27 de junio 2016
Entre las estructuras locales y simpatizantes de la oposición, representada en la Coalición Nacional por la Democracia, predomina la indignación por las nuevas condiciones bajo las cuales se celebrarán las elecciones nacionales del próximo 6 de noviembre: sin posibilidad de observación electoral y sin la participación de la alianza opositora, tras haber sido despojados de la representación legal del Partido Liberal Independiente (PLI), que dejó a la Coalición sin casilla. Sin embargo, también hay incertidumbre, carecen de un estrategia de lucha cívica, y muchos aún están a la espera de instrucciones precisas de parte del liderazgo nacional.
Dirigentes locales de la oposición en Rivas, León, Boaco, Matagalpa y Nueva Segovia expresaron esta contradicción durante una nueva edición del segmento Voz y Voto, que el programa de televisión Esta Semana organiza desde abril para promover el debate ciudadano sobre los próximos comicios.
Paola Gómez, concejal liberal de la Alcaldía de Boaco, asegura que en su municipio ya están familiarizados con acciones como la que se promovió a principios de junio para que la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) arrebatara la representación legal nacional del PLI a Eduardo Montealegre.
A finales de junio de 2010, agentes antimotines y miembros de los Consejos del Poder Ciudadano (CPC) desalojaron a golpes al alcalde Hugo Barquero, que se había atrincherado junto a varios concejales liberales en las instalaciones de la Alcaldía, porque fue destituido ilegalmente del cargo.
Según Gómez, en Boaco la población está “molesta”. “Hay familias enteras que afirman que no van a ir a verificarse (en el padrón electoral), que no van a ir a votar, porque para ellos no hay una elección (sino) un partido único que tiene (Daniel) Ortega”, dice.
Pero además del malestar y de la decisión de no ir a las urnas, la dirigente admite que aún no hay un plan concreto para el desarrollo de la lucha cívica a la que ha llamado el liderazgo nacional.
Gómez espera que lo sepan a principios de julio, tras una reunión para la cual están organizando la visita de la fórmula presidencial que integran Luis Callejas y Violeta Granera, anulada por la Sala judicial, junto con la cancelación de la representación legal de Montealegre.
Hay protestas, pero aún no ejercen presión
Bayardo Siles, dirigente del Movimiento Renovador Sandinista (MRS) en Matagalpa, afirma que en esa ciudad del Norte del país también hay una “indignación total”, aunque él considera que la decisión de retirarse de las elecciones también es una “oportunidad” para renovar la cultura política nicaragüense, porque estima que no se luchará por cargos, sino por rescatar la democracia.
No obstante, las acciones concretas de lucha aún no están definidas. Esta semana, en Managua, la Coalición dirigió el plantón número 60 para exigir elecciones libres y transparentes, la acreditación de la observación electoral independiente y la renovación de las estructuras y el sistema electoral por entero. Como cada miércoles, el objetivo de la oposición fue plantarse frente a la sede del Consejo Supremo Electoral (CSE) de Metrocentro, pero como en otras ocasiones, tuvieron que quedarse en la plaza del monumento al tricampeón mundial de boxeo, Alexis Argüello, a cuatro cuadras del CSE.
Al día siguiente, un grupo de jóvenes también se reunió al final de la tarde en las afueras de la Universidad Centroamericana (UCA), y con pancartas y velas protestaron durante unas tres horas bajo el lema “Luz para Nicaragua”.
Según los dirigentes nacionales de la Coalición, este tipo de plantones y protestas se replicarán por toda Nicaragua, pero las estructuras locales también demandan información.
Ana Cecilia Morales, líder liberal en Rivas (Suroriente del país), afirma que entre la población, además de indignación también hay “apatía y confusión”.
Lucha pacífica ante riesgo de soluciones extremas
Enrique Martínez, miembro de la juventud liberal y presidente municipal del PLI opositor en León, estima que una de las primeras acciones es “informar a la población, a nuestra militancia y a nuestra dirigencia, lo que está sucediendo, de qué manera nos perjudica la decisión de la Corte Suprema de Justicia y de qué manera se están distribuyendo las estructuras electorales departamentales, regionales y municipales”.
En Rivas, hasta hace algunos meses Ana Cecilia Morales era presidenta departamental del Consejo Electoral Departamental (CED), y afirma que ahora los espacios que correspondían a la oposición en las estructuras electorales locales “se están llenando a conveniencia del gobierno”, nombrando en los cargos a miembros de partidos políticos afines al Frente Sandinista y no a militantes del PLI liderado por Montealegre. Ella, sin embargo, cree que hay esperanza.
“Los nicaragüenses —dice— siempre hemos reaccionado aunque sea a última hora. Pienso que la gente va a reaccionar en su momento, quizá no va a ser algo planificado, puede ser que de pronto surja algo nuevo, como sucedió en los años en los noventa”.
María Elena Rivera, dirigente del MRS en Jalapa (Nueva Segovia), reconoce que se corre el riesgo de que algunos grupos recurran a soluciones extremas, “porque no estamos siendo escuchados” por el gobierno.
Por lo mismo, Rivera insiste en que se debe apostar a una protesta por la vía pacífica y que para lograr un cambio en el país hay que estar presentes en esa lucha.
La dirigente cree que la oposición que lidera la Coalición Nacional por la Democracia cuenta con credibilidad entre los ciudadanos, pero también admite las dificultades para impulsar una agenda de cambio.
“Tenemos que hacer diversas acciones para evitar precisamente que se llegue a los extremos, como la lucha armada”, considera. Entre esas acciones Rivera cita los plantones, informaciones a la gente y visitas casa a casa. El objetivo, sostiene, es que “la población dé el paso que necesitamos”.
Reyes busca a estructuras de Montealegre
En su primera conferencia de prensa, después de que la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), le otorgara la representación legal del Partido Liberal Independiente (PLI), el abogado Pedro Reyes Vallejos afirmó contar con la estructura partidaria suficiente para participar en las elecciones, entre estos: 459 candidatos para los Consejos Electoral Municipales, 13,340 fiscales para las Juntas Receptoras de Votos y 12,000 fiscales de ruta.
Sin embargo, esta semana Reyes anunció que renunciaba a la integración de las estructuras locales, argumentando que no está de acuerdo con la composición bipartidista de esta y que sus fiscales son suficientes para defender el voto.
Los dirigentes locales de la oposición, que participaron en el segmento Voz y Voto de Esta Semana, afirmaron que representantes de Reyes los buscaron para ceder al nuevo grupo las estructuras partidarias del antiguo PLI.
Paola Gómez, de Boaco, aseguró que a ella le solicitaron las ternas que el PLI liderado por Montealegre tenía listas para los Consejos Electorales Municipales.
Enrique Martínez, de León, también denunció que en su departamento el Frente Sandinista se adueñó del Consejo Electoral Departamental y de los Consejos Electorales Municipales, con la colaboración de partidos afines, entre los cuales Martínez incluyó al PLI de Reyes, que calificó de “tonto útil”.
Ana Cecilia Morales, de Rivas, exhortó a que la militancia del antiguo PLI no se preste al juego del FSLN y los partidos “zancudos”. No obstante, señaló la influencia del “mal ejemplo” de la clase política nacional. “Mucha gente dice: ‘Si lo hizo el diputado, si lo hizo el vicepresidente o el presidente (del partido), ¿por qué no lo voy a hacer yo?’. Por eso es importante concientizar sobre cuál debe ser nuestra posición como opositores”, insistió.