29 de abril 2016
Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir
Francisco de Quevedo
¿El COSEP es quien rebaja, a dedo, la tarifa eléctrica? No, no es así. El orden jurídico no lo prevé.
¿Entonces, por qué el COSEP se inmiscuye en lo que no le compete, como si la tarifa eléctrica fuese parte de sus funciones? En ningún lugar del mundo, una cámara de generadores negocia con el Ente Regular el cambio de tarifas eléctricas, en la medida que las tarifas obedecen a procesos transparentes, matemáticos, cuya eventual transgresión constituiría un delito grave.
Aquí, el absolutismo caprichoso de Ortega induce algún grado de anarquía majadera en las funciones del Estado, y ello atrae a ciertos aventureros a pescar en agua turbia.
La mal llamada Cámara de Energía – invento de César Zamora -, y el COSEP, ofrecieron en los medios de comunicación un descuento tarifario en la energía eléctrica similar al del trimestre anterior (que fue del 4 %), porque el ahorro en la factura petrolera en este período trimestral, explicaba Zamora, era igual al período anterior, 40 millones de dólares.
La tarifa eléctrica se define conforme a tendencias de variables energéticas, no por períodos trimestrales
Zamora y el COSEP pretenden que los cambios de tarifa sean trimestrales. Cualquiera con conocimientos básicos de tarifa sabe, como veremos más adelante, que el ahorro de un trimestre en la factura petrolera no determina un cambio tarifario.
O sea, que para desencadenar el cambio de tarifa se debe adoptar, dentro de una tendencia, un valor límite del costo promedio de una variable energética (por ejemplo, un salto mayor del 30 % en el precio medio del barril de petróleo, tomado como referencia en el período correspondiente a dicho patrón estadístico, dentro de la tendencia).
En otros términos, sería una verdadera tontería que la tarifa eléctrica experimente cambios, en periodos trimestrales, por cada onda parcial del ciclo que, conforme al patrón de evolución de los mercados, simulados con base a la teoría de ondas de Elliot, muestra unas ondas a favor y otras en contra de la tendencia. Se experimentarían alzas y bajas de la tarifa, por no aguardar dentro de un rango de tolerancia, desvíos positivos y negativos que se saldarían al final del impulso tendencial.
La demanda general de la población - incluidas algunas cámaras del COSEP - consiste en que la tarifa refleje todos los ahorros obtenidos, no en esperar del COSEP, por desconocimiento del tema, descuentos imaginarios trimestrales.
Expectativas irresponsables creadas por el COSEP
A pesar de las expectativas creadas imprudentemente por el COSEP, el descuento en las tarifas anunciado por el INE, luego del cálculo correspondiente, fue tan sólo del 1 %. En este caso, la mentira del COSEP tuvo piernas cortas, y la incompetencia de Zamora en el tema tarifario quedó de manifiesto (y no se vale).
Ortega, por su lado, ha cometido un grave error de neuro marketing. En política, la promesa sonsa, si es un engaño descubierto de inmediato, no se olvida jamás. Esta publicidad falsa sobre la reducción de la tarifa eléctrica produce en el cerebro humano una conducta airada. Ahora, ese descuento miserable ordenado por Ortega, que el COSEP irresponsablemente anunciaba más sustancioso, lo percibe la población como un insulto.
Otro insulto mayor, de neuro marketing errado, es el gasto clandestino de ochenta millones de dólares en la compra de 50 tanques T-72 b1 para el ejército, cuando las condiciones de existencia y las amenazas para la población empeoran. Este rearmamento con 50 vehículos blindados de combate, obedece, por lógica, a la idea de recuperar a cañonazos las ciudades del pacífico en una eventual guerra civil.
El COSEP, autoridad incompetente de facto, en el modelo de la industria eléctrica
El desorden institucional creado por Ortega, permite que Zamora opine oficialmente no sólo como si fuese un experto, que no lo es, sino, lo que es peor, como si fuese una autoridad de facto dentro del modelo de la industria eléctrica. Restándole seriedad a las normas del sector que regulan el procedimiento matemático del cálculo tarifario.
A la pregunta central:
¿Por qué, si el ahorro en la factura petrolera es similar al del trimestre precedente, 40 millones de dólares (cuando la reducción tarifaria se estableció en 4 %), ahora apenas alcanza para 1% de reducción?
Zamora, aun cuando el INE se lo explicara en tres reuniones, manifiesta que con cada descuento (del 10, del 4, y del 1 %) el precio de referencia de 240 dólares el MWh, pasó a 220, 211, 209 respectivamente. Así –dice Zamora- el bolsón se fue haciendo menor. Luego, concluye: por ello, el descuento fue del 1 %. Y agrega, sin la menor vergüenza: ¡Nicaragua necesita más Daniel Ortega!
Lo que él llama reducción del bolsón, es aquella parte de la factura petrolera que se ha visto reducida por la baja del precio del petróleo, y que la tarifa ya no debería recoger en el precio de la energía (pero, de la cual, aún recoge más del 53 % para entregárselo a la deuda con Caruna y al llamado fondo para la pobreza).
Evidentemente, el llamado presidente de la cámara de generadores no entendió nada de la explicación que le hizo INE en tres reuniones. Y confunde la política con una zalamería indecente.
El porcentaje de descuento tarifario, depende de un incremento en los ahorros de compras de energía. Es matemática simple. Una disminución ulterior en el Precio Medio de Compra de energía exige ahorros de costos mayores a los obtenidos en el trimestre precedente. Si los ahorros fuesen los mismos, el Precio Medio de Compra también sería el mismo. Y la tarifa, obviamente, también permanecería igual. A la fecha, Zamora balbucea desatinos.
¿Qué produce un incremento de los ahorros en la compra de energía por la distribuidora?
El posible ahorro ulterior, en las compras de energía de la distribuidora, obedece a dos factores:
Primero, a un mayor volumen de energía barata. En el trimestre anterior, esta relación fue más favorable para la tarifa, 48 % de energía térmica barata, 52 % de energía renovable (artificialmente cara). En este trimestre, la relación entre ambas energías ha sido desfavorable, 30 % térmica y 70 % renovable.
Segundo, el ahorro depende de una ulterior baja del precio del petróleo respecto a 35 USD/BB, usado por INE como precio de referencia para calcular el actual pliego tarifario (con el 14 % de reducción tarifaria). En estos primeros cuatro meses de 2016, el precio promedio del petróleo WTI ha sido de 34.57 USD/BB. Muy similar al precio de referencia usado por INE (aunque en abril el precio promedio tiende a incrementarse, hasta 39.98 USD/BB).
En consecuencia, de ambos factores resulta una variación insignificante en los costos de compras de energía en este trimestre. Y, por lo tanto, una variación tarifaria también insignificante (a menos que se le adjudiquen a la tarifa los ahorros que se entregan a la deuda con Caruna y al Fondo de combate a la pobreza).
Se deduce de lo anterior, que estos meses, Zamora y el COSEP debieron callar sobre el tema tarifario. Mark Twain aconsejaba: Es mejor permanecer callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente.
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El autor es ingeniero eléctrico.