20 de enero 2016
Cuando pensamos en alimentación saludable, con frecuencia imaginamos platillos aburridos con poco o nada de sabor, hechos de "mucho monte". Por no querer alimentarnos como conejos, seguimos la misma rutina de siempre, incorporando a regañadientes algunos vegetales y recetas que no convencen a nuestro paladar.
Comer saludable no significa imponernos limitaciones dietéticas, permaneciendo irrealmente delgados o privándonos de alimentos que nos gustan. Se trata de sentirnos bien y de tener más energía, lo que mejora nuestra perspectiva y estabiliza nuestro estado de ánimo. También es cierto que comer bien ayuda a mantener un peso saludable y evitar ciertos problemas de salud, pero es oportuno considerar que una dieta tiene efectos profundos en nuestra sensación de bienestar.
Múltiples estudios han demostrado que consumir carnes procesadas, comida rápida y bocadillos azucarados causan o están relacionados con una mayor tasa de depresión, estrés, trastorno bipolar y la tan famosa "ansiedad Occidental". La mala alimentación juega, además, un papel vital en el desarrollo de trastornos de salud mental como el déficit de atención, Alzheimer y Esquizofrenia, o el aumento del riesgo de suicidio en los jóvenes.
Es cosa seria.
Dicho lo anterior, aclaro que crear hábitos alimenticios es aún más importante que consumir aquellos alimentos que tienen efectos positivos en nuestro cuerpo y mente. A medida que los pequeños cambios se convierten en hábitos, podemos seguir añadiendo más opciones saludables. Les comparto una serie de consejos que ayudarán a lograr su cometido, sin sentir que están saltando un muro demasiado alto.
Prepárese para el éxito
Enfocarse en pasos pequeños y manejables. Por ejemplo, en lugar de hacer cambios drásticos, agregar una ensalada una vez al día. O bien, agregar una bebida saludable en la mañana y una en la tarde o después de hacer ejercicio. Cada vez que se toma la bebida, está reforzando su compromiso de cuidar mejor de si mismo. ¡Comportamientos repetidos crean hábitos!
Pensar colores y no en calorías
En lugar de preocuparse demasiado por contar calorías, es mejor pensar en lindas mezclas de colores de alimentos frescos y saludables. Concéntrese en evitar los alimentos envasados y procesados, y opte por ingredientes recién cosechados.
Lea las etiquetas: es importante saber qué hay en nuestros alimentos. Los fabricantes suelen ocultar grandes cantidades de grasas no saludables y azúcar, incluso en prpductos que dicen ser saludables.
Preste atención en cómo se siente después de comer
Esto ayudará a crear una mente consciente de lo que está ingiriendo. ¿ Se sienta incómodo o drenado de energía?¿Tiene una sensación de balance y satisfacción?
Beber abundante agua
El agua ayuda a eliminar de nuestros sistemas productos de desecho y toxinas. Sin embargo, muchas personas pasan todo el día deshidratadas y por eso siempre se sientan cansadas, sin energía y con dolores de cabeza. Agregue limón o pepino en rebanadas para que la bebida sea refrescante.
Más consejos en los siguientes posts.
¡Hasta la próxima!