17 de abril 2016
La oposición alcanzó este domingo por la noche, en el pleno de la Cámara de Diputados, los 342 votos necesarios para que prosiga el proceso contra la presidenta Dilma Rousseff, con lo que el Senado decidirá si inicia un juicio con miras a su destitución.
Los promotores del proceso alcanzaron la preceptiva mayoría de dos tercios de los votos cuando aún no se habían pronunciado los 513 diputados y estallaron en algarabía al grito de "Fuera Dilma", en medio de las protestas del oficialismo que respondía "no habrá golpe".
"Cuanta honra me reservó el destino para dar este grito en nombre de todos los brasileños", dijo el diputado Bruno Araújo, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el anunciar el voto que le garantizó la victoria a la oposición.
En medio del alborozo y las lágrimas de algunos diputados del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), la votación continuó en medio del festejo opositor, que se replicaba en las calles de decenas de ciudades del país, en las que el resultado fue seguido por fuegos artificiales y el mismo grito: "Fuera Dilma".
El próximo paso del proceso estará en manos del Senado, que a partir del martes iniciará los trámites para decidir si se abre el juicio político contra Rousseff, lo cual puede ser definido en unos veinte días.
La votación en la Cámara baja estuvo precedida de debates que se celebraron en forma ininterrumpida desde el pasado viernes y en los que la oposición ya había insinuado que contaban con los votos necesarios para aprobar el proceso.
Si el pleno del Senado respalda la posición de la Cámara de Diputados, Rousseff será sometida a un juicio político con fines de destitución y deberá separarse del cargo durante un plazo de 180 días, que será el tiempo que tendrá la Cámara Alta para el proceso.
En ese período, su cargo será ocupado por el vicepresidente Michel Temer, líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que hace dos semanas rompió con el Gobierno y decidió apoyar el proceso con miras a la destitución de Rousseff.
Inicia votación en Cámara baja
Fotorreportaje | Hoy el Congreso de Brasil decide sobre la destitución de Dilma Rousseff https://t.co/eXekGTYnt8 ¿Cómo llegamos hasta aquí?
— EL PAÍS América (@elpais_america) April 17, 2016
El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, declaró este domingo abierta la votación en que se decidirá si el proceso con miras a la destitución de la mandataria Dilma Rousseff llegará a la instancia definitiva del Senado. Cunha, declaró la sesión abierta "sobre la protección de Dios y en nombre del pueblo brasileño", en medio de gritos de "Fuera Dilma", coreados por los promotores del proceso, y del "no habrá golpe" del oficialismo.
Cunha pasó la palabra al diputado Jovair Arantes, quien como instructor de una comisión especial que analizó el mérito de las acusaciones se inclinó por recomendar que el proceso continúe. Arantes tendrá media hora para pronunciarse ante el pleno y luego intervendrán los jefes de los grupos con representación en la Cámara de Diputados, para luego procederse a una votación que se prevé que acabará alrededor de las 9 pm hora local.
La decisión está en manos del pleno de 513 diputados, en el que se necesita una mayoría calificada de 342 votos para que el proceso sea remitido a la Cámara alta, que definiría si Rousseff finalmente responderá a un juicio político que le puede costar el cargo. Las previsiones de la Cámara baja dicen que cada diputado no se tomará más que 30 segundos para votar, por lo que el trámite debería durar al menos unas cuatro horas y media.
Câmara lotada para votar o #impeachment: 508 dos 513 deputados em plenário. pic.twitter.com/xXgHmVKDUF
— Carol Pires (@pirescarol) April 17, 2016
Esta sesión fue precedida por debates que comenzaron la mañana del viernes, se prolongaron en forma ininterrumpida durante casi 43 horas, en las que intervinieron 389 diputados.
Para que el proceso llegue al Senado, que tendrá la palabra final sobre la eventual apertura de un juicio político contra Rousseff, la oposición necesita una mayoría calificada de 342 votos entre los 513 posibles.
