22 de febrero 2016
Decenas de globos, encendidos y dispersos, confirmaron que el de Fernando Cardenal no sería un entierro común. Con lapiceros o marcadores, familiares, amigos y alumnos de este jesuita, grabaron mensajes en chimbombas que luego soltaron por el cielo de Managua, y que por el viento, rápidamente se convirtieron en puntos, rojos y lejanos.
“Fuiste la luz de mi vida”, se leía en uno.
“Te amo”, decía otro.
Los dejaron ir mientras gritaban “adiós padre”, entre cánticos y aplausos.
El cariño hacia el jesuita Fernando Cardenal se dispersa en el cielo. Así fue su despedida: @confidencial_ni pic.twitter.com/rT8deh6lYJ
— Anagilmara Vílchez (@AnagilmaraV) February 21, 2016
Al Cementerio General de Managua llegó apenas una parte de los cientos de asistentes, presentes la tarde de este domingo, en la Eucaristía celebrada en la Universidad Centroamericana. La misa fue presidida por el cardenal Leopoldo Brenes, el rector de la UCA, padre José Idiáquez, y otros miembros de la Compañía de Jesús.
Los músicos Luis Enrique Mejía Godoy, Norma Elena Gadea, Katia Cardenal y Luis Pastor dieron a la ceremonia el son de la Misa Campesina.
El ex ministro de educación, Miguel De Castilla enfatizó que los educadores de América Latina, están de luto.
“Fernando Cardenal deja un legado no solo para la educación nicaragüense, sino para la educación latinoamericana (…) Para mí el legado es de coherencia, un hombre como Carlos Fonseca, como el Ché Guevara, coherencia entre el decir y el hacer”, aseveró. La tarea ahora, dijo De Castilla, es seguir sus pasos.
Evitar la hipocresía, política y social, fue una de las características de Cardenal, aseguró el escritor Sergio Ramírez. “Siempre del lado de los pobres”, recordó.
En la vida del padre Cardenal primó la educación. Durante los ochenta, encabezó la Cruzada Nacional de Alfabetización, una campaña que enseñó a leer y a escribir a miles de nicaragüenses, principalmente a los que habitaban en los rincones del país. La campaña redujo el índice de analfabetismo de un 51% a un 12.9%. Dicha tarea, que involucró unos 100 mil voluntarios, obtuvo el reconocimiento de la UNESCO en 1981.
Él también presidió Fe y Alegría, un movimiento de educación popular y promoción social que cuenta con una red de 22 centros educativos en toda Nicaragua. Sus miembros se dedican a trabajar por el beneficio de los pobres, promoviendo valores como la justicia, equidad, libertad y fe.
Fernando Cardenal falleció por un fallo cardíaco la madrugada del 20 de febrero a los 82 años, tras permanecer por varias semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital capitalino.
En el entierro del jesuita se entonaron dos himnos: el de la Cruzada Nacional de Alfabetización y el de Fe y Alegría, alumnos y maestros de esta organización —que fue uno de sus grandes proyectos de educación— se conmovieron hasta las lágrimas al despedirlo.
“Siempre sabíamos que él había tocado a tantas personas en su vida (…) El amor hacia los pobres y la lucha por la justicia es universal”, concluyó su sobrino Fernando Cardenal.
---
Siga toda nuestra cobertura en los siguientes artículos:
Fallece Fernando Cardenal, sacerdote revolucionario.
Su opinión sobre celibato, aborto y homosexualidad.
Opinión: Para toda la vida, por Fco. Javier SANCHO MAS.