21 de junio 2016
La expulsión el pasado martes 14 de junio de dos funcionarios de la Alianza Aduana-Sector Privado contra el Terrorismo (C-TPAT por sus siglas en inglés), puede afectar negativamente a las empresas que exportan a Estados Unidos, haciéndoles perder algunas ventajas competitivas.
Ese día, dos empleados de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, que implementa el C-TPAT, fueron expulsados del país cuando inspeccionaban una empresa textilera local, la que esperaba renovar su certificación para poder exportar sin trabas a Estados Unidos.
Luego que el gobierno de Barack Obama protestara ante el embajador Francisco Campbell, por considerar que esa acción fue “injustificada y contraria a la construcción de una agenda positiva” entre ambos países, la administración Ortega intentó excusarse alegando que el gobierno de Nicaragua no había sido informado de la misión de los dos funcionarios.
Una fuente empresarial dijo a Confidencial que “esas certificaciones se vienen haciendo desde hace varios años, y nunca se le ha informado al gobierno de la llegada de los certificadores”, por lo que ahora se preguntan qué razón tenía Ortega para ordenar la expulsión.
Dean García, Director Ejecutivo de la Asociación Nicaragüense de la Industria Textil y Confección (Anitec), dijo a Confidencial que los dos funcionarios norteamericanos habían llegado a Managua para certificar a una textilera originaria de Estados Unidos.
“A esa empresa ya le había llegado la fecha de renovación, y al expulsar a los funcionarios se detuvo el proceso de certificación. Todo regresó a cero. Si acaso regresan, habrá que comenzar un proceso nuevo”, explicó.
El problema de esa empresa puede multiplicarse por varias veces, siendo que “son varias las que dependen de ese programa”, y luego de lo sucedido a sus colegas “a ese tipo de funcionario le dará temor regresar”, matizó.
García insistió que lo que está de por medio es un tema de facilitación del comercio que ‘aceitaba’ el paso de nuestras exportaciones por las aduanas estadounidenses. “Ahora tendrán que pasar una revisión aleatoria en la Aduana de ese país, lo que generará atrasos y mayores costos”, detalló.
Urgen solución
Las empresas exportadoras afiliadas al programa C-TPAT, observan con temor el día en que se venza la certificación que les otorga facilidades para colocar sus productos en Estados Unidos.
José Ángel Buitrago, Presidente de la Asociación de Exportadores de Café de Nicaragua (Excan), explicó a Confidencial que “EE. UU. tiene un programa de alianzas con los países que le exportan. No es obligatorio afiliarse a él, pero los que quieran usarlo tienen que tener una certificación, que les exime de ‘hacer fila’ al llegar a una aduana estadounidense, porque ya van certificados desde aquí”.
“La certificación la hacen los americanos en Nicaragua, revisando que los contenedores no tengan doble fondo, que no se vaya a empacar otra cosa que lo que está supuesto a llevar, etc. de modo que se cumplan todos los protocolos de seguridad. Ellos pertenecen al Homeland Security”, añadió.
Dado que generalmente esos permisos se renuevan una vez al año, las empresas que están certificadas para exportar con ventaja a Estados Unidos, podrán seguir haciéndolo. Por eso, “el impacto no se sentirá ahorita, pero si pasa el tiempo y no dejan entrar a los inspectores, tendremos que hacer fila en las aduanas estadounidenses, lo que implica perder desde varios días a varios meses”, dijo Buitrago.
No tener esa certificación es también un problema para las compañías navieras que se atrasan cuando no toda su carga puede pasar las aduanas de forma expedita, por lo que el dueño de la carga pierde dinero, siendo que tiene que pagar la demora y cubrir los costos adicionales de la naviera.
Si los permisos comienzan a vencerse sin que las empresas sean capaces de renovarlos, el sector exportador nicaragüense comenzará a sufrir. En especial, el que coloca sus productos en Estados Unidos, que no es solo nuestro mercado principal, sino también el primer consumidor del mundo.
Pensando en sus colegas del sector cafetero, Buitrago asegura que “esta situación afectará más a las empresas que venden mayoritariamente a Estados Unidos, que es el primer comprador del café nicaragüense”.
Mario Arana, Gerente General de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN), refirió que “algunos de nuestros socios exportadores de café están preocupados, pidiendo que se normalice la situación para no tener que sufrir las consecuencias, porque esto afecta toda la logística, y será complicado exportar sin estar cubiertos por ese programa”.
La solución probable que encuentran tanto Arana como García, es acudir al Consejo Superior de la Empresa Privada, (Cosep), “antes que eso sea más difícil de solucionar”.
El programa C-TPAT está diseñado como una forma de asegurar las cadenas de suministro, en el entendido que el comercio es clave para el desarrollo de la economía mundial, y que esa actividad puede ser más segura si se establecen alianzas cada vez más integradas para protegerlo.