15 de junio 2016
El gobierno del comandante Daniel Ortega expulsó del país al politólogo norteamericano Evan Ellis, experto en las relaciones entre China y América Latina, alegando que “no tenía una autorización oficial para realizar investigaciones en Nicaragua sobre el canal interoceánico”.
Profesor e investigador del Colegio de Guerra del Departamento de Defensa, y por lo tanto empleado civil del gobierno de Estados Unidos, el Dr. Ellis llegó al país el lunes pasado con una agenda que incluía entrevistas y reuniones con diversos sectores relacionados al proyecto del canal interoceánico: entre ellos funcionarios de gobierno, empresarios, diplomáticos, académicos, periodistas y activistas de movimientos sociales.
Sin embargo, antes de cumplirse 24 horas de su estancia en el país, fue deportado a través de un procedimiento expedito.
Irónicamente, ayer se divulgó una amplia entrevista en el periódico de Hong Kong South China Morning Post, en el que funcionarios de la empresa HKND exaltaban la “transparencia” del gobierno de Nicaragua y de la empresa encabezada por el magnate chino Wang Jing para brindarle información al mundo sobre el proyecto canalero.
--“A las 11:15 p.m. personas uniformadas, presentándose como oficiales de Migración, llegaron al hotel Hilton Princess y me llamaron¨, relató Ellis a Confidencial a través de un correo electrónico que envió en la madrugada.
-- ¨Me pidieron bajar al lobby y me notificaron que el gobierno de Nicaragua no ha autorizado mi investigación sobre el gran canal, y me dieron hasta las 5 a.m. (del martes) para empacar mis cosas¨, agregó.
--¨ Me van a llevar al aeropuerto para botarme del país” indicó, antes de abordar a la fuerza, un avión comercial que lo llevó a Miami.
En Managua, la embajada norteamericana omitió hacer comentarios sobre la expulsión. Tampoco la Cancillería o el Departamento de Migración explicaron las razones de la deportación.
Experto en China
Ellis es profesor de estudios de América Latina y el Caribe para el Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de los EE.UU., una institución académica del Departamento de Defensa en la que estudian altos militares. En esa condición, explicó, es un académico civil que viaja con pasaporte oficial del gobierno de Estados Unidos.
El Dr. Ellis es autor de más de 120 trabajos académicos, incluyendo tres libros: China on the Ground in LatinAmerica ( 2014), The Strategic Dimension of Chinese Engagement in Latin America (2013) y China in Latin America: The Whats and Wherefores (2009, así como artículos en publicaciones técnicas, financieras y de seguridad nacional)
A principios de junio de 2013, Ellis brindó una entrevista a Confidencial en la cual indicó que aún cuando los asesores de Wang Jing han afirmado que China no está detrás del proyecto del Gran Canal, a largo plazo el proyecto podría interesarle a aquella potencia como alternativa para aumentar su comercio. Sin embargo, alertaba que no parece factible que tanto el proyectado canal de Nicaragua, como el que funciona en Panamá, generan ganancias en su eventual convivencia.
“Los costos del nuevo canal difícilmente podrían competir con los del de Panamá sin subsidios grandes por largo plazo”, observó entonces.
A finales de ese mismo mes, Confidencial publicó un artículo de Ellis titulado “La verdad detrás del proyecto del Canal”, en el cual aseguraba que “HK Nicaragua Canal Development (la concesionaria) no tiene los vínculos financieros, contactos de construcción o capacidad de manejo necesaria para realizar el proyecto”.
Más tarde, en diciembre de 2014, Confidencial reprodujo otro artículo de Ellis, publicado originalmente en Latin Trade, titulado “Los negocios detrás del canal”, en el cual mostraba cómo el proyecto canalero representaría “una oportunidad altamente lucrativa para aquellos que la operen, los que la construyan, y aquellos que poseen la tierra sobre la cual serán construidos”.
Expulsado en menos de 24 horas
Según el relato que brindó a Confidencial vía Skype desde Estados Unidos después de su deportación, Ellis planificó su visita desde hace más de dos meses a través de contactos privados, pero también tuvo amplios intercambios con fuentes oficiales como el embajador de Nicaragua en Washington, Francisco Campbell, el secretario de la presidencia Paul Oquist, y el presidente de la Autoridad del Canal Interoceánico, Manuel Coronel Kautz, con quien tenía concertada una entrevista. El gobierno de Nicaragua estaba plenamente informado de su visita, que también fue notificada por su embajada a través de los canales diplomáticos.
