Cosep demanda un "diálogo político"

Reelecto para un décimo período como presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada, COSEP, José Adán Aguerri reivindica como parte de su gestión los avances económicos del país y demanda un diálogo político para lograr estabilidad y mejorar el clima de negocios.

El dirigente empresarial reiteró que las decisiones adoptadas por el gobierno al cerrar el espacio político y eliminar el pluralismo, han generado un clima de incertidumbre para los inversionistas, cuyos efectos podrían percibirse a mediano plazo.

En el Día Nacional del Empresario, COSEP presentó un decálogo de principios democráticos, la mayoría de los cuales han sido violentados por el gobierno del comandante Ortega, ¨para señalar una ruta hacia el futuro¨,  y a finales de  septiembre, se presentará la Agenda 2,020, que incluye propuestas sobre  políticas públicas y privadas, en torno a financiamiento, gestión pública y facilitación, infraestructura y servicios, sistema educativo e innovación en la gestión empresarial.

El planteamiento del Cosep el Día Nacional del Empresario es que el país está avanzando en la economía y hace falta un equilibrio en la política. Pero el esquema político del país es cada vez más autoritario. ¿Está el Cosep proponiendo una reforma política democrática?

Nosotros hemos hecho un esfuerzo comprometidos en esos dos caminos: en la institucionalidad y  en la economía.  En el tema económico hemos asumido ese rol de liderazgo, de poder hacer planteamientos proactivos que buscan  generar acciones que se traduzcan en resultados. Muchas de estas propuestas se han convertido en resultados concretos.

En el tema institucional también hemos venido haciendo propuestas. Nunca  hemos presentado una agenda en la cual no hayamos hecho también los planteamientos institucionales que requiere el país.

Pero en el campo institucional se ha producido una regresión. Hay una estabilidad política autoritaria, con un control total de los poderes del Estado,en la que no se tolera a una verdadera oposición. Una estabilidad democrática supondría transparencia, rendición de cuentas, debate público, y eso no ocurre en el país.

Por eso hemos planteado que hemos sido exitosos en el tema económico,  pero en lo político aquí nadie ha sido exitoso, todos hemos fracasado, casualmente por eso es que hemos tenido una posición en los últimos meses, y lo que hicimos el día del empresario fue plantear cuál es ese camino, que se tiene que ver hacia el futuro.

Necesitamos que esa estabilidad política que se había venido dando, pues,  que se mantenga. Lo que se ha construido, lo que ha tomado construir más de dos décadas se puede destruir en muy poco tiempo si perdemos esa ruta, si perdemos la estabilidad política. El llamado nuestro es hacia el futuro, a entender que estamos vinculados directamente entre el tema económico y el tema político y que, por lo tanto, el diálogo necesario no solo es económico sino que tenemos que tener un diálogo en lo político.

¿Quiénes serían los actores o los participantes de ese diálogo cuando hay partidos que han sido ilegalizados desde hace varios años, y a otros recientemente se les excluyó  de la posibilidad de participar en el proceso electoral?

En el caso de los partidos políticos, efectivamente hay una  situación donde tenemos cada vez más fragmentación, de hecho,  el mismo grupo que fue sacado recientemente, ahora entre ellos mismos están teniendo división. Estamos haciendo un llamado al diálogo político, pero ni siquiera dentro de la oposición hay la posibilidad de que entre ellos mismos se entiendan. Entonces, es un tema complejo.

A nosotros nos dio fortaleza la unidad, lo que ha permitido que hoy el sector privado tenga este nivel de incidencia ha sido porque hemos estado unidos. Cuando empezamos, hace nueve años en el COSEP éramos once organizaciones, hoy  somos 24, y yo creo que si no hay esa unidad en la clase política, este esfuerzo de buscar,  que se ha manejado en diferentes esquemas,  se habla de  concertación, de diálogo, de pláticas, si no hay esa unidad también es difícil que tenga resultados.

