11 de octubre 2015
Una periodista y una productora de televisión, ambas nicaraguenses, ganaron este año los premios más prestigiosos de la televisión estadounidense, en la categoría de noticias y documentales. La Academia Nacional de Ciencias y Artes Televisivas (NATAS por sus siglas en inglés) reconoció a la prestigiosa cadena CBS, que ganó con el reportaje "Perilous Journey” (Viaje peligroso), en la categoría de cobertura de noticias para una revista televisiva. En el equipo de realizadores se encuentra la productora nicaragüense, Ana Clemencia Padilla Real.
Por su parte, la reportera Tifani Roberts de la cadena latina Univisión fue premiada, junto al equipo de “Aquí y Ahora”, por el reportaje “La Masacre de Iguala” en la categoría de cobertura de noticias de actualidad en español. El trabajo de ambas es celebrado por su calidad y profesionalismo, en el galardón más grande e importante de la producción televisiva en Estados Unidos.
Los Emmy abarcan toda la gama de trabajo audiovisual que se realiza en la televisión. Desde las series de ficción más reconocidas, sus actores y directores, hasta los reportajes investigativos más importantes e influyentes en la esfera social y política del país. Cada año las empresas televisivas nominan sus propios trabajos, que luego son filtrados por un equipo de expertos según la categoría. Son además uno de los certámenes más antiguos después de los Oscar. Se realizan desde enero de 1949, cuando la Academia de Televisión decidió organizar su propia entrega de premios. Hasta 1979 se integraron los productos periodísticos y documentales en las categorías de premiación.
El corazón de una historia
Ana Clemencia Padilla Real nunca imaginó entrar al mundo del periodismo. En los años 80, como recién graduada de administración hotelera su visión apuntaba a trabajar en servicios y turismo. Regresó a Nicaragua, después de estudiar la carrera en Estados Unidos, y encontró trabajo en el Hotel Intercontinental, el más grande y prestigioso de la época. No obstante, la situación de guerra y la llegada de decenas de periodistas y agencias internacionales, que se instalaban en el hotel, la vinculó, sin vuelta atrás, al llamado por contar historias.
“Los apoyaba con logísticas y contactos. De repente me vi involucrada más con periodismo que con hotelería y empecé como ‘freelance en producción”, relató Ana, en entrevista con Confidencial.
De ese distanciamiento con el mundo de la hotelería también vino el amor. Ana se casó con el periodista Miguel Real y juntó a él recorrió varios países de Latinoamérica cubriendo historias y reportando casos importantes para agencias internacionales. Durante los años 90, la familia se asentó en Perú, pero luego fueron expulsados por el régimen de Alberto Fujimori, por el trabajo investigativo de su esposo.
Después de la salida abrupta en Perú, Ana, junto a su pareja e hijos, se mudó a Estados Unidos desde donde ha trabajado, primero para la National Broadcasting Company (NBC) y luego para Columbia Broadcasting System (CBS) en donde labora desde hace 15 años como productora de noticias internacionales.
“La producción es el corazón de la historia. Tenés que investigar, buscar las fuentes. Es un mundo muy variado por que también tenés que ver donde vas a dormir, en que carro vas a ir, comprar los seguros, el presupuesto y estar atenta a todos los detalles”, expresó Ana.
La adopción internacional: Un tema espinoso
El reportaje “Viaje peligroso” que fue premiado en esta edición de los premios Emmy, constituyó un formidable reto para el equipo de la CBS. Una hora para el programa “48 hours”(48 horas) tomó 2 años y medio en construirse, y fue filmado en 4 países, incluyendo Estados Unidos. Más de 15 personas trabajaron en la historia que sigue la trama de la controvertida adopción internacional, en la cual familias estadounidense adoptan, a través de agencias, a niños de países pobres como Guatemala, Etiopía y la República Democrática del Congo.
La polémica está en que las agencias operaban hasta hace un año sin mucho control. Los niños adoptados eran presentados como huérfanos, pero según la investigación, algunos de ellos fueron secuestrados por facilitadores de las agencias estadounidenses y arrebatados de los brazos de sus madres que vivían en condiciones de pobreza. La investigación de la CBS, presentó historias que transitan en una delgada línea entre el el acto noble de adoptar y el tráfico internacional de menores.
