, que urgió que sean "desarrolladas de acuerdo con los estándares internacionales en materia de derechos humanos".
“La CIDH reitera al Estado de Nicaragua su llamado a realizar una investigación pronta, exhaustiva, independiente e imparcial sobre los hechos de violencia sucedidos y la conducta policial durante las manifestaciones, sea por acción u omisión, y establecer las sanciones correspondientes", sentenció en un comunicado publicado en su portal web.
"La silla vacía es muy elocuente"
Con lazos negros en el lado izquierdo del pecho como señal de luto, ambientalistas y pobladores de zonas mineras en Nicaragua, denunciaron el asedio y acoso que sufren por parte de las empresas mineras, en complicidad del Poder Judicial y la Policía Nacional. "Nos sentimos inseguros en nuestro propio país", "han comprado las conciencia de las autoridades", "nos han quitado la paz, la tranquilidad", fueron algunas de sus aseveraciones en la sesión que originalmente era dedicada a ellos, pero que se saltó los protocolos para darle un espacio a Carmona.
"En Nicaragua, alzar la voz ante la injusticia, nos cuesta la vida, nos está costando sangre", lamentó una de ellas.
El Estado de Nicaragua tenía derecho y deber de réplica, pero los delegados no se presentaron y enviaron su posición sobre el tema de la sesión a través de un correo electrónico. "La silla vacía es muy elocuente", recalcaron desde la CIDH.