El COSEP es el único interlocutor que este gobierno reconoce. ¿Es o no el COSEP un actor político no partidario, cuyas decisiones y omisiones tienen incidencia en la política del país?

Es difícil desligarnos obviamente. Lo que sí hemos hecho desde el año 2007 es desligarnos de cualquier tipo de apoyo a un candidato político, o un partido político.  Lo que hemos aprendido es que no podemos destruir al país para caer en ese círculo que ha sido recurrente en la historia, donde una opción política bota a otra para ponerse ella, y eso se vuelve un círculo sin fin. Tampoco podemos castigar al empleo para darle el apoyo a algún político. La realidad en todo este proceso es que no podemos desligarnos de la parte política institucional, ahí sí hemos tenido un papel que jugar y por eso asumimos también el fracaso de que no hemos visto los mismos resultados en el tema político.

[destacado titulo="Las elecciones  del seis de noviembre"]

Mujeres participan en Managua en una protesta por elecciones libres. EFE/Jorge Torres.

Sobre las elecciones del seis de noviembre, en tu discurso dijiste que  COSEP comparte la visión que tiene la Conferencia Episcopal. Los obispos dicen tres cosas: que hay irregularidades en este proceso, que hay situaciones de hecho, y por primera vez reconocen el derecho de los ciudadanos a no votar. ¿Cuál es la posición las cámaras empresariales?

Las irregularidades las hemos mencionado desde el 2009 que empezamos con las campañas públicas. Recordá que nosotros hemos mantenido una posición, desde el año 2006, de buscar entonces que tu voto valiera; posteriormente a lo sucedido en el proceso electoral del 2008 dijimos que necesitábamos un Consejo Supremo Electoral que fuera creíble.

No podemos renunciar a que ese tiene que ser el camino, por eso en el decálogo lo mencionábamos, y es un tema, para nosotros, de cara al futuro. Tenemos que entender que si nosotros no entramos a este tipo de compromisos, como nación, obviamente el riesgo es que volvamos a caer en lo que ha sido lo más común en nuestra historia.

Estas elecciones sin observación electoral independiente, sin competencia electoral, con un sistema electoral controlado por el partido de gobierno, que no adoptó las recomendaciones que hicieron observadores de la OEA, de la Unión Europea y nacionales,  ¿tendrá legitimidad lo que se perfila como la próxima reelección del presidente Ortega?

Hemos pasado los últimos cinco años leyendo en un medio, “el gobierno ilegítimo”. La realidad es que ese ha sido el gobierno con que nos ha tocado sentarnos a nosotros, ese es el gobierno que decide lo que pasa en relación a lo que nosotros demandamos o a lo que nosotros necesitamos, nos vamos a tener que sentar con el gobierno que esté,  porque las empresas no se están cerrando. Después del seis de  noviembre, van a estar abiertas, exportando, importando, necesitando permisos, necesitando respuestas, entonces en esa realidad tenemos que sentarnos con el gobierno.  Eso  no quita que sigamos  planteando lo que el país necesita para el futuro. Nosotros hubiéramos querido tener una observación nacional e internacional independiente, que no la va tener; no se ha dado una mayor respuesta a los planteamientos hechos efectivamente por la Unión Europea, por la Organización de Estados Americanos. Pero también la realidad es que nosotros el siete de noviembre vamos a tener que seguir buscando respuestas como empresas. Entonces el compromiso nuestro tiene que ir en función de ese decálogo (democrático), que sea para nosotros una bandera, un compromiso, de cara a los próximos procesos, pero sin dejar señalar que el camino para nosotros de mejorar la situación política tiene que pasar por el diálogo, no por la confrontación.[/destacado]

[destacado titulo="El clima de negocios"] 

Bayardo Arce, asesor económico del gobierno, junto al presidente del COSEP, José Adán Aguerri. Carlos Herrera/Confidencial.

