25 de julio 2016
Centrales Eléctricas Brasileñas (Eletrobras), anunció este lunes en Río de Janeiro, que vendió en U$44,2 millones, sus acciones en Centrales Hidroeléctricas de Nicaragua (CHN), dueña de la concesión para construir la represa Tumarín, con lo que oficialmente está fuera del proyecto.
Una fuente del sector energético, dijo a Confidencial que altos funcionarios de la empresa estuvieron la semana pasada en Managua para finiquitar los detalles del acuerdo y firmar los documentos con representantes de la estatal Empresa Nicaragüense de Electricidad (ENEL), y de la Distribuidora de Electricidad del Norte, (Disnorte), propiedad de TMI, contando con el beneplácito del gobierno, extendido a través del Ministerio de Energía y Minas (MEM).
Consultado al respecto, el ingeniero Ernesto Martínez-Tíffer, presidente ejecutivo de ENEL, dijo a Confidencial “no tengo nada que ver. Llamate al Ministerio de Energía y Minas”. El titular del MEM, Salvador Mansell, no respondió su celular.
Jorge Katín, Gerente de Comunicación de Disnorte-Dissur, dijo no estar enterado de la compra “porque estoaba de vacaciones”, prometiendo indagar para responder después, pero ya no volvió a contestar su celular, ni devolvió la llamada.
La noticia genera muchas interrogantes, en especial, de cara a conocer la fuente de los recursos en el caso de la estatal ENEL, pero también, por lo que parece ser un muy alto precio de compra.
El diputado liberal Carlos Langrand, miembro de la Comisión de Infraestructura de la Asamblea Nacional, opina que “Nicaragua estaría comprando un elefante blanco, un mal negocio que está condenado al fracaso, en especial, por los casos de corrupción en los que se vieron involucradas esas empresas en Brasil”.
Langrand recuerda que transcurrieron ocho años desde que se otorgara la concesión, sin que se hubieran comenzado los trabajos, más allá de algunas obras accesorias, y que algunas de mayor envergadura fueron financiadas por el sector público.
El legislador espera que el Ejecutivo explique con más detalle qué es lo que está comprando el país, y si se aplicó alguna penalización por incumplimiento de contrato al aceptar un precio de compra en 44.2 millones de dólares.
“¿Eso incluye el pago de los estudios y demás?”, se preguntó, añadiendo que “Nicaragua se estaría metiendo en un enredo, porque ya había préstamos aprobados para ese proyecto”.
Del mismo modo, opina que “ENEL no tiene capacidad para efectuar esta compra, así que con esto se estaría endeudando más al Estado”.
Queiroz Galvão, socio de Eletrobras, no se ha pronunciado todavía. Una fuente del sector energético, dijo a Confidencial que los representantes de la empresa siguen tratando de mantener su inversión vigente.
“Ellos están buscando financiamiento por medio de una firma internacional, para ver si consiguen los fondos y lo echan a andar, aunque con la venta a ENEL, cambian las reglas del juego, porque hay que ver qué capacidad tiene ENEL para levantar esos recursos, o de revender las acciones por su cuenta”, señaló.
El hecho relevante
El comunicado de Eletrobras (en rigor, un ‘hecho relevante’ que se ve obligado a informar a sus accionistas y al público en general, siendo que es una compañía que cotiza en la bolsa de valores y forma parte del Índice Bovespa, de Brasil), informa que la transacción se cerró el pasado viernes 22 de julio.
La operación fue en realidad una venta del paquete de 50% de las acciones que Eletrobras poseía en Centrales Hidroeléctricas de Centroamérica (CHC), la que a su vez, es dueña del 90% de las acciones de CHN. La constructora Queiroz Galvão, también de origen brasileño, es dueña del lote restante de 50% de las acciones de CHN.
El comunicado detalla que las acciones se vendieron a ENEL y a Disnorte, “que comprará la energía eléctrica a generar, lo que posibilitará la continuidad del Proyecto”.
Aunque comenzó en 2009 como un proyecto más pequeño, a este momento, Tumarín pretende represar las aguas del río Grande de Matagalpa a la altura de la comunidad de Apawas, donde se instalarían tres turbinas con capacidad para generar 253 MW de potencia, a un costo total de US$1,100 millones.
Para calmar los mercados en los que cotiza sus acciones, la empresa aclara que “considerando que el proyecto era el único que CHC tenía en desarrollo a través de su subsidiaria CHN, que fue vendida, serán igualmente dotadas providencias para cerrar la participación de Eletrobras en CHC”.
“La inversión de Eletrobras en CHC, registrada en las Informaciones Financieras del primer trimestre de 2016 era de R$87.8 millones, [US$26.8 millones al cambio actual] existiendo, por eso, provisión para las pérdidas de la inversión referida, en la totalidad del valor invertido”.