5 de mayo 2017
La Asociación de Padres de Familias con Hijos con Discapacidad “Pipitos” y la Fundación Teletón (FUNTE), oficializaron este jueves el fin de una relación laboral de diecisiete años. Ambas organizaciones trabajaban en la coordinación para recaudar donaciones y financiar centros de rehabilitación (manejados por Los Pipitos) para la niñez discapacitada.
“En los últimos años esta alianza fue abandonado su origen y ocurrió que FUNTE quiso entrar en el ámbito de Los Pipitos, dijeron que las obras y los programas eran de ellos”, explicó Leonor Gutiérrez, fiscal de la junta directiva de Los Pipitos.
El origen al que se refiere Gutiérrez data del año 2000, cuando Los Pipitos propusieron al Club Activo 20-30 Managua, propietario de la marca Teletón para Nicaragua, realizar un evento de recaudación en beneficio de los programas de rehabilitación para niños con discapacidad.
La primera y segunda colecta fue exitosa. En el año 2003 la Asociación y Club Activo 20-30, acordaron firmar un acuerdo en el que se permitía el uso de la marca, pero a nombre de una tercera organización, que en este caso fue FUNTE. Cada una de las tres partes tendría un trabajo específico: Club Activo 20-30 pondría la marca, FUNTE se encargaría de recaudar y administrar el dinero y Los Pipitos ejecutaría los proyectos.
“La función de FUNTE era de recaudador y administrador, no de ejecutor. Ellos quieren entrar en nuestro ámbito y a esto sumamos la cantidad desproporcionada del 40 por ciento del total de lo recaudado en el evento anual, que según ellos necesitan para gastos administrativos y de organización del evento. Es decir que si se recolecta un millón, 400 mil se destinarían para estos pagos. Esto es un sin sentido”, afirmó Gutiérrez.
En este contexto Los Pipitos no aceptaron firmar un nuevo convenio porque consideraron que FUNTE debía actuar solamente como recaudador y administrador, tal y como lo hicieron en el pasado y como dice el convenio original que firmaron.
A través de una carta dirigida a la Fundación el 24 de abril de 2017, la Asociación solicitó una rendición de cuentas, el nombramiento de una comisión liquidadora, la devolución de activos y pago de pasivos laborales como parte de la liquidación, además del finiquito de relación contractual entre Los Pipitos y FUNTE.
“Esta crisis se la hicimos ver de todas las maneras. Ahora en esta separación exigimos que liquidemos hasta la fecha lo que tenemos. El contrato dice que todo lo recaudado es para uso exclusivo de los programas de Los Pipitos. FUNTE nos tiene que entregar los ocho centros que están a su nombre. El contrato es claro. Además, FUNTE nació sin capital y no puede apropiarse de la donación. Ellos no han puesto un peso, fue el pueblo de Nicaragua”, agregó la fiscal de la junta directiva.
El desalojo
José Evenor Taboada, presidente de FUNTE, respondió a la carta enviada por la Asociación, y dijo estar “sorprendido” por todas las peticiones, además argumentó, en el mismo documento, que la Fundación no tenía que entregar nada a Los Pipitos, pues estos “han recibido recursos de FUNTE, que al cesar la relación, deberá restituir para que podamos continuar sirviendo a la rehabilitación de la niñez”.
Ruth Elizondo, tesorera de Los Pipitos, aseguró que FUNTE no tiene por qué quedarse con los ocho centros de rehabilitación. Destacó que la Fundación entró al convenio con los bolsillos vacíos y consideró injusto que se adueñen del patrimonio que corresponde a Los Pipitos, producto de las colectas que se han realizado desde hace años y que, según el acuerdo, debe pasar de forma exclusiva a Los Pipitos.
“FUNTE nos dijo que ante la inminente ruptura de esta relación, debíamos desalojar los centros”, aseguró Elizondo en una conferencia de prensa la mañana de este jueves.
Este mismo jueves, el presidente de FUNTE, negó en otras conferencia de prensa que existiera una petición de desalojo y aseguró en varias ocasiones que esto era falso. Sin embargo, una carta en poder de Confidencial, comprueba que Taboada sí solicitó que el personal de Los Pipitos se fuera de los centros de rehabilitación.