Ese decálogo incluye una serie de principios y también de prácticas democráticas que existieron en este país en los últimos veinte años. Aquí hubo separación de poderes, con sus imperfecciones, pero había contrapesos, habían elecciones medianamente creíbles y también competitivas, y esas prácticas políticas han sido anuladas por una decisión desde arriba del gobierno del comandante Ortega. Entonces ¿cómo se van a hacer valer esos valores democráticos que han sido conculcados? Y la gente dice ¿quién le pone el cascabel al gato?

Durante todos estos años siempre me has planteado que debemos de hacer algo, y yo siempre he ido por otra vía. A pesar de que tal vez nosotros no hemos hecho lo que vos has planteado, eso no ha hecho que vos dejes de decirnos,  cada vez que nos sentamos,  que ese es el camino que nosotros tenemos que hacer. Entonces en ese sentido nosotros no podemos dejar de estar señalando, planteando cuál es la ruta, buscando cuál es esa mejoría en Nicaragua, desde el punto de vista institucional.

El hecho de que sepamos que efectivamente ha habido decisiones negativas o que se hayan traducido en resultados no positivos para nosotros, pues eso no quita que tengamos que seguir trabajando, planteando, buscando cómo hacer que esto se logre. Tenemos que partir de que si no hay un consenso entre los que no somos gobierno, va a ser muy difícil, por lo tanto,  que haya esa presión para que también el gobierno pueda escuchar a la otra parte.

 ¿Cómo está el clima de negocios? En junio, cuando el gobierno prohibió la  observación electoral y excluyó a la oposición en la participación electoral, eliminando el pluralismo político, el Cosep advirtió que eso podría afectar el clima de inversión a mediano plazo. Esa situación se mantiene inalterable. ¿Cuál es la versión que tienen los inversionistas?

Efectivamente, y lo reiteramos en el discurso del día del empresario, hay una situación que ha creado incertidumbre a partir del cuatro de junio por los hechos que has comentado. Desde aquel momento dijimos, van a pasar dos cosas,  una, es que va a afectar esa tendencia que llevábamos, incremental, en cuanto al clima positivo de negocios. Ya Funides presentó la primera encuesta posterior y bajó un poco el clima de confianza, bajó de 77 a 66, que es muy alto,  pero ya dejó de crecer, por primera vez desde 2009. Lo otro que dijimos, es muy difícil medir la economía, porque estas decisiones que tomamos los inversionistas alrededor de lo que te da seguridad, lo que te da certidumbre, lo comparás año con año. Entonces el otro indicador que vamos a tener que ver será a finales del año 2016, cuando veamos  cuáles son ya  los resultados finales.

Sin embargo, nosotros no vamos a dejar de buscar cómo el país crezca, que sigan viniendo empresas, que se sigan creando empresas. En el mes de agosto, tuvimos tres congresos centroamericanos en microfinanzas, en minas, en vivienda; trajimos dos misiones comerciales de Taiwán;  se desarrolló el evento de CEAL; ahora acabamos de tener una misión comercial chilena en el país, y ese esfuerzo no lo vamos a dejar de hacer porque el país tiene que crecer independientemente de la situación política.

¿Estos problemas se los  han planteado al presidente Ortega? Vos dijiste en este programa hace tres meses que estaban gestionando un diálogo con el mandatario para hablar de estos asuntos ¿Hubo  diálogo? 

Ha habido. Hemos estado con parte de estos grupos de inversionistas en reuniones con el presidente, hemos estado hablando de estos temas en la reunión que tuvimos con el grupo del CEAL, por ejemplo, se tocó este tema, se ha buscado como dejar estos mensajes.

El discurso que nosotros presentamos el día del empresario se lo entregamos al presidente y se le entregamos a la secretaria de comunicación, son situaciones que obviamente parten de que tenemos que seguir buscando,  a través del diálogo,  respuestas.

Pero no hay ninguna respuesta. Yo conversé con el presidente de CEAL, y él me expresó que en esa reunión le planteó al presidente Ortega la importancia que tiene para el clima de inversión, para la economía, el respeto a las reglas del juego democrático. Y el comandante Ortega respondió hablando de otro asunto. No contestó el planteamiento que le hicieron. 