“Tuvimos que tener mucha asesoría legal. Todo lo que dijimos está documentado por que mencionamos a gente por su nombre, nombramos a los niños y a sus familias y debíamos tratarlo con mucha responsabilidad. Nos sentimos muy contentos por el premio”, planteó la produtora Ana Padilla Real.
De la UNI al periodismo internacional
En el año 1985, Tifani Roberts era una estudiante de ingeniería en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), que trabajaba medio tiempo traduciendo al inglés noticias para una agencia. Con el pasar de los años, sus funciones crecieron y pasó a producir reportajes para la agencia británica de televisión Visnews y después para la cadena estadounidense NBC. “Me volví periodista empírica y dejé el mundo de los números y las matemáticas”, dijo Tifani.
Al final de los años 80, la joven realizó coberturas en Nicaragua, Panamá y otros países de la zona, y se adentró en el mundo del periodismo internacional. Para consolidar su experiencia, en 1990 con el fin de la guerra, se trasladó a Filadelfia, Estados Unidos para estudiar producción de radio, televisión y cine en la Universidad de Temple.
Con una formación solida y ganas de contar historias, la periodista se fue a Miami a trabajar para un canal local. Aunque reportar sucesos locales no era su vocación, durante esos años aprendió mucho sobre los medios de comunicación en Estados Unidos. En 1996, volvió a Nicaragua siguiendo la pista de las noticias internacionales que tanto añoraba. Pasó 10 años realizando, junto a su esposo John que es camarógrafo, reportajes para cadenas internacionales como CNN en Español, CNN International y Univisión de Estados Unidos.
En 2006 Tifani fue co-presentadora, con Carlos Fernando Chamorro, de la primera temporada del programa Esta Noche. Después, se mudó a Miami nuevamente, para trabajar como corresponsal de la revista noticiosa Aquí y Ahora, de Univisión, con la que ha conseguido varios premios de periodismo y dos premios Emmy.
La cultura del silencio en México
El reportaje “La Masacre de Iguala”, es el segundo premio Emmy de ‘Aquí y Ahora’ en el que ha participado Tifani. El primero le fue concedido por el reportaje “La fuga del Chapo”, sobre como el narco mexicano Joaquín, “El Chapo” Guzmán se había escapado de una cárcel de máxima seguridad en México. Sin embargo, el caso de los 43 estudiantes desaparecidos fue muy diferente, por la trascendencia y el sentido humano.
Desde que se dio la noticia, el equipo de periodistas se trasladó a México y cinco reporteros armaron el rompecabezas, entrevistando a todas las partes y recorriendo todos los escenarios. A Tifani le tocó una de las tareas más desafiantes: adentrarse en el basurero de Cocula, una localidad cerca de Iguala, en donde según la versión oficial del gobierno mexicano fueron quemados los 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa.
El riesgo era grande, sobre todo por las circunstancias de impunidad y la presencia del crimen organizado en la zona. “Bajar a ese basurero es muy peligroso, el olor es terrible y no hay señal. Teníamos que entrar, grabar y salir”, comentó la periodista.
Las familias de los desaparecidos cuestionan la veracidad de la afirmación del gobierno, sobre si fueron o no quemados los jóvenes en ese vertedero. Buscar las pruebas en el basurero y grabarlas eran el principal objetivo pero también lograr encontrar a vecinos que tuvieran información. Pero no fue fácil encontrar voluntarios.
“En México hay una cultura del silencio. La gente no habla ni entre ellos por que tienen miedo a perder la vida. Para poder hablar con ellos, tuve que hablar de otras cosas y luego hacerles las preguntas difíciles”, relató la reportera.
Para ella, la trascendencia de la noticia reside en la historia humana que estaba en juego y, a pesar de los peligros, Tifani reafirma que vale la pena contar las historias más complicadas. “Son las historias que nadie está contando y tienen un valor enorme. Son 43 vidas. Por eso es importante también que se haya premiado el trabajo”, dijo la periodista.