14 de diciembre 2015
En Costa Rica conocemos a doña Doris como chef, mujer de familia y empresaria. Un círculo de deportistas la ha visto trotar tempranito en el Parque de La Sabana. Quise averiguar si había algún secreto para mantenerse saludable.
Muchas personas que conozco -me incluyo- nos ponemos excusas (en algunas etapas más que en otras) para comer demás, dejar el ejercicio o todas las anteriores. Con doña Doris aprendí que es posible mantenerse alineado con los buenos hábitos a pesar de todo el trajín y aún, como ella, trabajando con comidas deliciosas enfrente todos los días.
Reúno en este post sus secretos que, estoy segura, nos serán de utilidad:
- Comienza el día con ejercicio. “Para mí ya es un hábito. Jamás me pregunto si quiero levantarme a hacer ejercicio o no”. Alterna trotar al aire libre con sesiones de pilates y pesas. Ah, y no descansa el fin de semana.
- Escucha a su cuerpo. “A veces voy a La Sabana y siento que mi cuerpo no quiere hoy, entonces descanso”. Nos dice que esos días pasa “apagada” y no tiene la misma energía que cuando se ejercita, pero que tampoco se siente mal o culpable.
- Reconoce que ejercitarse le permite comer variado y sin limitaciones exageradas. “Yo no soy de dietas locas”. Cree en el principio de que uno controla la comida y no la comida a uno. Ejercitarse es parte de ello.
- Hace tiempos de comida completos: “Almuerzo con una proteína, me sirvo un buen plato de ensalada y algún picadillo de verduritas frescas”. Desayuna frutas locales de temporada y toma café por la tarde con alguna pequeña repostería. Las cenas varían dependiendo de su agenda social.
- Aplica la moderación cuando hay actividades. “Si yo sé que tengo algo en la noche, no me como la repostería de la tarde. Sustituyo un poco”. En la actividad procura comerse una cosa de cada ítem. Cree fielmente en servir en pequeños formatos para probar de todo, con moderación.
- No cree en la culpa. “Usted tiene que comer de todo. Cómase el pedazo de queque y no se sienta culpable. La comida no es veneno; el exceso de comida es veneno”. Si ella ‘peca’ el fin de semana, ejercita con más intensidad los días siguientes.
- Varía y es creativa en la cocina: “En mi casa cocino con hierbas naturales y si tengo que usar un poquito de mantequilla, lo uso. No creo en esos lugares donde se dice ‘los lunes se come olla de carne’ porque el paladar se aburre de comer lo mismo siempre”.
- No usa endulzantes agregados: “Tomo el café sin azúcar y no uso edulcorantes de ningún tipo. Sólo porque no me gusta el agua después del ejercicio tomo refrescos con edulcorante”.
- Evita tener algunos productos en la casa: “En mi casa no hay nada que venga en bolsita y suene. Tampoco hay chocolates”. Mantiene semillas que consume en porciones pequeñas cuando tiene un antojo.
- Utiliza la balanza para autocontrolarse. “Me peso casi todos los días pero no es una obsesión. Es para control de mí misma, para no excederme”. Confiesa que tiene ropa que le ha durado años y que los aumentos de peso ocasionales -de 4 o 5 libras- los baja rápidamente.
Y de bono… sólo porque fue mucha información, algunos consejitos saludables que nos dejó de camino:
- Haz tus compras en el mercado o a la feria.
- Prueba los pequeños formatos para servir en las actividades.
- No piques todo igual en el picadillo para estimular el paladar.
- Usa las semillas en las preparaciones para dar textura.
- Prueba cosas nuevas para la ensalada: en vez de repollo, mostaza china. Si el tomate está caro y la espinaca barata, inclínate por la segunda y haz algo distinto.
- Ten a mano siempre queso blanco. Es útil para algunas meriendas.
- Confía en el BBQ o la parrilla para cocinar en los paseos.
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