22 de marzo 2018
El discurso en que la embajadora de Estados Unidos, Laura Dogu, describió la situación de Nicaragua como "incierta", por las decisiones que han adoptado los líderes nicaragüenses, y por el entorno internacional, evidencia un “deterioro” en las relaciones de Nicaragua con Estados Unidos, opinó el excanciller Francisco Aguirre Sacasa, en una entrevista en el programa televisivo Esta Noche.
Aguirre Sacasa considera que el génesis de esta tensión en las relaciones entre ambos países, fue la expulsión de tres funcionarios norteamericanos del país en el 2016. La situación no mejoró ese año con la decisión del comandante Daniel Ortega, de no permitir observación electoral de ningún tipo en esas elecciones presidenciales.
“Desde ese momento Nicaragua empieza a vivir y a sentar las bases para un deterioro serio, en las relaciones con los Estados Unidos y ahora estamos llegando a las etapas finales que se van a complicar aún más con esta Cumbre de Las Américas en Lima”, afirmó Aguirre Sacasa.
La embajadora Dogu se refirió sobre las sanciones que aplicaron a Roberto Rivas, todavía presidente del CSE, a través de la Ley Magnitsky, y del proyecto de Ley Nica Act, el cual se encuentra en proceso legislativo.
Sobre este punto Aguirre Sacasa explicó que, si bien no existe una aprobación de la Nica Act en el senado, todavía hay suficiente tiempo para ratificar esta ley, y la presencia del senador Robert Menéndez, es una clara señal de que el Gobierno del presidente Daniel Ortega, no puede cantar victoria.
La posición de Washington
El mensaje diplomático de Dogu ha tenido una amplia repercusión en Nicaragua y plantea nuevas interrogantes sobre el futuro de la relación bilateral con Estados Unidos. El excanciller considera que el discurso ofrecido la semana pasada no fue concebido de forma personal, sino que es parte de un mensaje que ella recibió y que, por instrucciones del Departamento de Estado, debía transmitir para reflejar la posición del Gobierno norteamericano.
En el mensaje de la embajadora hay una insistencia sobre la falta de reformas electorales creíbles en Nicaragua y también sobre la ineficacia de la Organización de Estados Americanos (OEA).
“Lo que ella (Dogu) dijo en cuanto a la inoperancia de la misión de la OEA coincide con la opinión que existe en Washington, y hablo del grupo latinoamericanista de las personas que están en el Congreso norteamericano y en la administración de los Estados Unidos”, afirmó Aguirre Sacasa.
En Washington existe la idea –que es cada vez más fuerte– de que el escudo de la OEA en Nicaragua, era una medida táctica para ganar tiempo y evitar que se conociera que los ejes que Estados Unidos está impulsando en Nicaragua (democracia representativa y fortalecimiento institucional), no son genuinos.
La embajadora también se refirió, especialmente, a los costos políticos que está pagando Nicaragua por mantener relaciones diplomáticas con Abjasia y Osetia del Sur, las naciones separatistas de Georgia alineadas con Rusia. Al respecto el excanciller explicó que Dogu quería hacer referencia a que Estados Unidos tiene muchos instrumentos a su disposición para premiar o sancionar a Nicaragua por su comportamiento en temas internacionales.
“En el fondo era un intento de decir a los sectores nicaragüenses, incluido el sector privado y toda la gran familia, de que Estados Unidos está actuando dentro de una camisa de fuerza que los obligará a tomar ciertas medidas, si nosotros en el ámbito internacional, no tomamos posiciones conforme con estas preocupaciones norteamericanas”, consideró el exfuncionario del Gobierno.
Aguirre Sacasa expresó que el discurso brindado por Dogu, ante un auditorio del sector empresarial, no solo iba dirigido a ese sector, sino a todos los nicaragüenses, incluyendo a Ortega.
La cumbre de las Américas
El nexo existente entre Ortega y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, también está contribuyendo al malestar que hay en Washington con Nicaragua. Este martes Cayetana Aljovín, canciller peruana, afirmó a una emisora local que su Gobierno había recibido cartas de los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Nicaragua, Daniel Ortega, que le solicitan reconsiderar la decisión de que el mandatario venezolano, no participe de la cumbre de las Américas del 13 y 14 de abril en Lima.
Para el excanciller Aguirre Sacasa el cabildeo que está realizando el presidente Ortega por su homólogo venezolano, no contribuye en nada a las delicadas relaciones con Estados Unidos, incluso, manifestó que el mandatario sandinista debe decidir qué tipo de relación quiere tener con su socio comercial más importante.
“Debe decidir si está interesado en mantener una relación con los chingastes que quedan del ALBA o si quiere enfocarse pragmáticamente en lo que más le conviene a Nicaragua, que es una mejoría en la relación con Estados Unidos, que tiene que pasar por un fortalecimiento incuestionable del Estado de Derecho y la democracia representativa en Nicaragua”, argumentó Aguirre Sacasa.
“Hay que tomar en cuenta que la nominación que hizo el presidente Trump de Mike Pompeo como nuevo secretario de Estado, que tiene el respaldo y acceso al presidente de Estados Unidos, es un claro mensaje de que este departamento de Estado se va a convertir en un vehículo de política exterior, como lo fue en el pasado”, finalizó el excanciller.