Si el proceso avanza, el Senado deberá pronunciarse y decidir si acepta las acusaciones e instaura el juicio político. En ese caso, Rousseff sería separada del poder durante 180 días, que sería el plazo que el Senado tendría para realizar el trámite que pudiera concluir con su destitución.
Durante ese período, el lugar de Rousseff sería ocupado por Temer, quien rompió sus relaciones con la mandataria y ha dedicado las últimas semanas a consultas sobre lo que sería su posible Gobierno dado que si se llega a la destitución le tocará completar el mandato que acaba el 1 de enero de 2019.
La presidenta Dilma Rousseff es acusada de incurrir en maniobras contables ilegales para maquillar los resultados del Gobierno en 2014 y 2015, modificar presupuestos mediante decretos y acumular deudas y contratar créditos con la banca pública.
Rousseff, a la espera la votación de la Cámara de Diputados
Mientras tanto, la presidenta Dilma Rousseff mantuvo este domingo su rutina diaria y espera en su residencia del Palacio da Alvorada, acompañada por sus ministros más próximos, la crucial decisión de la Cámara de Diputados sobre la apertura de un juicio político en su contra.
Rousseff, según la estatal Agencia Brasil, salió temprano en la mañana a realizar su habitual recorrido en bicicleta por los alrededores de la residencia oficial, aunque el trayecto acostumbrado fue desviado por la presencia de periodistas. La mandataria evitó encarar las cámaras y se limitó a darle un "buenos días" a los reporteros y el trayecto, que normalmente realiza en cincuenta minutos, fue hoy acortado a quince.
En el desvío de ruta, Rousseff pasó frente al Palacio do Jaburu, residencia oficial del vicepresidente Michel Temer, líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), la mayor formación en el Congreso y que abandonó la base aliada al Gobierno.
Según la información, la jefa de Estado almorzó con su antecesor y mentor político Luiz Inácio Lula da Silva y seguía el desenlace de las tres sesiones sobre la apertura del juicio político en la Cámara de Diputados con los ministros más próximos de su gabinete.
Independiente del resultado, Rousseff o un alto portavoz del gobierno deberá pronunciarse después del proceso de votación que debe terminar al final de la noche de este domingo. En la agenda oficial de Rousseff para este domingo no constan compromisos.
Brasileños se toman las calles
Miles de personas comenzaron a tomar este domingo las calles de decenas de ciudades de Brasil unas horas antes de que la Cámara de Diputados inicie una votación que decidirá si el juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff llega al Senado.
Las primeras manifestaciones, tanto a favor como en contra de una posible destitución de Rousseff, ocurrieron en la ciudad de Belén, capital del norteño estado de Pará, donde ambos bandos sacaron a las calles a miles de personas.
Al mismo tiempo, comenzó a llenarse la avenida Atlántica, en la playa de Copacabana, que será el corazón de las movilizaciones en Río de Janeiro y que por razones de seguridad serán hechas por la mañana por la oposición y por la tarde por el oficialismo.
En Brasilia, miles de personas comenzaron a acercarse también a los jardines centrales de la Explanada de los Ministerios, avenida en cuyo extremo se sitúa el Congreso, en el que a partir de las 2:00 pm hora local se prevé que comenzará la votación.
El tránsito de vehículos en esa avenida está cerrado desde la mañana del viernes y sus amplios jardines centrales fueron divididos por una enorme valla, de casi un kilómetro de longitud y dos metros de alto, que separará "ideológicamente" a los manifestantes.
En el lado izquierdo, mirando hacia el Congreso, se ubicarán los movimientos sociales y sindicatos favorables a Rousseff, mientras que el otro flanco será ocupado por quienes apoyan la destitución, más identificados con el centro y la derecha.
Las mayores manifestaciones, sin embargo, se esperan para esta tarde en Sao Paulo, la ciudad más poblada del país y el centro neurálgico del mundo de los negocios y las finanzas, donde también habrá concentraciones tanto a favor como en contra de Rousseff.