9 de diciembre 2015
En octubre de 2005, Daniel Ortega Saavedra, candidato a la Presidencia de la República por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), concedió su última entrevista al periodista Carlos Fernando Chamorro, para el programa de televisión Esta Semana. Ortega había perdido el poder quince años atrás, e intentaba por tercera vez consecutiva regresar a la Presidencia, con el incentivo de una reforma constitucional que bajó el umbral de votos para ganar en primera vuelta del 40 al 35%.
El otrora líder de la oposición funcionaba además como un factor de poder que negociaba a dos bandas: por un lado con el Presidente Enrique Bolaños Geyer (2001-2007), y por el otro con el expresidente Arnoldo Alemán Lacayo (1997-2001), quien se encontraba procesado por corrupción.
La entrevista fue trasmitida el 16 de octubre de 2005 en Canal 8, y con autorización de Esta Semana fue reproducida en el Canal 4, controlado entonces por Ortega y el empresario Ángel González. Ortega prometió más democracia si volvía al poder y habló de “quebrar” el sistema presidencialista para dar “más poder” al pueblo. Ahora, Ortega lleva nueve años gobernando, con dos períodos presidenciales continuos, marcados por la concentración del poder y el desmontaje del Estado de Derecho y del sistema de separación de poderes. CONFIDENCIAL reproduce un fragmento de aquella conversación.
Hace un par de días dijo usted que el pacto con Alemán ya no tiene razón de ser, y ya se terminó. ¿Qué quiso decir con eso?
Eso en referencia con el tema este de las reformas. Es decir, teníamos un acuerdo, que le llaman pacto, pero teníamos un acuerdo y es que las reformas estaban vigentes y había que aplicarlas ya, pero como no logramos hacer un consenso para cortar este nudo, porque se convirtió realmente en un nudo que vino a tensionar al país, nosotros no estábamos interesados ya en cortar el nudo, tampoco estamos desesperados por ocupar el cargo.
Quiere decir entonces, Comandante, que van a cortar el control partidario que hay sobre la Corte Suprema de Justicia, sobre el Consejo Supremo Electoral y sobre la Contraloría, porque a eso es que la gente llama el pacto.
Mirá, la gente no es la que le llama el pacto, la gente no es la que ha salido con el término pacto. Yo diría, aquí hay intereses políticos de los que no están en los poderes del Estado y que no han logrado encontrar los votos a la hora de las votaciones, entonces cómo quedan fuera y no logran tener votos para elegir a esas autoridades, entonces dicen: “es pacto”; si ellos estuvieran dentro, porque tuvieron votos, porque tuvieron representación popular, entonces no dirían pacto.
¿Entonces el pacto no se ha terminado, es decir, sigue el control de la Corte Suprema de Justicia, del Consejo Supremo Electoral por parte de estas bancadas partidarias?
Ese no es ningún pacto. La Constitución dice que la Asamblea Nacional es la que elige a estas autoridades, es la Constitución la que deja establecido que no es el Presidente el que decide quiénes deben ser los magistrados…
Comandante, pero lo que le preocupa…
… sino que la constitución dice que deben ser los diputados, y los diputados son electos en una votación donde votan los ciudadanos.
¿Pero por qué entonces no se hace una reforma profunda del Consejo Supremo Electoral o de la Corte Suprema de Justicia? Lo que mucha gente dice es que en Nicaragua, para asegurar justicia, para asegurar que se imparta justicia, las personas, las empresas, los individuos tienen que buscar, “tantear las aguas”, tienen que venir a su oficina a hablar con sus allegados para saber si va a haber o no una sentencia en la Corte Suprema de Justicia porque hay un control partidario de su partido, o del PLC por el otro lado.
Aquí lo que hay es una campaña sistemática para tratar de vender esta imagen.
El problema es que los partidos controlan la Corte, Comandante, y con bancadas. Yo conozco personas que me han dicho a mí, que han venido a hablar con usted para consultarles si se va a producir, o no, un fallo en la Corte Suprema de Justicia, personas que lo respetan a usted, que lo conocen, pero dicen: “yo quiero tantear las aguas con el comandante Ortega para ver si hay fallo, o no”.
