Guillermo Rothschuh Villanueva
26 de noviembre 2017
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Después de dos años regresé a Santo Domingo de Chontales para indagar las transformaciones ocasionadas por la explotación minera a cielo abierto
Guillermo Rothschuh con un grupo de estudiantes de Geografía, en Santo Domingo, Chontales. Confidencial | Cortesía | Revista Éxito
A los alumnos de Geografía Política 2017,
Universidad de Ciencia y Tecnología (Unicit).
Después de dos años regresé a Santo Domingo de Chontales, con un grupo de veinticinco estudiantes de Geografía Política de la Universidad de Ciencia y Tecnología (Unicit), para indagar las transformaciones sociales impulsadas por B2 Gold y las alteraciones medioambientales y geográficas ocasionadas por la explotación minera a cielo abierto. En diciembre de 2015 lo hice con alumnos de la Universidad Americana (UAM), con el mismo propósito. La primera constatación salta a la vista: La 4 y el cerro La Pipilacha han desaparecido. El dirigente campesino, Líder Amadeo Díaz, fue tajante al expresar: “Los beneficios que deja son muy pocos, en comparación con los daños que ocasiona”. Un argumento generalizado. Tres dirigentes campesinos adujeron lo mismo. Los beneficios no se perciben.
Para tener una dimensión aproximada de la cantidad de tierra arrasada por B2 Gold, Boanerges Luna, directivo del Movimiento Salvemos Santo Domingo, sostiene que cerca de 134 mil toneladas fueron extraídas de los cerros. Si en algo coincide Santos Orozco Mairena, funcionario municipal, con el dirigente de Salvemos Santo Domingo, es en no dar crédito a los supuestamente 90 mil árboles, que dice haber sembrado B2 Gold, para compensar la deforestación ocasionada por las actividades mineras de orden industrial. En una ocasión yo quise examinar uno de los viveros creados para la reforestación —apunta Orozco Luna— y no me dejaron ir más allá de la parte frontal. Después de más de un quinquenio los árboles todavía no se ven crecer por ningún lado. B2 Gold usa a los estudiantes para realizar esta labor.
Para corroborar las modificaciones derivadas de la explotación minera, bastaría comparar mapas a escala de 2010 y de 2017 del municipio de Santo Domingo, elaborados por el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter). ¿Están disponibles? Sería a través de este mecanismo científico, que el país podría comprobar la tragedia. Un antes y un después del aterrizaje de la empresa minera canadiense, dando inicio a la explotación minera a cielo abierto. Las tomas realizadas por Ineter mostrarían de manera diáfana las heridas y desaparición de los cerros. Las quebradas que han dejado de correr y la deforestación del bosque. ¿Qué medidas piensa tomar el gobierno para contener las secuelas de la minería a cielo abierto, una vez suscrito el Acuerdo de París, sobre el cambio climático?
Solo se necesita caminar por las calles de Santo Domingo, para percatarse que la pobreza persiste en la ciudad. Las promesas de un futuro mejor solo es un eslogan. La actividad minera sigue su curso y la inconformidad social reaparece como resultado de las ofertas incumplidas. El ejemplo de los habitantes de Rancherías, en Matagalpa y en Santa Pancha, León, están presentes en el imaginario de los santodomingueños. Esperan muy poco de las autoridades municipales. Permanecen incrédulos. Las razones que ofrecen reafirmando su interés por evitar mayores daños a los infligidos hasta ahora por la explotación minera, los consideran simples pretextos. Nunca se han puesto al frente de una marcha, jamás los hemos visto dando declaraciones acuerpando al Movimiento Salvemos Santo Domingo.
El argumento esgrimido por Santos Orozco Mairena no deja de ser válido. El encargado de la Oficina de Acceso a la Información Pública (OAIP), considera que siendo Santo Domingo y La Libertad una región minera, las modificaciones al medio ambiente originadas por la minería artesanal, no tienen comparación alguna con los efectos medioambientales provocados por la minería a cielo abierto. Los daños ocasionados por B2 Gold son de una magnitud incalculable. En los últimos siete años que tienen de estar explotando el oro, las destrucciones superan con creces lo que los guiriseros —pequeños explotadores en el argot minero— han ocasionado en centenares de años. Una verdad aplastante. Aunque ambas actividades son perniciosas para la salud y el medio ambiente.
No hay manera de equiparar ambas acciones. Cada día existe mayor conciencia de esta realidad, más allá de la especulación en el precio de la tierra. Algunos ganaderos y productores —ligados a su entorno— están empecinados en no vender sus propiedades. Otras desean sacar el mayor rédito posible. El productor Isabel Trujillo insiste, que más temprano que tarde, todos tendrán que unirse. Especialmente los ganaderos. Las afectaciones que sufre la ganadería son evidentes. El rio Sucio desemboca en el Siquia y la contaminación de sus aguas perjudica por igual a la ciudadanía. No es un asunto solo de productores y ganaderos. Todos tenemos que tomar conciencia —expresó Trujillo— de lo viene ocurriendo desde hace varios años. Sueña con un pueblo unido. Defendiendo su terruño.
