22 de noviembre 2016
La suspensión de los exámenes de admisión para ingresar a 24 carreras ofrecidas por la UNAN-Managua confirma “el fracaso de la educación” en el país, de acuerdo a dos expertas entrevistadas en el programa Esta Noche.
El Consejo Académico de esta universidad pública modificó la metodología y normativa de ingreso, que tenía como prerrequisito los exámenes en 22 licenciaturas y dos técnicos superiores. Las áreas corresponden a carreras enfocadas en Matemáticas, Física, Ingeniería Ambiental, Geografía, etc. El motivo, según el vicerrector de docencia de la UNAN, Hugo Gutiérrez, es la baja demanda de estudiantes.
“Es una medida inadecuada. No se puede tapar el sol con un dedo, ni hacer politiquería con un problema muy serio, como es la educación del país. Aunque las pruebas de admisión no eran garantías de calidad”, aseguró la experta en educación Josefina Vijil.
La especialista dijo que en estas carreras terminaban quienes no pasaban el examen de carreras más demandadas, como Medicina. Sin embargo, para ella el problema tiene una dimensión mucho mayor.
“El problema real que tenemos en Nicaragua es la calidad de la educación. Los estudiantes cursan todos los cursos y no logran los aprendizajes necesarios para vivir en el mundo, para su propio desarrollo, ampliar sus habilidades y tener una educación superior de calidad”, dijo Vijil, quien recientemente publicó un análisis de la educación en Nicaragua.
Según Vijil, la eliminación de estos exámenes se suma a la “política de promoción automática”, que, a su juicio, tampoco resuelve los graves problemas de la educación primaria y secundaria.
Vijil cuestionó que esta decisión sucede en un momento trascendental para Nicaragua: el del bono demográfico, un fenómeno que se da cuando la población en edad apta para labora supera a la población dependiente: niños y ancianos.
“Cuando deberíamos aprovechar que las jóvenes y jóvenes en edad de trabajar se formen lo mejor posible, para que puedan desarrollarse como persona, no lo hacemos. Tapamos el sol con un dedo”, dijo la experta.
Mal mensaje a la sociedad
Melba Castillo, también experta en Educación, dijo que esta decisión envía “un mal mensaje a la sociedad”, al decir que cualquier estudiante sin credenciales puede estudiar estas 24 carreras.
La experta cree que la baja demanda de estas carreras se debe al poco reconocimiento social y económico que la sociedad les asigna.
“Los estudiantes van a esas carreras, y después lo que tenemos en escuelas de secundaria son maestros que no saben enseñar. Que no aprendieron lo básico en su formación primaria y secundaria, y tampoco lo harán en la universidad. Estamos contribuyendo todavía más al fracaso de la educación”, lamentó.
Castillo se mostró alarmada en torno al hecho que todas las carreras a las cuales les quitan el examen son científicas. Para ella, es grave porque “es toda la base de la ciencia y la tecnología, en un país donde se necesita tanto, donde no hay inversión e innovación…”.
El gran fracaso de la educación
La experta Vijil dijo que esto es resultado del “gran fracaso de la educación” en Nicaragua, provocado por un problema sistémico que se repite en los últimos cincuenta años.
Entre esas debilidades, señaló, está que el núcleo más pobre de la educación no tiene acceso a la educación. Vijil dice que el sistema educativo falla en enseñar a leer compresivamente, expresar las ideas de forma oral y escrita, no promueve el pensamiento crítico, matemático, ni desarrolla el pensamiento divergente y la creatividad.
“El sistema educativo tiene una sola salida: la universidad. Y eso no es acorde con lo que Nicaragua necesita, y tampoco con las aspiraciones de todo el mundo”, sostuvo Vijil. “Tendría que tener salidas múltiples, y todas son válidas”, dijo, en referencia a la baja demanda de carreras técnicas.
Ambas expertas coincidieron que los técnicos deberían ser una prioridad en la educación, y exhortaron a superar el tabú de que un técnico es menos que un profesional de universidad.
Para ejemplificarlo, Castillo dijo que en los bancos contratan a licenciados, quienes después son capacitados por profesores de matemáticas cuando sus falencias son evidentes en el trabajo.
“Las mejores escuelas de hotelerías del mundo no son licenciados, son técnicos. Tenemos que repensar el concepto de carreras técnicas, que necesita un país como Nicaragua. La universidad debe repensarse en este país”, dijo por su parte Vijil.
Para ello, las expertas plantean un “gran dialogo nacional” que incluya a todos los sectores: gobierno, empresa privada, ONG y educadores.