17 de noviembre 2015
Danilo Aguirre Solís, era para quienes lo conocieron y trabajaron con él, un libro abierto. Uno en el que cabía y se enseñaba, sin discordia, infinidad de temas. Con la misma garra que podía discutir sobre béisbol o política, lo hacía de cine o música. Esa integralidad y la búsqueda incesante de la misma, fue una de las características que el periodista Edgar Tijerino recordó sobre él.
“Aprendí a aprender observando a Danilo (…) era capaz de llamarme y decirme ‘¿y qué pasó con la acción del sexto inning? La obviaste y era un momento importante´”, relató el cronista deportivo. Tijerino describió a Aguirre como “un hombre moridor”, el “periodista más integral” y “un personaje único”.
Tijerino fue uno de los invitados a la edición de este lunes del programa Esta Noche, en el que se retrató al “doctor” Aguirre -como se le conocía- a través de algunos reporteros y editores que durante años compartieron con él en las salas de redacción del Diario La Prensa y de El Nuevo Diario.
“Era un gran camarada”, aseguró Filadelfo Alemán, quien fue su colega en La Prensa. Su política de puertas abiertas con los jóvenes reporteros y su deseo de alimentarles la confianza y la vena creativa, fue otro de los rasgos del ex director de El Nuevo Diario que resaltaron el periodista Luis Galeano y el director del Observatorio de Medios de Comunicación, CINCO, Guillermo Rothschuh.
Según Rothschuh, Aguirre, era también un asiduo asistente a las tertulias desde donde se conectaba con temas que luego serían una corriente de opinión pública.
La astucia que tenía para colar temas espinosos en medio de las prohibiciones establecidas por Anastasio Somoza Debayle, era otra de sus habilidades, destacaron sus colegas.
Aguirre también era un hombre cercano a las causas sociales, capaz de clavarse en el contexto nacional y recogerlo con ingenio en un titular de una línea.
“Él decía que los títulos tienen que ser de impacto, tienen que tener historia, cultura, ser cercanos a la gente”, subrayó Galeano.
Para eso le valió su vivencia como voceador de periódico. Estaba convencido que el titular debía atraer desde lejos. Engancharte. Así logró construir, relataron periodistas y editores, un periódico combativo, visionario e impredecible.
“Cuando Danilo estaba fuera del país por largos períodos tenían que guardarle religiosamente los periódicos y venía a leerlos (…) y a sacar notas, lo que nunca perdió de vista Danilo fue el contexto nacional. Se iba pero lo que él quería era insertarse en la realidad de este país para continuar incidiendo”, recalcó Rothschuh.
Enseñaba a través de su experiencia
Era además un hombre que enseñaba a través de su experiencia, afirmó Francisco Chamorro, quien por muchos años le acompañó en la conducción de El Nuevo Diario.
Según Chamorro, muchas de las contribuciones de Aguirre al periodismo nacional serán material de estudio para próximas generaciones. Es por ello que Galeano concluye que la muerte de "el doctor" “significa más bien la inmortalidad de sus pensamientos”.