Yo lo que les digo sencillamente, esa es una decisión del Poder Judicial, porque el Poder Judicial es independiente. Puede estar lleno de liberales, puede estar lleno de sandinistas, y se supone que debe ser independiente el Poder Judicial.
Ahora, ¿qué Poder Judicial sería más confiable? ¿Un Poder Judicial que lo nombre el Presidente, una persona, o un Poder Judicial que te lo nombre la Asamblea Nacional?
Probablemente un Poder Judicial que no esté controlado por los partidos, Comandante.
Pero cómo, cómo va a ser, entonces desaparece los partidos, yo estaría de acuerdo con vos que desaparezcan los partidos.
¿Por qué no pueden nombrar a personas que no sean, que no estén controladas por los partidos?
Sí, pero entonces, ¿qué mecanismo? ¿Qué mecanismo? Yo te propongo un mecanismo….
Hay consultas, que se abran consultas a los gremios, que se abran consultas a los ciudadanos, pero que no se conformen bancadas en la Corte.
Todos los gremios, todos los ciudadanos, son seres pensantes, y piensan políticamente, piensan en términos ideológicos, aun cuando no militen en partidos políticos, entonces no existe pues esa apoliticidad. Luego, no se trata de que se formen bancadas, yo estoy en contra que se formen bancadas. Sencillamente, aquí lo que tenemos en Nicaragua, de acuerdo con la Constitución, es lo que tenemos que respetar, si eso no está funcionando bien, no nos parece bueno, el Frente tiene una propuesta, porque a mí no me parece bueno, yo no estoy satisfecho con esta democracia, siempre lo he dicho, pero yo lo que hago es, sencillamente, es luchar en el marco constitucional que está establecido en estos momentos en Nicaragua.
Yo he escuchado a representantes del PLC que dicen que no están de acuerdo con mantener las reformas congeladas hasta el 2007, porque dicen que las reformas se hicieron para quitarle poder al Presidente Bolaños, y que ya para el 2007, pues, ya no se necesitan las reformas, y por eso dicen ellos que quieren una nueva reforma para anular las reformas.
Eso es…, ese planteamiento de que las reformas se hicieron para quitarle poder al Presidente Bolaños es absurdo. Este es un tema que yo lo conversé con el Presidente Bolaños allá por los años 2002 -2003, y donde le decía que era conveniente, que era saludable para el país, que en Nicaragua quebráramos el esquema presidencialista y buscáramos cómo democratizar el poder, que esto iba a ser bueno para todos nosotros, es decir para todos los nicaragüenses, no se trataba simplemente de trasladarle todo el poder al Parlamento, sino que abrir espacios de participación también ciudadana, con fuerza de decisión, no solamente para ser consultados, sino también con capacidad de tener la fuerza de iniciativas de ley desde la Asamblea Nacional, por ejemplo.
¿Por qué no le agrega a la boleta de presidente otra pregunta sobre las reformas constitucionales?
Pero si es que a mí no me satisfacen estas reformas constitucionales, yo quiero ir más allá de estas reformas constitucionales. A mí no me satisface que el poder quede en el parlamento, yo quiero que el poder quede en el pueblo y se establezcan asambleas de poder ciudadano en cada departamento, y que tengan el poder real que luego se refleje, en donde el parlamento nacional no sea más que el ejecutivo de esas asambleas de poder ciudadano, que sean los ciudadanos los que decidan si les parece bueno o no este planteamiento con su voto. Nosotros queríamos llegar a la presidencia para acabar con el presidencialismo, para provocar un cambio verdaderamente democrático en este país.
¿Usted quiere ser presidente para tener menos poderes como presidente?
Así es, así es. Mas, más…, no se trata de tener menos, para poder tener el poder de promover la disolución del poder presidencial y abrir espacios de participación ciudadana alrededor del parlamento, de que el parlamento no se convierta en el sustituto del presidente, sino que el parlamento se vea compartiendo ese poder con esos espacios de participación ciudadana.