7 de enero 2016
Hace menos de un mes capté esta imagen: El Circo de Renato paseaba un domingo, a pleno mediodía, en la ciudad de Nandaime, Granada, a un elefante en un trailer. Invitaban al espectáculo de la noche. El animal era exhibido bajo un sol que hacía marcar el termómetro a más de 34 grados. Pero más que el calor, el animal se miraba atemorizado y extenuado ante la música de los parlantes y los carros de la ciudad. Apenas comía un pasto seco disponible mientras era transportado. Visiblemente, el elefante está flaco. Cuando no es paseado, permanece en un pequeño encierro debajo de un toldo, igual que otros tristes animales salvajes usados para la función. El circo ya ha dejado Nandaime y se ha llevado consigo al paquidermo.