Ellis arribó al Aeropuerto Augusto C. Sandino el lunes a las 11:45 de la mañana y presentó su pasaporte oficial ante el control migratorio. “Me preguntaron el propósito de mi visita, y respondí que soy profesor investigador del Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra”, explicando que venía a realizar entrevistas sobre el proyecto del gran canal. “Me admitieron con conocimiento pleno de lo que vine a hacer”, dijo Ellis, aunque horas después fue rechazado por funcionarios que se identificaron como miembros de la dirección de Migración y Extranjería.
A las 6:30 de la noche, Ellis asistió a la exposición fotográfica “De Mil en Mil”, organizada por el “Consejo Nacional en Defensa de la Tierra, el Lago y la Soberanía”, en el Centro Cultural Pablo Antonio Cuadra, de Hispamer, en ocasión de los tres años de la aprobación de la concesión canalera, pero descartó que esto haya tenido algo que ver con su expulsión. “Yo no asistí a una protesta, fui a una exposición fotográfica en la que asistieron líderes de grupos que se oponen al canal, pero mi objetivo como académico era conocer los distintos puntos de vista, sin abogar por ningún proyecto”, explicó.
Cuando ya descansaba en su habitación, después de las once de la noche, tres oficiales uniformados, presuntamente de la dirección de Migración, lo citaron al lobby de su hotel. “Me notificaron que el gobierno no había autorizado mi entrada al país para realizar entrevistas sobre el canal, y que para eso necesitaría una autorización oficial”, relató Ellis, y agregó que “me invitaron a salir del país a las 5:00 a.m. y que tenía que irme con ellos al aeropuerto”, añadió. “Yo les ofrecí irme en taxi, me dijeron que no”, detalló, y precisó que un oficial del gobierno permaneció haciendo guardia en la puerta de su habitación.
Según Ellis, a pesar de que les pidió identificarse, ninguno de los oficiales que lo deportaron le mostró alguna una credencial o citó el articulado de la ley en base a la cual procedieron en su contra.
En horas de la madrugada del martes, Ellis fue acompañado por funcionarios de la embajada de su país, para asegurar que los oficiales de migración lo trasladaban al aeropuerto. “Le agradezco a los colegas de mi embajada”, resaltó.
Reflexionando sobre su expulsión de Nicaragua, el académico dijo sobre el proyecto canalero, que “la atracción del capital internacional depende de la transparencia y de la falta de miedo para los inversionistas. Le deseo lo mejor a Nicaragua, y me voy con el concepto de que hay factores que pueden generar incertidumbre y hasta miedo en los inversionistas. Voy a seguir investigando sobre China y el canal, porque es un tema relevante”, concluyó.
Cenidh: “espionaje institucionalizado”
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) condenó la expulsión de Ellis. La directora del organismo, Vilma Núñez, observó que lo “extraño” del caso es que el académico entró al país y se registró en el hotel, pero cree que de alguna manera se reportó su asistencia al foro sobre el proyecto del canal. “Esto te revela que en Nicaragua hay un espionaje institucionalizado”, valoró Núñez.
La defensora de los derechos humanos lamentó que la expulsión de académicos, investigadores e incluso defensores de derechos humanos, “es ya una práctica reiterada del gobierno”.
“Para nosotros esto es parte de un esfuerzo desesperado del gobierno para que no se sepa lo que está pasando. Esa es una característica de gobiernos antidemocráticos y oscuros y tiene la misma lógica de la negación de la observación electoral”, aseguró la directora del Cenidh.
Académicos y científicos nicaragüenses aseguraron a Confidencial que para realizar investigaciones en Nicaragua no se necesita ningún permiso específico y por lo tanto no se explican la razón por la cual Ellis fue expulsado.
El doctor en biología molecular y directivo de la Academia de Ciencias de Nicaragua, Jorge Huete, afirmó que el único límite que él conoce son los requisitos para el ingreso en áreas protegidas, “que de hecho son recomendaciones universales, pero en general no hay ninguna condición ni se necesita ningún permiso, así como los nicaragüenses también podemos ir a otro país a realizar trabajos o investigaciones”, comparó.
