6 de agosto 2016
El próximo seis de noviembre –fecha prevista para las elecciones presidenciales– el presidente Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, encabezarán la boleta presidencial del oficialismo en un proceso sin competencia. La inhibición de la Coalición Nacional por la Democracia para participar en los comicios debido al fallo del Poder Judicial, la destitución de los 28 diputados opositores en la Asamblea Nacional, y la oficialización de la candidatura de Murillo el pasado martes muestran el punto álgido de la concentración de poder del orteguismo, opina la exguerrillera Dora María Téllez. Eso sin agregar que las elecciones serán administradas por un Consejo Supremo Electoral (CSE) fiel a la pareja gobernante.
“Es un intento de imponer un régimen de partido único, en cuya cabeza está una dinastía familiar con poder económico y político”, dice Téllez. La también historiadora sostiene que el autoritarismo de Ortega se impone dentro de las filas del partido sandinista.
“El primer círculo del dictador es la familia, y en el caso de Daniel Ortega es Rosario Murillo”, afirma Téllez. “Murillo, en primer lugar; su hijo fulano (Laureano) para el asunto del Canal; su hijo mengano para los negocios… Es un modelo familiar que liquida al Frente Sandinista. El orteguismo es un parásito que liquidó al partido”,
señala.
Sin embargo, la ahora candidata a vicepresidenta por el Frente Sandinista cuenta con el apoyo de la Juventud Sandinista y uno de sus coordinadores más visibles, el secretario de la comuna capitalina Fidel Moreno. Las estructuras de gobierno y las alcaldías también están alineadas en torno a la fórmula presidencial. Las encuestas también le atribuyen a Murillo gran popularidad. Un sondeo de opinión M&R Consultores ubica a la vocera del gobierno con 71.9% de popularidad, solo por debajo del comandante Ortega.
Pero los opositores del Frente Sandinista y defensores de derechos humanos cuestionan la presunta unanimidad en el FSLN detrás de la nominación de Murillo y lo atribuyen al “dedazo” del comandante Ortega.
La directora del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, opina que la candidatura de Murillo no fue una decisión del partido. “No podemos decir que existen candidaturas del Frente Sandinista, son las candidaturas de Daniel Ortega. Él mismo decidió quién iba a ser el vicepresidente y los diputados”, valora Núñez.
La “equidad en el buen gobierno”
Ortega brindó un discurso basado en la inclusión de las mujeres en su gobierno, y adoptó una posición feminista, pese a que su administración mantiene prohibido el aborto terapéutico y boicoteó la ley contra la violencia de género, mejor conocida como 779. Organismos defensores de las mujeres afirman que la llamada ley 50-50, que establece igual proporción de hombres y mujeres en cargos públicos, no traslada poder real a ellas.
Según Ortega, bajo su administración las mujeres que ocupan cargos ministeriales aumentó de 16.66% a 56.26%. “Y para continuar con este buen gobierno, no dudamos en que la candidata a vice presidenta fuera una mujer… ¿y quién mejor que la compañera Rosario? Con una labor puesta a prueba, con mucho sacrificio y sin horario”, dijo el mandatario sandinista.
“La candidatura de Rosario Murillo es la instauración formal de la dinastía de Daniel Ortega y su familia”, afirma la directiva del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), Azahálea Solís. Según la jurista, 37 años después, después de miles de muertos y miles de exiliados, Nicaragua vuelve al punto de partida, cuando en 1979 fue derrocada la dinastía somocista por la Revolución Sandinista.
“Y es un punto de partida mucho más grave, porque es sobre la violación sexual a una niña (Zoilamérica Ortega Murillo). Recordemos que el poder de Rosario Murillo volvió a tener relevancia en 1998 a partir de la denuncia de su hija. Es decir, la desvergüenza, el total y absoluto descaro. Sobre eso está montado el pueblo de Nicaragua, y es peligroso, grave y vergonzoso”, fustiga la constitucionalista.
