27 de agosto 2016
Nicaragua necesita resolver una serie de problemas estructurales, administrativos y políticos para atraer más y mejor inversión extranjera, en especial en un mundo donde los países se esfuerzan al máximo para cortejar a los grandes capitales.
“Estamos en contacto con varias empresas que están considerando invertir en Nicaragua, pero les preocupa la situación de las aduanas, el estado de derecho, y el problema de la propiedad”, detalló la embajadora de Estados Unidos en Nicaragua, Laura Dogu.
Explicó que esos son siempre los problemas principales que plantean los inversionistas extranjeros, y aunque ninguno de esos problemas ha mejorado, “en los últimos meses nos han traído más preguntas sobre la situación política” del país.
Los partidos políticos y las organizaciones de la sociedad civil han denunciado en diversos foros cómo las decisiones del partido de gobierno sacaron del juego electoral al principal partido de oposición, al punto que la contienda electoral dejó de serlo.
“Si las empresas no tienen confianza, no van a poner su dinero en Nicaragua y se irán a otro país. Nicaragua tiene que competir con muchos países del mundo, porque este tipo de capital puede irse a buscar otros mercados donde haya mano de obra capacitada, que estén cercanos a mercados grandes, y Nicaragua tiene una ventaja obvia en esta área”, dijo Dogu.
Prosperidad, seguridad y democracia
La diplomática recordó que tanto ella como el gobierno de su país han dicho muchas veces que están preocupados por la situación de la democracia en Nicaragua.
“El crecimiento es importante para que haya prosperidad y seguridad, pero hay que mejorar también en cuanto a democracia. No se puede tener prosperidad económica o seguridad, si no hay democracia”, enfatizó.
Recordó que la seguridad puede ser física, lo que es muy importante -tema en el que Nicaragua tiene una situación mucho mejor que muchos otros países del área- pero las empresas que quieren invertir aquí están enfocadas en otro tipo de seguridad diferente, que es la seguridad jurídica.
“Si no hay estado de derecho, si no pueden confiar en que sus inversiones estarán protegidas bajo la ley, van a buscar otro país para invertir”, advirtió.