9 de marzo 2016
Luego de seis años de promesas, el proyecto hidroeléctrico Tumarín pasó de ser la (futura) ‘joya de la corona’ en la industria de generación eléctrica del país, para convertirse en un lastre. Un muro de incertidumbre que no permite saber con certeza, qué será del desarrollo energético del país.
“Tumarín es uno de los secretos más grandes del país. No sabemos si el proyecto se va a ejecutar o no. Lo que sí es cierto, es que está deteniendo la inversión en el país. Ellos compraron tierras, firmaron los acuerdos de compraventa de energía, pero no vemos los tractores removiendo la tierra”, dijo César Zamora, presidente de la Cámara de Energía de Nicaragua, durante un panel en el que se discutió las perspectivas energéticas del país.
El evento, que fue coauspiciado por el Consejo de las Américas, el Consejo Superior de la Empresa Privada, (Cosep), y la recientemente formada Cámara de Energía, sirvió también para conversar sobre las expectativas del país en el terreno económico, en especial al ver cómo están cambiando los mercados mundiales y las realidades geopolíticas del continente.
Siempre en referencia a Tumarín, Zamora recordó que el sistema contaba con la energía hidroeléctrica de Tumarín a partir del 2018 o 2019, “pero esa energía ya no entrará en el tiempo establecido, y habrá que sustituirla por otra que es más cara. Necesitamos que la nueva energía [a producir], sea más barata que la que sale”, demandó.
Por su parte, el economista Mario Arana, con amplia experiencia en el sector energético, dijo que el país necesita discutir cómo abaratar la energía disponible, de modo que el sector llegue a ser fuerte y competitivo y ayude en el desarrollo del país. “En ese proceso, es importante saber si Tumarín va o no va”, detalló.
Confidencial buscó a Roberto Abreu, gerente general de Centrales Hidroeléctricas de Nicaragua (CHN, empresa concesionaria del proyecto), pero en su oficina dijeron que no estaba disponible.
Una fuente del sector dijo a Confidencial que el futuro de Tumarín estaba ligado al futuro político de la presidenta de Brasil, Dilma Rouseff, cuya administración se encuentra en entredicho, a causa del escándalo de corrupción gubernamental conocido como ‘Lava Jato’. “No creo que pase nada con el proyecto, mientras eso no se resuelva en Brasil”, añadió.
El administrador de un proyecto de generación eléctrica, que conoce la versión que asegura que hay negociaciones entre CHN y Albanisa para ‘vender’ el proyecto, confió a esta publicación que le parecería lógico que hubiera ese tipo de movimientos. “Yo me imagino más bien a los de Tumarín buscando a Albanisa, que es la empresa dueña de los proyectos eléctricos más recientes que se han abierto en el país”, explicó.