16 de febrero 2017
Del abordaje inapropiado de un tema, de suyo importante para la sociedad, a veces resulta un debate real que logra superar la iniciativa confusa que por interés adverso algún sector pone en el tapete sin percatarse de sus alcances. En nuestro caso, César Zamora, a nombre de la cámara de generadores eléctricos, anunció irreflexivamente, por más de dos años, que con un nuevo pliego tarifario propuesto por él se reducirían las tarifas a los clientes regulados. Obviamente, son los contratos de los generadores los que más inciden en los costos energéticos, no el pliego tarifario actual, que contablemente es consecuencia objetiva en gran medida de dichos costos contractuales.
Evidentemente, el pliego tarifario actual, que debió ser modificado desde 2004, luego de un período de transición, fue mantenido hasta ahora por medio de constates prórrogas, a pesar que su modificación, conforme a normas, es una condición necesaria para introducir la competitividad en el mercado eléctrico, a partir de la desregulación del sector en el año 2000. En consecuencia, las tarifas continúan por usos finales, por costos contables, y con subsidios cruzados entre sectores económicos. No obstante, su modificación requiere el empleo de normas tarifarias especializadas, y el uso de teorías económicas para producir señales hacia la competencia comercial y hacia los costos eficientes.
Aprovechar la iniciativa de los generadores, para analizar los costos energéticos
No deja de causar sospecha que un sector económico interesado en vender la energía al mayor precio posible, con la mayor utilidad del inversionista, como es el caso de los generadores, se inmiscuya en las tarifas reguladas del mercado minorista, con la cual adquieren la energía los clientes cautivos de la empresa distribuidora. Es un caso del zorro que dice velar por los polluelos.
La iniciativa improcedente de los generadores debería promover, más bien, un interés sano por analizar sus contratos y el incumplimiento o menos de los requisitos técnicos establecidos en la Normativa de Operación, que regula la operación apropiada de los distintos agentes del mercado, para permitirles la conexión al sistema. En ese orden, se debe analizar, también, las deficiencias en la estabilidad dinámica del sistema de potencia, y la responsabilidad por los riesgos de falla en el suministro, y por los sobrecostos que tales incumplimientos técnicos introducen en la tarifa.
La modificación del pliego tarifario conforme a normas, corresponde a INE
Esta intervención de la cámara de generadores es abusiva porque intenta suplantar la función del ente regulador, y no sólo está al margen de la ley, sino, que pone en peligro el modelo del mercado desregulado, que debe mantener un equilibrio entre los agentes del mercado sólo si el ente regulador garantiza que ningún agente incursione en una actividad distinta a la que le compete conforme a normas técnicas y comerciales.
La iniciativa de los generadores, en un tema que corresponde a la operación comercial en el mercado minorista, no sólo debilita al ente regulador, sino, que fomenta la anarquía, ya que trastoca el orden normativo indispensable para que funcione la industria eléctrica con transacciones internas de mercado.
Asignar abusivamente los costos energéticos a los distintos consumidores
Al pretender elaborar el pliego tarifario, la cámara de generadores se atribuye la potestad de asignar arbitrariamente, sin método o norma (ya que lo haría por la libre), los costos energéticos a los distintos consumidores, con consecuencias imprevisibles, como toda acción improvisada.
Obviamente, ello constituye una amenaza extraordinariamente grave, con consecuencias irreversibles para la actividad económica en el país. Y sería causa de posibles demandas a la cámara de generadores y al COSEP, por eventuales perjuicios irrecuperables en la productividad y en la competitividad del país.
Políticas tarifarias promovidas por la cámara de generadores
A última hora, Zamora anuncia que ya no propondrá un pliego tarifario, como irresponsablemente venía anunciando por dos años, sino, que presentará únicamente políticas tarifarias. De modo, que aún persiste el intento impune de incursionar en un terreno tarifario que no le corresponde. Su campo de acción legal es, únicamente, la Normativa de Operación.