Yo creo que como todo proceso nosotros estamos haciendo un planteamiento sistemático, este es un planteamiento que está de manera permanente en las mesas de discusión privadas que tenemos. El tema obviamente tiene importancia para el gobierno, y más en esta circunstancia donde estamos viendo una relación con Venezuela deteriorándose aceleradamente, Nicaragua necesita de que su economía se solidifique para que pueda seguir generando los recursos fiscales que el gobierno necesita. Si la economía se te cae, entonces vos no vas a poder dar respuesta a las necesidades que tenés como gobierno. Entonces, en ese sentido yo soy optimista,  de que tenemos que buscar cómo obtener en el año 2017 respuesta a estos planteamientos.[/destacado]

[destacado titulo="La relación con EE.UU."]

La embajadora Dogu dijo el día del empresario que será más difícil exportar a Estados Unidos porque prácticamente se ha paralizado la venida al país de los inspectores que realizan estas certificaciones que facilitan el trámite rápido para exportar. ¿Qué tan grave es el problema?

Ese es el problema menos grave con relación a Estados Unidos porque tenemos un espacio de dos años para que a la mayor cantidad de empresas que necesitan de estas certificaciones se les venzan sus períodos. De aquí a dos años es una empresa, únicamente, la que está siendo afectada.

Mi preocupación con respecto al tema de Estados Unidos, y se lo he planteado tanto a la embajadora como al Departamento de Estado, va más porque estemos abriendo tres flancos,  al mismo tiempo,  que están afectando la economía nicaragüense, me refiero a lo que puede ser un problema a partir ya del año 2017, con la carne y el tabaco, que se le sumen al problema del maní que ya está siendo una realidad. Esos tres temas podrían significar una amenaza, tenés ahí alrededor de 30,000 trabajadores en el caso de tabaco;  15,000 trabajadores en el caso del maní;140,000 ganaderos que le dan empleo a 600,000 personas. Entonces si desestabilizás ese esfuerzo, lo que vas a tener es un mayor riesgo de que lo que hemos venido construyendo en el esfuerzo de la alianza del progreso, con el triángulo Norte, para reducir la migración hacia Estados Unidos, y que se creen empresas que generen empleos para que no se vayan estos centroamericanos, si empezás a hacer eso en Nicaragua y creás este tipo de amenazas entonces potencializás la posibilidad de que empecés a tener este tipo de problemas, y a eso le tenés que agregar que también entonces aumentas el riesgo de que se dé el narcotráfico porque creás situaciones de desempleo que son propensas para este tipo de acciones.

¿Le preocupa el sector privado el factor político en la relación con Estados Unidos? Me refiero a la existencia ya de varias iniciativas de distintos  congresistas que quieren llevar el tema  de Nicaragua al Congreso,  y establecer condicionamientos, por el cierre del espacio político interno relacionándolo con la política de los organismos financieros internacionales. 

Obviamente nos preocupa. No quisiéramos volver a estar como estuvimos por tantos años, con una nueva especie de waiver, que esté vinculado ahora a este tipo de circunstancias. La realidad es que, como le planteamos nosotros a los funcionarios  americanos, aquí hemos construido esta relación, donde el socio más relevante de Nicaragua es Estados Unidos, hemos sido los dos sectores privados. No son los gobiernos de Estados Unidos o de Nicaragua los que han hecho que hoy tengamos que nuestro principal mercado de exportaciones es Estados Unidos, o que los principales inversionistas de este país son americanos, o que la principal fuente de los turistas que llegan, el principal origen de los turistas que llegan a Nicaragua son americanos, ese es un trabajo entre sectores  privados, no ha sido un trabajo entre gobiernos.Entonces  tenemos que evitar que se afecte esto por situaciones de decisiones de los gobiernos de turno.[/destacado]