22 de julio 2016
Además del gusto por la comida como tema periodístico, me encanta el español. Las recetas e ingredientes nos distinguen por sí solas, pero también nos distinguen cómo le llamamos los alimentos, a las técnicas de cocción y a los implementos de cocina. Todos cambian de nombre casi como cambian de lugar.
“Fritar” no se escucha bien en los países donde se dice freír. “Papaya” tiene connotaciones extrañas en varios lugares. Si decimos “panela” en Brasil es algo completamente diferente a la misma palabra en Venezuela. La mezcla de arroz y frijoles tiene tantos nombres como tipos de arroz y tipos de frijol. Si alguien dice “indio viejo” fuera de Nicaragua probablemente no se dará a entender si no explica exactamente de qué se trata.
Mi sueño es que, algún día, Comidología tenga la posibilidad de transformar sus textos dependiendo del país desde donde se lea. Por el momento, hicimos unas tarjetitas que compartimos en redes sociales, con la forma en la que le llamamos a muchas cosas que nos sirven para comer y cocinar.
Si viajás a otro lado, esta serie te puede servir para salir de dudas o, simplemente para saciar tu curiosidad.
Acá te compartimos algunas y te invitamos a seguir Comidología en Facebook para conocer siguientes ediciones.
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