La instalación de la dinastía
El candidato presidencial de la Coalición Nacional por la Democracia inhibido por fallo judicial, Luis Callejas, considera que la movida del oficialismo también “ahora aclara los por qué” de las acciones de los dos últimos meses en contra de la oposición.
“Todo es para asegurarse el triunfo de la dinastía familiar, porque esto no es popular. Los nicaragüenses vivimos una guerra por una dinastía familiar, no nos gustan las dinastías familiares. El Frente Sandinista, y miles de nicaragüenses, precisamente lucharon para desterrar ese tipo de gobierno en Nicaragua y esto es lo que estás viendo ahorita”, compara Callejas.
El excandidato presidencial estima que Murillo “es la última ficha del tablero, la que hacía falta”, para demostrar la concentración del poder para instaurar una dinastía familiar.
Constitución no la inhibe, pero…
El artículo 147 de la Constitución Política establece en su séptimo párrafo que no podrán ser candidatos a Presidente ni a Vicepresidente de la República “los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad y los que sean o hayan sido parientes dentro del segundo grado de afinidad del que ejerciere o hubiere ejercido en propiedad la presidencia de la República en cualquier tiempo del período en que se efectúa la elección para el período siguiente”.
El experto en Derecho Constitucional Gabriel Álvarez afirma que según la interpretación literal del artículo citado, la ley no inhibe a la primera dama en su calidad de cónyuge. Sin embargo, recuerda que también existen las interpretaciones sistemáticas, teleológicas e históricas de la ley, y que con base a esas otras tres interpretaciones podría caber una impugnación de su candidatura, porque los principios sobre la organización del Estado justamente buscan evitar el nepotismo.
CIUDADANOS OPINAN SOBRE CANDIDATURA DE MURILLO
Por Maynor Salazar
Confidencial consultó a comerciantes, estudiantes y demás pobladores sobre la inscripción de Rosario Murillo como candidata a la vicepresidencia. Estas fueron sus respuestas.
¿Qué opina usted del nombramiento de Rosario Murillo cómo candidata a la vicepresidencia del FSLN en las próximas elecciones?
- “Está bien, porque así nos da varias oportunidades como mujer”, Reyna Avilés, comerciante.
- “Es peligroso en el momento en que nos encontramos nosotros los jóvenes. Solo me recuerda la época en que Nicaragua vivió una dinastía, no solamente una dictadura. Hoy vemos el nacimiento, en la mente de ellos, de una nueva dinastía”, Cristhian Aguilar, administrador.
- “Es una representación muy buena, siendo un personaje femenino, es bastante importante su participación, ya que representa al género femenino”, Anielka Obando, pobladora.
- Al colocarse Rosario Murillo como vicepresidente en la línea de sucesión presidencial, algunas personas dicen que Nicaragua se encamina a una dinastía familiar. ¿Qué piensa usted?
- “Pues no, dinastía no, ya olvidémonos de esa palabra. El que quiere decir cosas así es porque se siente molesto con el gobierno o se siente molesto porque no tienen un cargo público”, Héctor Garay, vendedor.
- “La verdad que uno trabaja con quien esté, porque si yo no trabajo no me viene la bendición del señor, qué vamos a hacer, hay que aceptar lo que Dios permita en esta vida”, Melba Rodríguez, ama de casa.
¿Con la nominación de Rosario Murillo a la candidatura de la vicepresidencia para estas elecciones, cree que más personas van a ir a votar por el FSLN o menos?
- “Votarían por ella, porque la mayoría de las mujeres van con ella”, Carmen Sosa, comerciante.
- “Como la gente ya está alineada con Daniel Ortega, con el FSLN, creo que van a seguir apoyando, no solo porque esté Rosario Murillo”, Laura González, estudiante.
- “La Juventud sandinista ahí, va a votar, yo pienso que sí, más gente”, Ismara Castellón, estudiante.