Teoría tarifaria
Antes de hablar, con alguna seriedad, de política tarifaria, es necesario hablar del pliego tarifario, y antes de ello, es necesario hablar conceptualmente de tarifas. Ponderar alguna política tarifaria al margen de una teoría tarifaria, es como elevar un barrilete sin su cola. Sin ella, el barrilete gira descontrolado y se estrella en picada.
Ya la cámara de generadores ha dado suficientes giros incontrolados. Y los periodistas se rascan la cabeza cada vez que con malicia acuden a entrevistar al vocero de dicha cámara, que se ha convertido en un personaje del folklor nacional.
La tarifa debe dar señales claras para que la operación del sistema de potencia sea económicamente óptima. En otros términos, la tarifa no es un simple resultado de costos contables, sino, que incide en la toma de decisiones tanto del comportamiento de la demanda como en las decisiones de la ampliación de la capacidad de la oferta, considerando un equilibrio entre ampliación del sistema y costo de falla, y un equilibrio óptimo entre costos de operación y costos de capacidad, a fin de garantizar matemáticamente la suficiencia financiera del sistema, con la mayor eficiencia integral de la industria a corto y largo plazo.
La cámara de generadores pretende reducir, a la brava, a 5 el número de tarifas
César Zamora anuncia que propondrá reducir el número de tarifas, de más de 60, que él afirma que existen en la actualidad, a sólo cinco tarifas. Otra vez, procederán a la brava, arbitrariamente, sin método alguno y… sin ninguna validez. Y afirma que el costo del kW será plano, igual para todos los consumidores, como si se tratara de descubrir el Precio Medio de Venta (de sobra conocido).
Con lo cual, ignoran que hablar de estructura tarifaria es igual a hablar de costos diferenciados. Y que esta diferenciación debe ser matemáticamente equitativa. De modo, que se asignen dichos costos justamente –por medio de las tarifas- a quienes los provocan con su comportamiento de consumo.
Charla de FUNIDES sobre tarifas (curvas de carga típicas del consumo)
FUNIDES promovió una charla con un profesor experto de OLADE, el pasado viernes 10 de febrero. El profesor expresó oportunamente los conceptos de microeconomía del equilibrio general (para maximizar la utilidad del consumidor), que justifica el uso teórico de los costos marginales en el diseño exitoso de las tarifas eléctricas, para inducir criterios de competitividad en el mercado eléctrico, y un uso eficiente de los recursos.
Luego, para trasladar la tarifa a una estructura o pliego tarifario, es indispensable realizar una exhaustiva campaña de medición en baja y media tensión, con un muestreo estadístico válido, propuesto y ejecutado por el distribuidor, y previamente aprobado y supervisado atentamente por INE, para determinar las distintas curvas de carga típicas correspondientes a cada tarifa del nuevo pliego tarifario. Esta campaña de medición, y sus proyecciones estadísticas, puede llevar, por lo menos, un año de ejecución.
Al final, para pequeñas, medianas y grandes demandas (en baja y media tensión), por medio de las curvas típicas de carga obtenidas se determinan los factores de utilización (pequeños, medianos y altos) de los recursos del sistema eléctrico. De lo cual, definida la curva de precio-consumo de cada demanda típica, se derivará la asignación de costos, es decir, se definirá el pliego tarifario.
Con ello, se obtienen no menos de nueve tarifas básicas, ampliadas sucesivamente con criterios de costos marginales horarios y estacionales, tarifas monomias, binomias, por bloques, de manejo de la demanda para reducir los costos de la red próxima, de cargos fijos y variables, tarifa de redes, de generación distribuida, de tipo social, etc.
Políticas tarifarias
La tarifa final es obtenida a partir, también, de aspectos de orden político, social, operacional, etc.
Las políticas tarifarias contemplan adecuadamente la teoría económica, con objetivos de eficiencia económica de primer óptimo. Pero, además de buscar la equidad, consideran también los aspectos económicos relacionados al segundo óptimo, con consideraciones respecto a la elasticidad de la demanda de los sectores electrointensivos y de los sectores de bajos ingresos.
Como puede verse, nada de ello justifica la intervención de la cámara de generadores en las políticas tarifarias del sector regulado.
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El autor es ingeniero eléctrico.