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¡Votar por Ortega! Porque...

Tendría 80, 85, 90, 98% y el resultado nadie lo podrá creer; el candidato mismo tampoco lo va a poder creer y no sabrá cuantos realmente votaron por él

Simpatizantes del Frente Sandinista durante la celebración oficial del repliegue, en Managua. EFE.

Xochicatzín Rivera

26 de julio 2016

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Hay unos hechos en ese llamado año electoral que nadie puede poner en duda:

  • La pareja gobernante y su grupo, conocido como FSLN y reconocido por el CSE como un partido - aunque le falta casi todo lo característico de un partido político con membresía de convicción, estructura, procesos internos normados, etc. - han decidido que el próximo en la silla presidencial será el mismo Daniel Ortega, una decisión sin posibilidad a apelación.
  • El mismo ya definido gobernante decidirá quiénes serán las y los diputados de esa agrupación FSLN en la Asamblea Nacional, también decidirá sobre cantidad y nombres de los y las diputados de otros partidos y cuales serán esos partidos.

Por eso cada discusión, pronunciamiento, reflexión ó comentario que comienza con "En ese año electoral 2016 ..." es non sense, es auto-engaño, engaño, ignorancia, mala intención o estupidez. Ortega mismo nunca usó el término en su show del 19 de julio, porque él sí sabe que no existe un “año electoral”.

Un mensaje con cero éxito

Sobre todo es un derroche de tiempo, energía y hasta de plata permanentemente participar, grabar, transmitir, escuchar entrevistas y discursos de gente que fanfarronea sus opiniones de experto y amontona blah blah tras blah blah. Algunos hablan de "sí hay alternativas" (un tal Maximino que quiere derrotar a Ortega... ¡dice el!...), un cliente de una peluquería espera que tal vez en el último momento le regresarán su casilla; la gente sin esperanzas en políticos ... (¡dicen ellos! …) que no quiere renunciar de su santo derecho de entrar en una junta de votos y que muy valientemente van a votar nulo o ¡hasta escribir consignas en el santo papel! Un ejemplo entre muchos es el de un amigo en facebook quien dice:


Opciones para el 6 de noviembre

Las opciones para el 6 de noviembre son: 1. No ir a votar; 2. Ir a votar; y 3. Ir a la JRV y anular el voto. [...] la tercera, se parece a la primera, es activa, moviliza a la gente hacia los centros de votación, se participa en todo el ritual, se obtienen las boletas para votar, pero no se vota, se anula. Los votos nulos pueden ser tantos que alarmen a los dueños del circo, y hasta podrían ocultarlos, pero no importa, habrán recibido el mensaje.

¿¡No se vota, se anula, para protestar!? ¡Para enviar un mensaje, aún recibido si lo ocultan del público! Yo creo que ese acto de protesta no tiene ningún efecto o resultado positivo. Cero impacto, o a lo peor un impacto negativo. ¿Por qué?

Si el mensaje es fuerte (un alto porcentaje con consignas o rayado o lo que sea) sólo puede tener un efecto negativo. Los responsables del control sobre Nicaragua – o la responsable – van a ver que el sector activamente en contra de ellos y ella tiene una considerable cantidad; eso demandará: más control, más engaño; más corrupción; más represión; menos libertad de expresión; más cierre de medios; aumento de la dependencia generalizada de la gente; más antimotines y soldados; tiempo de echarle diesel a los tanques rusos, pero ya. La gente que quería enviar un mensaje de amenaza, recibe la respuesta dictatorial para que esos mensajes desaparezcan. La seguridad del estado que investiga con muchas dificultades y esfuerzos día y noche el grado de la resistencia activa contra el gobierno, recibe una información valiosa (y voluntaria) de parte de las y los votantes en protesta. ¿No es eso un poco inocente?

¡Cada voto para Ortega!

Mi contrapropuesta a esa actitud de buenas intenciones, pero de resultados adversos, es que todos y todas voten por Ortega. ¡Todos y todas! Si eso pasaría, Ortega tendría 80, 85, 90, 98% y el resultado será que nadie lo podrá creer; verán que se parece a los resultados en Europa del Este durante el capitalismo de estado, que llamaron socialismo; el candidato mismo tampoco lo va a poder creer y no sabrá cuantas personas realmente votaron por él. Imagínense: 95% en la Asamblea Nacional significarían que tenían que falsificar el resultado hacia abajo, para cumplir con sus acuerdos con Pedro Reyes, la Chaparra, el Partido Somocista y Osorno... El ser supremo necesitaría en verdad 120% … Todo esto llevaría un poco de alegría, de humor a esa farsa y seguramente habrá apuestas, que luego serán publicadas por Roberto Rivas, cuando este vea la súper victoria de su patrón.

Sólo el pueblo salva al pueblo ...

Cuando ese show carnavalístico haya pasado, las y los opositores organizados en partidos podrían dedicarse al trabajo serio y olvidar ese "año electoral", yendo a las bases, trabajar de verdad con el pueblo – no sólo queriendo ser pagado por representarlo... – ejercer oposición extra-parlamentaria, ayudar a organizar desobediencia civil, auto-ayuda, auto-defensa y salvar el medio ambiente, en especial el agua.

Todos y todas por Ortega, un número circense divertido con buenas perspectivas para el futuro de la población y del país, después.

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* La autora trabaja en la industria cinemática en Alemania; colaboró hace unos años en la zona al Sur de la llamada ruta del canal chino, zonas de Punta Gorda y de amortiguamiento de la reserva Indio Maíz, en técnicas alternativas, como cocinas no explosivas y otras.


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