4 de marzo 2016
Organizaciones feministas y defensores de derechos humanos se plantaron frente a la embajada de Honduras en Managua, para exigir justicia al gobierno de ese país por el asesinato de la activista indígena Berta Cáceres, acribillada a tiros en la ciudad de La Esperanza, departamento occidental de Intibucá, donde residía.
Cáceres se destacó por ser una férrea opositora a la construcción de proyectos hidroeléctricos. Por su lucha en defensa de los recursos naturales, Cáceres, miembro de la etnia lenca y madre de cuatro hijos, recibió el Premio Medioambiental Goldman.
“Demandamos al Estado hondureño y a la recién creada estructura de la OEA, la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), que haya una investigación inmediata. No nos pueden venir a decir con que fue un delito común”, dijo Azahalea Solís, líder feminista nicaragüense.
En un pronunciamiento entregado a la embajada y leído en el plantón, 16 organizaciones nicaragüenses condenan la agresión a Cáceres y señalan al gobierno de Juan Orlando Hernández como cómplice y co-responble de la muerte de la activista.
“La comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ya había dictado medidas cautelares para proteger la vida de Berta, que el Estado Hondureño debía acatar. El gobierno nunca hizo nada para protegerla”, reza el comunicado.
Para la abogada del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), Wendy Flores, el hecho deja ver la grave situación en Honduras y la falta de protección hacia los defensores de Derechos Humanos en la región.
“Las organizaciones de Derechos Humanos estamos expuestas, los movimientos de mujeres, los movimientos ambientalistas. Nosotros creemos que cuando se protege a los defensores de derechos humanos se está protegiendo a la colectividad, en la medida en que no solamente nos representamos a nosotros mismos, sino a la sociedad”, expresó Flores.
Unas treinta personas portaban carteles denunciando el atroz asesinato y solidarizándose con los activistas del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), que Cáceres fundó, junto a otros líderes, en 1993. “Si tocan a una, nos tocan a todas”, gritaban en las consignas.
Las protestantes anunciaron que dedicarán el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, a la líder indígena hondureña.