27 de julio 2016
Con la nominación oficial de la exsecretaria de Estado Hillary Clinton como candidata demócrata, Estados Unidos inicia la cuenta regresiva para sus elecciones presidenciales del 8 de noviembre. Del lado republicano, el empresario Donald Trump fue ungido la semana pasada para representar a su partido. Ahora, la competencia se vuelve más estrecha y ambos contendientes afinan sus propuestas sobre los temas clave: el intervencionismo militar, el rescate de la economía, la violencia racial y la reforma migratoria.
Para el historiador y exdiplomático nicaragüense Alejandro Bendaña, y el asesor en relaciones comerciales, Carlos Solórzano, Clinton será erigida como la primera mujer presidenta de los Estados Unidos, si -y solo si- logra jugar bien sus cartas y ejecutar todas las alianzas en contra de Trump, cuyo discurso se ha caracterizado por defender posturas xenófobas y antimigrantes. Clinton debe vencer la división interna de su partido y expiar algunos de los ‘pecados’ que se le señalan, entre ellos sus decisiones clave en la guerra de Libia.
“Es un mal momento para la política en Estados Unidos, que está entre el Neoliberalismo (representado por Clinton) y el Neofacismo de Trump. La gente desconfía de ella por sus posturas militaristas y su apoyo a los tratados de libre comercio y a Wall Street. Que Trump esté lleno de odio no significa que Clinton esté llena de amor. El sistema norteamericano está preso entre esas dos figuras políticas”, expresó Bendaña en entrevista con el programa Esta Noche.
So proud of you, Hillary. #DemsInPhilly
— Bill Clinton (@BillClinton) July 26, 2016
Según los analistas, la división del Partido Demócrata podría ser uno de los obstáculos para que Clinton llegue a la presidencia. El senador Bernie Sanders, quien compitió con la exprimera dama en las primarias, todavía mantiene influencia, a pesar que no logró suficientes votos de los delegados. Otro de los retos está en captar al sector independiente y a los republicanos que no están de acuerdo con la candidatura de Trump. Para ello, los demócratas apuestan que su candidato a vicepresidente, el exgobernador del Estado de Virginia, Tim Kaine, logre atraer a los simpatizantes de centro y derecha moderada.
Sanders y los ‘Sanderistas’
En el primer día de la convención demócrata celebrada en Filadelfia esta semana, Sanders pronunció un discurso en el que llamó a los votantes a escoger a Hillary, en contra de la amenaza en ciernes que representa una virtual presidencial de Trump. En el evento Sanders fue abucheado por sus mismos partidarios, quienes se niegan a apoyar a Clinton.
A juicio de Bendaña, los demócratas de la rama más ‘progresista’ encontraron en Sanders las propuestas que necesitaban y ven en Clinton alguien muy acomodada al ‘stablishment’. “Ahora se partió el bloque entre Sanders y los ‘sanderistas’. Los postulados que fueron propios de Sanders no se trasladan a la Hillary y eso es lo que preocupa a sus seguidores”, explicó Bendaña.
History. pic.twitter.com/1ayWTx8SPH
— Hillary Clinton (@HillaryClinton) July 26, 2016
Las propuestas de Sanders, encaminadas a una crítica al poder de los grandes bancos y en el empoderamiento de los sectores más excluidos, significaron un parte aguas en la forma de hacer política en Estados Unidos. Es la primera vez que un político independiente, que se hace llamar ‘socialdemócrata’, llega tan lejos en las elecciones presidenciales. Su campaña rompió los récords de donaciones ciudadanas y revolucionó el uso de las redes sociales.
Para Solórzano, Sanders podría ser una contraparte en el escenario en que Clinton gane la presidencia y ejercer un bloque de presión desde las calles. “Lo que él logró y es la base final de su agenda era que se reconociera todos los puntos principales. Es histórico que incluyó a la juventud y esa revolución va tener fuerza como grupo aparte. Es un comienzo para ver los cambios que se necesitan para reformar el partido demócrata”, manifestó el analista nicaragüense, quien reside en Estados Unidos desde hace más de 40 años.
El factor Trump
El candidato republicano Donald Trump arremete en cada oportunidad contra la comunidad latina o musulmana. Entre sus propuestas clave figuran la construcción de un muro entre Estados Unidos y México, o el cierre de sus fronteras para los refugiados sirios. Para Solórzano, el principal recurso del magnate es el miedo, magnificando los ataques terroristas o la violencia policial en favor de su campaña.
“Trump es un Nerón en el circo. Pero hay una posibilidad real que gane. El éxito político de él es que no hay liderazgo dentro del partido republicano. Ni Cruz (Ted), ni Rubio (Marco), ni Bush (Jeb) son aceptados dentro de su partido”, señaló el asesor en relaciones públicas.
Crooked Hillary Clinton wants to flood our country with Syrian immigrants that we know little or nothing about. The danger is massive. NO!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 27, 2016
Por su parte, Bendaña considera que Trump es producto del desencanto por la crisis económica de 2008 y el recelo de la derecha tradicional ante los 8 años de la presidencia de Barack Obama. Sin embargo, él no ve a Trump todavía como un candidato competitivo a pesar que las primeras encuestas ya le dan ventaja frente a Clinton.
“Para mí las encuestas son volátiles, recordemos que Trump lo que ha ganado hasta ahora es mayoría dentro de las personas registradas como republicanas. Si él es capaz de atraer a fuerzas fuera de ese marco es lo que está por verse, y ahí tenés la selección de vicepresidente de los demócratas que está encaminada en atraer a la derecha”, explicó.