18 de abril 2016
Algunas horas antes de redactar esta nota, se celebraba en Cuba el VII Congreso del Partido Comunista Cubano (PCC, único -como lo escriben varios medios-).
Raúl Castro, el primer mandatario de la isla y por si necesita alguna presentación, eliminaba las esperanzas de quienes apostaban hoy por la legalización de otros partidos políticos. Específicamente, Castro dijo: “tenemos un partido único y a mucha honra (…) por ello no es casual que se nos ataque y se nos exija, para debilitarnos, que nos dividamos en varios partidos en nombre de la democracia burguesa”.
Toda esta información la extraje del medio digital que lidera Yoani Sánchez. Ella es periodista y la fundadora de 14ymedio. Opera en Cuba con conexiones de Internet infinitamente lentas (tuitean y publican por e-mail) y generan una versión en PDF que circula clandestinamente los viernes en CD, pen drives y discos duros externos que se esconde la gente en los bolsillos. Lo anterior, claro está, dadas las condiciones políticas de la isla, bien reflejadas por Castro en su discurso de hoy.
Diariamente, Yoani y su equipo informan al pueblo cubano sobre la realidad de su país, desde una perspectiva distinta. Ella relata que los ciudadanos se reúnen en las pocas zonas wifi públicas que hay, para ponerse al día con 14ymedio y el internet para leer, entre otras cosas, a cómo están los productos en los mercados o ferias:
“En un país donde es tan difícil comprar comida, donde el gobierno no puede confesar que una libra de frijoles cuesta el salario de una jornada, la gente no tiene acceso a la información de cuánto cuestan los productos de manera pública. Creamos una sección de mercado y una vez a la semana actualizamos seis mercados a lo largo de la isla con la información de los productos”, explicó Yoani a su audiencia durante un simposio de periodismo digital en Austin, Texas.
En un ejercicio de periodismo de datos puro, incipiente en Cuba según Yoani, 14ymedio diseñó un índice de gran valor para el consumidor. Según la sección y la ponencia, un trabajador (al 12 de abril de 2016) tiene que pagar el salario de dos días, 50 pesos cubanos, por una libra de carne de cerdo sin hueso.
“Es ese producto al que todos aspiran comprar y que marca la delgada línea entre los más pobres y los que tienen un poco más de dinero en el bolsillo. ¿Quién me inspiró a esta idea? Mi madre. Ella trabajó muchos años como taxista y cuando yo hablo con mi madre y le menciono términos como democracia, derechos humanos, libertades, ella escucha pero tres minutos después me dice ‘sí, sí, pero me duele la cabeza’. Pero cuando yo le digo a mi madre el por qué tiene que pagar dos días de salario por una libra de carne de cerdo sin hueso, ella concluye ‘este país tiene que cambiar'”.
Con esto los dejo, invitándoles a reflexionar un rato no solo acerca de cómo estamos viendo el acceso a los alimentos en cada uno de nuestros países, sino cuánta y qué tipo de información tenemos sobre ellos. A la larga, les dejo con una reflexión sobre la comida: un tema político.
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