“Le solicitamos la desocupación de los centros propiedad de FUNTE que ocupa personal de Los Pipitos en Villa Reconciliación, Ciudad Sandino, Chinandega, Ocotal, Rivas y Juigalpa. La entrega ordenada y programada de los Centros y su equipamiento que realicen, nos permitirá mantener sin interrupciones la operación de cada uno de esos centros”, dice parte del documento fechado el 26 de abril y firmado por Taboada.
Durante la conferencia, el presidente de FUNTE afirmó que la atención que brindan los centros de rehabilitación, propiedad de la Fundación, no es solamente para los niños de Los Pipitos, sino para otros que no están afiliados a la Asociación.
Lo que Taboada no mencionó, fue que los centros de rehabilitación, si bien son legalmente de FUNTE, desde su construcción han sido administrados y manejados por trabajadores de Los Pipitos y son ellos quienes al final terminan atendiendo a esa población que no pertenece a la Asociación.
El documento en poder de Confidencial en el que se solicita el desalojo a Los Pipitos comprueba esta información. “… los centros propiedad de FUNTE que ocupa personal de Los Pipitos”, dice una de las líneas.
Durante la conferencia Taboada defendió el 40 por ciento de gastos operativos que utilizan del total recaudado. “Es un 17.9 por ciento de servicios personales, 7.19 de servicios básicos y el resto (14.91) se usa para el montaje del evento. Sin el evento no sería posible la recaudación, yo no sé de dónde quieren ellos que saquemos el dinero”, manifestó.
También dejó clara la posición de FUNTE de no entregar ningún centro a Los Pipitos, y destacó que no tomarían acciones legales ni acudirían a ningún árbitro para solucionar este asunto, pues esperan que a través del diálogo lleguen a un acuerdo satisfactorio, que ponga por delante el interés de los niños con discapacidad.
La Asociación, sin embargo, se adelantó a los hechos y hace una semana envió una queja al Ministerio de Gobernación para que “devuelvan” lo que supuestamente pertenece a Los Pipitos.
“Sí fuimos notificados por gobernación. Esperamos llegar a acuerdos que no afecten a la niñez. No hemos asistido a ese llamado (de gobernación), pero vamos a ponernos de acuerdo para saber cuándo nos reuniremos”, continuó Taboada.
El presidente de FUNTE manifestó que si Gobernación decide que en bien de los niños los centros se transfieran a Los Pipitos, siempre y cuando exista un dictamen y garanticen fondos para seguir atendiendo los ocho centros, la Fundación entregaría todo, pues sería secundario el tema de la propiedad.
“Lo que no queremos es lamentar luego que los niños necesiten la mano amiga de Teletón para pagarle a médicos, especialistas. Nosotros hemos venido realizando un buen trabajo con la niñez nicaragüense”, refirió Taboada, quien defendió que los estados financieros de FUNTE están auditados y se han presentado todos los años.
“No me pueden decir que no hemos presentado estados de cuenta ni que no nos han auditado. Eso si no pueden decirlo”, aseguró.
A la conferencia de prensa asistió Leonel Bendaña, representante de Club Activo 20-30. Este respaldó el trabajo que ha realizado FUNTE y lamentó el conflicto que existe con Los Pipitos, asegurando que espera se solucionen los problemas.
Bendaña manifestó que de no llegar a ningún acuerdo, es probable que Club Activo 20-30, forme una alianza con otra organización que tenga una visión más amplia y que se preocupe por resguardar a la niñez nicaragüense.
“Todavía no sabemos qué proyecto es del cual formaríamos parte, pero hay muchos en mente. Podría ser con FUNTE o con otro”, afirmó Bendaña.
La ruptura de la relación entre Los Pipitos y FUNTE mantiene en suspenso lo que sucederá el próximo año. Los escenarios son varios: el primero es que Club Activo 20-30 y FUNTE firmen un convenio para continuar organizando el Teletón, esta vez sin Los Pipitos. El segundo es que existan dos eventos. Uno de FUNTE y Club Activo 20-30 y el otro de Los Pipitos. El tercero es que exista una reconciliación, sin embargo, este último es muy poco probable que se cumpla.