7 de octubre 2015
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La participación política de las mujeres en Nicaragua es cuantitativa pero no cualitativa y en ese contexto, las que están en espacios políticos y gubernamentales, no tienen ningún poder de decisión. Así lo refleja el estudio “Sin República y sin ciudadanía. Participación política de las mujeres en Nicaragua en el contexto jurídico y político del 2014”, del Centro de Derechos Constitucionales que abarca 11 municipios del país y 4 distritos de Managua.
“No bastan los números y las cuotas, la realidad dice lo contrario”, dijo la periodista e investigadora Sofía Montenegro, coordinadora del estudio.
El Foro económico mundial (WEF por sus siglas en inglés) colocó a Nicaragua como el país de America Latina donde hay más equidad de género, posición que ocupa desde hace 3 años. Asimismo, la Unión Interparlamentaria (IPU por su siglas en inglés) indicó que Nicaragua ocupa el puesto número uno mundialmente con mujeres a cargo de los ministerios y el puesto número 11 con mujeres en el parlamento.
Sin embargo, el estudio que se presenta este viernes, plantea que el contraste entre las leyes y las cifras presentadas como logros del gobierno actual, y lo que sucede en la realidad es contradictorio. “Son normas fantasmas, hay un lógica paralela en la que las mujeres no tienen voz”, dice la abogada Azahalea Solís, también autora del estudio en entrevista con el programa Esta Noche.
En los hallazgos, que se registraron a partir de entrevistas y grupos focales, las mujeres relatan que los espacios políticos y gubernamentales siguen topados por una cultura machista imperante. Para las investigadoras, el caso de la alcaldía de Managua, en el que si bien hay una mujer como alcaldesa oficialmente (Daisy Torres) pero quien ejerce realmente el poder en la comuna es un hombre (Fidel Moreno) es la norma y no la excepción dentro del modelo de gobierno, tanto a nivel municipal como central.
“La presencia numérica de mujeres de mujeres en régimen patriarcal y autoritario, no lo modifica ni lo hace democrático”, dice Montenegro. En este sentido, el modelo 50-50, reivindicado por la primera dama y jefa de comunicaciones del gobierno, Rosario Murillo, no es suficiente para resquebrajar un sistema de poder vertical que se está practicando.
En el caso de los liderazgos en cargos públicos municipales, los hombres ocupan cargos en 70 % de las alcaldías. Mientras que en los cargos de concejal hay una proporción de 70-30, con mayoría de mujeres. Sin embargo, las mujeres se quejan que en los cabildos municipales, el control lo ejercen los hombres.
”La democracia participativa está anulada por otras formas de relación Estado-sociedad. No está en las instituciones el poder de decisión ni gestión de las políticas públicas sin no que hay una estructura paralela que no está soportada por la ley. Eso queda planteado en el estudio”, indicó la jurista Solís.
Ambas autoras coinciden que mientras no exista un Estado de Derecho, que garantice derechos ciudadanos, las cuotas de 50-50 no son necesariamente un reflejo de un verdadero modelo de participación de las mujeres, y que es preocupante la calidad y representación que estas tengan en los distintos espacios. “Lo que encontramos es que no tienen ningún poder de decisión ni opinión, independientemente de las cifras”, dice en estudio.
Dentro del campo de la participación política partidaria y movimientos sociales, las investigadoras hacen un llamado a los partidos u otras organizaciones para cambiar su modelo y que aboguen por una participación real de las mujeres, basada en la inclusión y la distribución igualitaria del poder y toma de decisiones.
“Si los partidos políticos se quiere reinventar y democratizar tienen que cambiar su lógica machista si quieren atraer a mujeres que participen. Evidentemente hay un rechazo de las mujeres a las practicas abusivas de esa mayoría de hombres que controlan los partidos”, expresó Montenegro.
La muestra recoge un amplio espectro de entrevistas y opiniones de mujeres con diferentes visiones políticas, incluyendo mujeres dentro de la estructura partidaria del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). “Si algún sesgo tiene la investigación es que solo están las mujeres que decidieron hablar y decir lo que pensaban. Otras dijeron: es que si me ven que hablo con ustedes me pueden sancionar”, manifestó Solís.
La presentación de estudio se realizará este viernes 10 de octubre en el hotel Barceló Managua a las 9 de la mañana.