Para Orozco como para Horacio Lazo, los impuestos que paga B2 Gold son migajas. Apenas es el 1% frente a los millones de dólares que percibe la empresa a través de la operación minera. Los temores de los pobladores se han acrecentado. Los habitantes de los barrios Carlos Fonseca, Jalteva y Jabalí, se encuentran sumamente preocupados. Las explosiones de dinamita han producido fracturas en los pisos y paredes de sus casas. Los reclamos son respondidos con tácticas dilatorias. Los funcionarios de B2 Gold los atienden —señaló Orozco Mairena— con la intención de ganar tiempo, sin jamás paralizar sus trabajos. Si las autoridades municipales están conscientes de estas maniobras, ¿a qué obedece que no actúen en consonancia con sus responsabilidades edilicias? ¿Qué esperan?
El rechazo generalizado que provocó en diferentes organizaciones ambientalistas, la derogación del decreto 76–2006, relacionado con el Sistema de Evaluación Ambiental y la sustitución que fue objeto con la promulgación del decreto 15–2017, mantiene igualmente preocupados a los santodomingueños. Sienten que su situación es frágil. Orozco Mairena teme que las nuevas disposiciones jurídicas se conviertan en una puerta abierta, para otorgar más autorizaciones sin que medie ningún estudio de impacto ambiental. Un duro revés para la protección de los intereses de la ciudadanía. Sergio Ríos, presidente de la Cámara Minera de Nicaragua (Camenic), sostuvo que todo aquello que facilite las actividades de inversión debe ser bienvenido. Opinión rechazada por los santodomingueños.
La complicidad de la inmensa mayoría de periodistas chontaleños con B2 Gold, forma parte de la estrategia impulsada por la compañía minera canadiense. Su silencio lastima. La mediatización salta a la vista. El mecanismo al que recurren es similar al que ensayan con los directivos de las dos radioemisoras que operan en Santo Domingo. Anuncios en abundancia. El comportamiento de Radio Estéreo La Purísima y Radio Luz y Libertad, resulta inexplicable. Algo impensable. Las emisoras son propiedad de las dos organizaciones religiosas más importantes de Nicaragua. La Purísima de la iglesia católica y Luz Libertad de religiosos evangélicos. El sometimiento de sus políticas informativas resulta insultante. Se comportan como si fuesen sordos, mudos y ciegos. Cero críticas. Cero cuestionamientos.
Los santodomingueños sienten como un golpe inmerecido, la devastación del cerro. La Pipilacha, el más alto del municipio. Se lamentan por la desaparición de criques y quebradas, las migraciones definitivas de algunas aves y el miedo que el barrio Jabalí, sucumba ante la voracidad de B2 Gold. Un sentimiento generalizado. Todas estas redefiniciones geográficas y medioambientales son el resultado de las acciones desarrolladas por la empresa minera. En la mente de los pobladores de Santo Domingo, todavía persiste la presencia de los antimotines, debido a su oposición a la minería a cielo abierto. Venciendo el temor, han decidido celebrar una marcha el 9 de febrero de 2018, para conmemorar el quinto aniversario de las represalias prohijadas por B2 Gold. Una decisión hecha pública a través de los medios.
Santo Domingo continúa siendo un pueblo empobrecido, las secuelas que deja la actividad minera a cielo abierto, son incurables. Ante la inminencia de la marcha, Isabel Trujillo, sueña que en algún momento los sacerdotes católicos asuman posiciones explícitas a su favor. Yo deseo que el ejemplo de los pobladores de Rancherías sirva de estímulo para nosotros. Luego añadió, espero que la actitud asumida por el obispo Rolando Álvarez, sirva de ejemplo. Ojalá que organismos internacionales, opuestos a la minería a cielo abierto, hagan algo por nosotros. Necesitamos su apoyo. Nuestra lucha es legítima. Tal vez en esta ocasión los religiosos acompañan a los santodomingueños en la marcha. La alcaldía municipal continúa recibiendo 800 mil dólares anuales, entregados generosamente por B2 Gold.
Pese al letargo y claudicación de la mayoría de los medios nacionales y chontaleños, los defensores medioambientales encuentran cabida en algunas radioemisoras, diarios y estaciones televisivas. Radio Corporación mantiene abierto sus micrófonos para que formulen sus denuncias y hagan sentir su voz. El diario La Prensa no ha cejado en informar sobre las protestas realizadas por los pobladores de mina El Limón y continúa informando de la oposición a la minería a cielo abierto. Jackson Orozco, periodista–conductor del programa televisivo, Primer Plano Económico (Canal 15—100% Noticias), entrevistó a Olman Salazar, para que diera a conocer las actividades de contención que desarrollará el Movimiento Nacional Ambientalista Frente a la Minería Industrial, conformado hace cinco meses.
La revista Confidencial por su parte publicó un artículo de Adelmo Sandino. Con datos sobre la mesa, el especialista en análisis presupuestario, al referirse a los dividendos que deja la minería, ratifica lo expresado por los campesinos y productores santodomingueños. Utilizando cifras oficiales, deja al desnudo al emperador: “La retórica del Gobierno y de las cámaras empresariales es que la minería genera progreso, desarrollo, bienestar al país y a los municipios mineros y es lo que necesitamos para salir de la pobreza, mientras las estadísticas oficiales reflejan que la minería en su conjunto no genera ni el uno por ciento de los empleos formales, ni el dos por ciento del PIB, ni el dos por ciento de la recaudación de impuestos, siendo un sector poco conectado con el resto de la economía (principalmente la minería metálica)”. ¡Para qué más!
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Comunicólogo y escritor nicaragüense. Fue decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Centroamericana (UCA) de abril de 1991 a diciembre de 2006. Autor de crónicas y ensayos. Ha escrito y publicado más de cuarenta libros.
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