13 de octubre 2017
Una nueva reforma a Ley Orgánica del Poder Legislativo, que amplía el control de su presidente Gustavo Porras, fue aprobada este martes por unanimidad, bajo el argumento de fortalecer el ordenamiento administrativo del Parlamento.
En la práctica, la reforma cede a Porras la facultad de crear o eliminar las direcciones de área, nombrar o destituir a sus titulares y crear o modificar los órganos auxiliares sustantivos y de apoyo, que antes hacía la Junta Directiva.
También, deja a discreción de Porras el nombramiento de los secretarios o asesores de las Comisiones y elimina a la Secretaría Ejecutiva, encargada de las normas de transparencia administrativa y del control financiero de la Asamblea.
Perfil: El interventor de Murillo
Desde que asumió la presidencia de la Asamblea en enero pasado, Porras ha despedido a seis directores y subdirectores de área y a unos dieciséis empleados, a pesar de que prometió estabilidad laboral en el Parlamento.
Porras ha tenido una meteórica carrera política, desde que lideró las temibles asonadas del FSLN en los noventa, estableciéndose como un superministro de facto.
El eterno secretario general de la Federación de Trabajadores de la Salud (Fetsalud) —al igual que Daniel Ortega lo ha sido del FSLN—, y dirigente del Frente Nacional de los Trabajadores (FNT) —que actúa como brazo sindical del FSLN— es quien ha ejecutado las órdenes presidenciales en los Ministerios de Salud y Educación, el Ministerio de Economía Familiar, Comunitaria, Cooperativa y Asociativa (MEFCCA), el Instituto Nacional Tecnológico (Inatec), Turismo, Trabajo y Agricultura.
Además, en coordinación con el también médico Roberto López, con quien comparte una estrecha amistad, Porras dirige los hilos del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), que según investigaciones periodísticas ha otorgado préstamos millonarios para la adquisición de medicinas a una empresa que dirige una vecina que trabaja para él.
Reportaje: Los anillos del poder
Electo unánimemente por un plenario que el nueve de enero sesionó sin energía eléctrica, Porras está calificado como una ficha fiel de la primera dama y vicepresidenta Rosario Murillo, y junto con el secretario de la Alcaldía de Managua, Fidel Moreno — también subordinado inmediato de Murillo—, Porras se encarga de supervisar los programas sociales de impacto político que ejecutan distintos ministerios con las estructuras territoriales del FSLN, como el Bono Productivo, Hambre Cero, Usura Cero, Plan Techo y Calles para el Pueblo.
Otra de sus funciones es representar “los intereses de los trabajadores” en el Sistema Nacional de Producción, Consumo y Comercio, que coordina los acuerdos entre el gobierno y el sector privado. Una instancia técnicamente presidida el presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN), Ovidio Reyes, y el Ministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta, en la que Porras representa el mando político de Murillo, a pesar de figurar como un miembro más junto a otros funcionarios públicos.
La reforma anterior a la Ley Orgánica, en noviembre de 2014, actualizó 66 de sus 192 artículos, incluyendo el proceso para destituir diputados por “transfuguismo” político, argumento bajo el cual se destituyeron a 28 diputados opositores en julio de 2016.