14 de julio 2017
La Unión Aduanera entre Guatemala y Honduras dio paso a una nueva región económica centroamericana. Esta alianza representa casi el 40% de la economía del istmo, el 40% de su población, y el 45% del Producto Interno Bruto (PIB) de la región.
Esta Unión Aduanera entre Guatemala y Honduras permitirá tener un territorio aduanero único, con libre tránsito de mercancías, un arancel externo común frente a terceros, la eliminación de puestos fronterizos internos, y la implementación de aduanas periféricas.
En esta primera fase, lo que hacen Guatemala y Honduras es determinar no solo el intercambio comercial, sino qué fronteras, puestos fronterizos y unidades de mercancías entrarán por uno u otro territorio, dijo en el programa televisivo Esta Noche, Henry Thompson, experto en integración centroamericana.
El modelo de unión aduanera es una aspiración desde 1960, y se tuvo que esperar hasta la semana pasada para que entrara en vigencia. Los primeros tres puestos de control están en El Florido, Agua Caliente-Corinto y Entre Ríos.
La Unión Aduanera ofrece como primera ventaja para realizar un tránsito interior, que comúnmente se conoce en Europa como “mercado interior”. Una vez dentro, permitirá trasladarse con una declaración única que va integrada con la de tránsito y la factura comercial.
“A la hora que yo llego a ese territorio, inmediatamente entro y me desplazo, ya sea para uno o para el otro lado, sin mayor problema. No estamos hablando solo de la mercancía que se produce en ambos países, sino lo que ha sido importado de terceros países pero que tienen el mismo arancel a pagar, el derecho arancelario a la importación”, explicó el experto.
De las implicaciones comerciales a los obstáculos
Para Thompson, antes de conocer cuáles son las implicaciones comerciales de la Unión Aduanera para Nicaragua, se debe analizar qué mercancía y qué tipo de producto se comercializa en el país de forma intracomunitaria. Es decir, tener a mano lo que se envía a Honduras y Guatemala.
“Sobre esa base, se tiene que determinar qué productos, que nosotros comercializamos con mayor frecuencia hacia allá, quedaron excluidos del libre tránsito, porque si están excluidos no es atractivo para nosotros. Existe un acápite que nombra cuáles mercancías no gozarán del libre comercio, o del libre tránsito en un momento determinado”, explicó Thompson.
La alianza entre Guatemala y Honduras es un avance en el crecimiento económico en la región. Sin embargo, pareciera que existen varios procesos a diferentes velocidades, porque todavía no termina de concretarse la Unión Aduanera Centroamericana.
Thompson afirmó que los obstáculos para que se concrete una alianza que incluya a los países del área se derivan de determinados componentes gubernamentales y de grupos económicos que sienten que las mercancías de nuestro país son mejores que las que ellos tienen en sus propios territorios.
“Todo lo que estamos exportando al norte se nos está bloqueando. Nosotros platicamos con los propios técnicos en las reuniones intracomunitarias y nos dicen que hay momentos determinados en los que tienen presión de esos grupos económicos para que paralicen nuestra mercancía”, destacó el experto.
Mario Arana, gerente de APEN, dijo que impulsó esta integración en su etapa como funcionario público, no obstante, encontró mucha resistencia, específicamente de Costa Rica.
“Siempre eso se ha convertido en una traba y al final te preguntas: si los presidentes y la voluntad política siempre están ahí, por qué en las declaraciones esto no se termina de concretar”, cuestionó Arana.
El gerente de Apen coincidió con Thompson en que existen obstáculos técnicos que se deben trabajar, pero especialmente obstáculos políticos, pues existen grupos de interés, que son influyentes en las presidencias de algunos países.
“Te tenés que preguntar qué hay detrás de la actitud de Honduras con respecto a la carne y a los lácteos. Obviamente intereses proteccionistas. Entonces esos son los problemas que tenemos. Todos estamos de acuerdo en que queremos la libre movilidad de bienes, la eficiencia que pudiésemos ganar en nuestras economías, pero todavía no ocurre”, indicó Arana.
La posición de Nicaragua
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, dijo a los medios de comunicación de su país que habló con Salvador Sánchez Cerén, presidente de El Salvador y con su homólogo Daniel Ortega, para convencerlos de las bondades de la Unión Aduanera. Afirmó que Ortega alentó al ministro Orlando Solórzano, del Mific, para que le informara cómo avanza el proceso en el resto de Centroamérica.
Con la Unión Aduanera, Guatemala y Honduras, son considerados como el primer territorio aduanero único en América, en donde el 75 por ciento del comercio bilateral tendrá libre tránsito.
El presidente del Cosep, José Adán Aguerri, felicitó el pasado miércoles en conferencia de prensa a los presidentes de Honduras y Guatemala por haber conformado la Unión Aduanera. “Esperamos que se alcancen resultados positivos muy alentadores en materia de tránsito de personas y facilitación comercial; se espera que se reduzcan los costos logísticos entre ambos países en 25 por ciento como resultado de su implementación”, dijo Aguerri, sin mencionar cuál es la posición de Nicaragua respecto a la nueva alianza.
