7 de diciembre 2017
La zona noroeste de Los Ángeles vive este jueves una jornada de angustia con cuarto incendios que obligaron a cortar carreteras, cerrar escuelas y a evacuar a miles de personas, tras quemar decenas de edificios, incluidas mansiones millonarias del barrio de Bel Air, en Beverly Hills. Desde que se tiene registro, este ha sido el peor año de incendios forestales en California.
Las condiciones de un terreno muy seco y la fuerza de los vientos, con rachas de hasta 50 kilómetros por hora, alimentan con fuerza unas llamas que amenazaron el Museo Getty, que se vio obligado a cerrar, tal y como sucedió con un tramo de unos 15 kilómetros de la siempre congestionada Autopista 405.
El fuego alcanzó además varias viviendas del adinerado barrio de Bel Air, incluida una mansión de 30 millones de dólares del magnate de los medios de comunicación Rupert Murdoch, según NBC News, y la densa columna de humo se dejó ver tras el icónico cartel de Hollywood.
El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, informó en rueda de prensa de que las llamas en el sector de Bel Air se han extendido a 150 acres (60 hectáreas), lo que triplica la superficie afectada cuando se desató esta pasada madrugada en una zona en la que trabajan 350 bomberos.
Otros tres incendios avanzan con fuerza en Los Ángeles
Este incendio, que ya superó en total los 11.300 acres (4.576 hectáreas), ha obligado a la evacuación de más de 100.000 residentes, causó la destrucción de al menos 30 casas y obligó a docenas de escuelas a permanecer cerradas.
Igualmente, otros tres incendios en el condado de Los Ángeles avanzan con fuerza impulsados por los "Vientos de Santa Ana", propios de esta temporada del año.
El más poderoso de los incendios comenzó en la tarde del lunes en el condado de Ventura, a unos 100 kilómetros al noroeste de Los Ángeles, y ya sobrepasó los 65.000 acres (26.325 hectáreas).
Este fuego, que obligó a evacuación de los residentes de más de 50.000 viviendas, llevó a las autoridades locales a decretar el toque de queda para proteger a los residentes y prevenir actos criminales.
Peligrosas condiciones climáticas empeorarían panorama
Según informó el Departamento de Bomberos del Condado de Ventura (VCFD), cerca de 1.800 efectivos luchan contra unas llamas que amenazan 12.000 estructuras, aunque más de 150 quedaron ya calcinadas.
Las propicias condiciones climáticas continuarán al menos hasta el viernes sobre la mayor parte de los condados de Los Ángeles y Ventura, proyectó el Servicio Nacional Meteorológico (NWS) de EE.UU.
De acuerdo con el NWS, este jueves se esperan "condiciones climáticas peligrosas y extremadamente críticas para el fuego a lo largo de una amplia porción del sur de California" .
Robert Welsbie, portavoz del VCFD, aseguró a Efe que enfrentan "condiciones extremadamente difíciles" en el terreno, especialmente por los vientos y el clima seco.
Según el capitán, las dificultades de acceso y la fuerza de las llamas, entre otros factores, han impedido contener el voraz incendio que ya "saltó" la Autopista 101 y llegó a sectores de la costa del Pacífico.
El presidente Donald Trump envió a través de su cuenta de Twitter un mensaje de aliento a los damnificados: "Nuestros pensamientos y oraciones están con cada uno de los afectados por los incendios forestales de California".
El gobernador de California, Jerry Brown, declaró el estado de emergencia en los condados de Ventura y el de Los Ángeles e insistió a los residentes de estas zonas en la importancia de evacuar las áreas de riesgo.
"Es crítico que los residentes estén listos y evacúen inmediatamente si se les indica hacerlo", advirtió hoy Brown en un comunicado.
Por su parte, la Agencia de Gestión de Desastres Naturales (FEMA, por su sigla en inglés) anunció hoy la asignación de subsidios federales para ayudar a combatir estos incendios.
Este ha sido el peor año de incendios forestales desde que se tiene registro en California, debido especialmente a los 250 registrados en octubre pasado en varios condados al norte del estado y que asolaron buena parte de las reconocidas regiones vitivinícolas de Napa y Sonoma.
Estos fuegos costaron la vida a 44 personas y destruyeron cerca de 8.900 viviendas y estructuras, según el recuento final de Cal Fire.