22 de abril 2018
El papa Francisco declaró este domingo estar "preocupado" por la situación en Nicaragua y, tras el rezo del Regina Coeli ante miles de fieles en la Plaza de San Pedro, pidió el "fin de la violencia" en el país.
"Estoy preocupado por cuanto está sucediendo en estos días en Nicaragua, donde, tras una protesta social, se han producido enfrentamientos que han causado algunas víctimas", dijo el pontífice.
"Manifiesto mi cercanía en la oración a ese amado país y me uno a los obispos en el llamamiento a que cese toda violencia, se evite un inútil derramamiento de sangre y las cuestiones abiertas se resuelvan pacíficamente y con sentido de responsabilidad", agregó Jorge Bergoglio.
Miles de personas se manifestaron el sábado en la salida sur de Managua con banderas de Nicaragua y carteles en rechazo a las reformas a la seguridad social, después de que el presidente del país, Daniel Ortega, aceptó revisarlas en una mesa de diálogo con los empresarios en un intento por desactivar la crisis.
El obispo auxiliar de la arquidiócesis de Managua, Silvio Báez, uno de los más influyentes de Nicaragua, calificó el sábado a los estudiantes que protestan contra el Gobierno como "la reserva moral que tenemos".
Se unen al llamado de Francisco
El clero nicaragüense se unió a la preocupación del papa Francisco sobre la crisis que vive Nicaragua a causa de las protestas contra el Gobierno y reiteró su apoyo a los manifestantes.
"El papa Francisco se ha expresado hoy muy de mañana preocupado por la situación del pueblo de Nicaragua (...) y nosotros nos unimos al papa en esa preocupación (...) aunque muchos quieran sembrar el odio y la represión, no estamos solos", dijo el rector de la catedral metropolitana de Managua, Luis Herrera, durante la homilía dominical.
Los obispos de las arquidiócesis de León y Granada, Bosco Vivas y Jorge Solórzano, respectivamente, se expresaron este domingo de manera similar en mensajes emitidos por el Canal Católico de Nicaragua, al que el Gobierno había suspendido la señal el viernes pasado.
El obispo Sócrates René Sándigo pidió a las autoridades nicaragüenses "abrirse a la sabiduría y a la sensatez".
Los templos católicos que han servido de refugio para los manifestantes, en especial universitarios, han sido blanco de ataques armados por parte de la Policía.