Lo que sucede, según el experto en integración Thompson, es que la Unión Aduanera no depende de un solo país, sino del resto de naciones. La concreción se dio entre Guatemala y Honduras, y lo primero que debe hacer el país es observar qué de lo que ellos están materializando nos conviene.
Onel Pérez, director ejecutivo de la Cámara Nicaragüense de la Carne (Canicarne), manifestó que no existe todavía una fecha definida para que el país comience los procesos de adhesión a la Unión Aduanera, pues esto dependerá de la ligereza en que trabajen el Cosep y el gobierno.
Pérez agregó que esta alianza entre Honduras y Guatemala, sumado a una futura relación estrecha con El Salvador y Nicaragua, tendrá un beneficio importante no solo para la economía del país, sino de toda la región.
El bloqueo de Honduras para algunos productos del mercado nicaragüense también supone otro obstáculo para formar esa integración entre los cuatro países.
Sobre este punto, Pérez consideró que la adhesión de Nicaragua vendría a poner punto final al tema de los bloqueos que tienen algunos productos como la carne o leche.
“Vendría a solucionar ese problema. Por eso es tan importante que Nicaragua dé ese paso y lo va a dar”, estimó el director de Canicarne.
“Como país, tenemos la ventaja de que el presidente del Cosep, José Adán Aguerri, es también presidente del Comité Centroamericano de Integración Económica (CCIE), así que él asiste a todas las reuniones que tienen que ver con modernización de pasos fronterizos, y ha empujado para que Nicaragua pueda participar de esa iniciativa”, dijo Sergio Maltez, presidente de la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin).
El industrial apoya la idea de que Nicaragua se una a la Unión Aduanera, pues de nada sirve que el país modernice sus fronteras con Costa Rica.
“El sector industrial es muy importante en cada país de Centroamérica, y hemos empujado este tema con el apoyo de la patronal de cada país. Tanto en las reuniones de presidentes, como de ministros, se asiste para tener mayor influencia y exponerles la problemática: no es posible que en Costa Rica tengamos 1 a 2 kilómetros de furgones intentando cruzar las fronteras. Eso tal vez era aceptable hace 60 años, pero no en nuestro siglo”, remató el directivo de Cadin.
Rumbo a un CA-4 aduanero
Thompson opina que si bien hay oportunidad de integración, lo que todavía no existe es un atractivo económico real, porque Nicaragua no conoce cuáles de sus mercancías no están en esa lista que hicieron Honduras y Guatemala.
“Si yo me subo al tren debo conocer esto. Porque una vez en él me toca cumplir con el resto. Hay una serie de medidas sanitarias, que son lo que se conocen como obstáculos al proceso de comercialización en un país determinado”, continuó el experto.
Respecto a la futura integración de Costa Rica y Panamá a esta Unión Aduanera, Thompson consideró que es más probable que suceda primero una alianza entre estos dos, porque son más afines entre ellos que con los demás países. Citó como prueba, el proceso de ‘agilización y paso fácil’ que se anunció el mes pasado.
Los expertos coinciden en que lo más seguro es que se termine formando un CA-4 aduanero tal y como sucedió con el CA-4 de tránsito, que iniciaron Honduras y El Salvador. El país cuscatleco comenzará pronto con el proceso de integración y todo indica que Nicaragua se incorporará después.
“Hace tres meses se dio una orden de que nosotros estamos como observadores de la Unión Aduanera, haciendo los análisis correspondientes para determinar dónde deben hacerse los cambios para que entremos todos a ese primer vagón, porque nosotros somos competitivos”, agregó Thompson.
La eficiencia de la operación comercial para el importador significará bajar un proceso de importación de tres días a un día y medio, tal y como ocurre en el CA-4. Para el Estado se traducirá en la incorporación inmediata y determinada de todos los aranceles al momento de la importación.
Lo que se podrá hacer en el borde fronterizo con Guatemala, se podrá efectuar en Honduras. Esto traerá mayor dinamismo y agilidad, pues la mercancía que salga desde cualquier país, ya no tendrá la necesidad de pasar por ninguna frontera, sino directamente al barco para la exportación definitiva.
Por otro lado, la recaudación tributaria del Estado no se vería afectada, pues lo primero que se determina es la mercancía intracomunitaria producida en el área común de todos los países.
La mercadería que viene de terceros mercados cambiará el sitio donde pagará el impuesto. En este sentido, existirá una baja en la recaudación, pues existirán dos condiciones: primero deberán ser aranceles iguales y segundo, ningún otro país recibirá el Derecho Arancelario a la Importación (DAI), porque será un territorio común.
“Pero tampoco es que cuando entro aquí, aquel me lo tiene que mandar de regreso, ahí pierdo el DAI. Eso podría ser dentro del comercio intracomunitario un 15% o un 25%, suponiendo que llegáramos a un 30% de recaudación que habría que ver cómo se recuperaría. Entonces ahí jugamos con el principio de rotación de las mercancías. A mayor rotación de mercancía entonces no te va a afectar porque lo recuperarías vía IVA, porque a mayor exportación tenés mayores divisas recaudadas”, explicó el experto.
Mientras Nicaragua se decide, el sector exportador e importador tiene puestas sus esperanzas en algo más inmediato: la modernización de los puestos fronterizos, y la simplificación de trámites en ambas fronteras, para agilizar el paso de personas y mercancías.