Huete expresó su solidaridad y la de la Academia con el experto norteamericano.
El científico y ambientalista Jaime Incer Barquero también afirmó que a Nicaragua “vienen centenares de investigadores” y que no se necesita ningún permiso. “Me imagino que cómo el tema (del canal) es muy sensible, alguien se pudo molestar por eso, no sé”, opinó Incer, quien por su parte ha alertado sobre los daños que las obras del canal puedan causar en el lago Cocibolca.
16 extranjeros expulsados
Con la expulsión de Ellis, suman al menos 16 los extranjeros expulsados de Nicaragua por el gobierno de Ortega. El primero fue el misionero de origen italiano Alberto Boschi, a quien en junio de 2010 le cancelaron su nacionalidad nicaragüense.
Luego, en noviembre de 2012, fue el periodista y cineasta sueco, Peter Torbiörnsson, quien realizó el documental Good Bye Nicaragua, en el cual relató la operación terrorista de la Penca y cuestionó al exministro del interior, Tomás Borge.
Cuatro meses después, en marzo de 2013, fue deportado Mateo Cardella Costa, hijo de Francesco Cardella, nombrado embajador de Nicaragua en Arabia Saudí. El joven señaló a Néstor Moncada Lau de quererse quedar con una propiedad que él buscaba como su herencia tras el fallecimiento de su padre.
Dos meses después, en mayo, corrió una suerte similar el fotoperiodista chileno de la Agence France-Presse (AFP), Héctor Retamal, bajo la acusación de que violó la ley de migración. A Retamal lo detuvieron cerca de la residencia presidencial cuando se dirigía a dar cobertura a un encuentro entre Ortega y el ministro de Relaciones Exteriores de Palestina.
En mayo de ese año, también el exgobernador venezolano del estado Carabobo, Henrique Fernando Salas Feo, y el diputado Carlos Berrizbeitia, informaron que en Nicaragua le retuvieron su pasaporte en el aeropuerto nicaragüense adonde habían viajado con motivo de una gira junto con otros parlamentarios latinoamericanos y europeos. Salas dijo que tras tres horas retenidos en el aeropuerto, las autoridades les pidieron dejar el país.
Ese año, también fue deportado Carlos Ariñez Castel, pareja de Zoilamérica Narváez, hija de la primera dama Rosario Murillo. El 25 de junio, Murillo le comunicó a su hija la decisión de la expulsión. Migración dijo que al boliviano se le venció su período legal.
Otra deportación fue la de la ciudadana y periodista belga Michèle Sennesael, en diciembre de 2014, quien realizaba un reportaje sobre el canal interoceánico y las afectaciones que produciría en su ruta.
En febrero de 2015, el gobierno tampoco permitió el ingreso del estadounidense Jason Glaser, director de la Fundación Isla que ha denunciado las condiciones de trabajo en que laboran miles de cortadores de caña y el caso de los enfermos de Insuficiencia Renal Crónica (IRC).
Luis Carlos Buob, miembro del Centro por la Justicia y Derecho Internacional, también fue regresado a Costa Rica en mayo de ese año, por “decisión soberana” del país. En Migración le dijeron que lo investigaban por narcotráfico, lo arrojaron al suelo, le decomisaron sus celulares. Este abogado acompañó al Cenidh en la audiencia en marzo que se realizó en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para abordar el tema del canal interoceánico. Similar ocurrió con Marta González, miembro del Cejil.
También ese año se le impidió el ingreso al caricaturista francés Jules Berjeaut, conocido como Jul, quien tenía previsto participar en el panel Humor Frente a la Barbarie, en el evento Centroamérica Cuenta, organizado por el escritor Sergio Ramírez. A Jul no le dieron ninguna explicación.
Más reciente, en enero de este año, las artistas del colectivo boliviano TransformArte, Liz Morales e Irumaki Cárdenas, denunciaron que autoridades de Migración y Extranjería del Aeropuerto impidieron su ingreso sin brindarles una razón oficial y afirmaron que los oficiales intentaron cobrarles más dinero del establecido por las leyes nicaragüenses.
En febrero, el expulsado fue el director regional de la organización de derechos humanos y democracia Freedom House, Carlos Ponce, quien llegaba a Nicaragua para reunirse con personal de la embajada de Estados Unidos, organizaciones de derechos humanos y de la sociedad civil.