1 de abril 2017
Diez meses después de ser expulsados del país sin razón lógica aparente, regresaron los inspectores de la Alianza Aduana-Sector Privado contra el Terrorismo (C-TPAT por sus siglas en inglés), lo que debería volver a ‘aceitar’ parte del mecanismo exportador hacia Estados Unidos.
La expulsión provocó un incidente diplomático con Estados Unidos y un clima de tensión con el congreso norteamericano que se agravó cuando el gobierno decidió cerrar el espacio político democrático al ilegalizar a la oposición en junio del año pasado.
Los inspectores son empleados de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, que implementa el C-TPAT, y vienen al país para inspeccionar a las empresas aquí, lo que les da un ‘pase de entrada’ al territorio estadounidense, mientras las demás tienen que esperar su turno para ser inspeccionadas en las fronteras.
Luego de ese largo impase, el regreso de los inspectores sirvió para continuar la tarea que habían dejado inconclusa al momento de su expulsión en junio de 2016: la certificación de una empresa adscrita al régimen de zona franca.
“Esto representa un beneficio que impulsará las exportaciones nicaragüenses a Estados Unidos”, dijo Aguerri, al celebrar que se pudiera normalizar el trabajo que realizan esos funcionarios de la Aduana estadounidense.