18 de septiembre 2015
Santiago de Chile.- La naturaleza ha puesto de nuevo a prueba el temple de los chilenos, con un terremoto de magnitud 8,4 que contabiliza hasta ahora doce muertos, nueve heridos, centenares de damnificados y de viviendas destruidas, según datos oficiales. El Gobierno ha movilizado con rapidez sus recursos y la presidenta Michelle Bachelet ya recorría temprano este jueves la zona más afectada, a unos 450 kilómetros al norte de Santiago, en la región de Coquimbo, verificando los daños e instruyendo medidas paliativas.
El ministro del Interior, Jorge Burgos, señaló que además hay cinco desaparecidos. Informó de las cifras tras una reunión del Comité Operativo de Emergencia (COE) en la que indicó que la última víctima es un hombre aún no identificado que murió en la Región de Coquimbo, la zona más afectada por el movimiento telúrico y situada a 300 kilómetros al norte de Santiago. El número de damnificados asciende a 642 personas, en tanto que 62 viviendas han quedado totalmente destruidas y 194 han sufrido daños graves, explicó por su parte el director de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), Ricardo Toro. Actualmente, 49.243 hogares siguen sin servicio de electricidad y otros 9.070 sin suministro de agua potable.
Según los expertos, el sismo ocurrido a las 19.54 hora local del miércoles, frente a la localidad de Illapel, a unos 290 kilómetros de la capital, es el de mayor magnitud registrado en el mundo en lo que va de 2015 y el sexto en la historia de uno de los países más sísmicos del planeta.
Mientras tanto, la tierra ha seguido temblando y hasta las 16.00 hora local del jueves, las réplicas sobrepasaban las 110, incluidos varios temblores de magnitudes superiores a 6 y más de una decena mayores a magnitud 5. Según los expertos las réplicas continuarán por un año o más en la llamada zona de ruptura, de unos 200 kilómetros de extensión.
La reacción oficial ha sido considerada rápida y eficiente, sobre todo tras la orden de evacuar numerosas localidades costeras a lo largo de 4.000 kilómetros de litoral, que abarcó a cerca de un millón de personas. La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, decidió decretar estado de excepción constitucional de catástrofe en toda la región de Coquimbo tras recorrer la zona afectada y constatar las consecuencias del sismo y el tsunami que le siguió.
El mar avanzó tierra adentro
El mar avanzó tierra adentro en varios puntos de la costa, principalmente en la región de Coquimbo, donde las olas superaron en algunas localidades los cuatro metros de altura y causaron daños a lanchas e infraestructura de terminales pesqueros, y lanzaron embarcaciones de mediano tamaño a las calles del puerto de Coquimbo y la localidad de Tongoy, entre otras.
El Gobierno, según anunció la presidenta Michelle Bachelet, decidió suspender varias actividades oficiales programadas con motivo de celebrarse este fin de semana el 205 aniversario del estallido de la lucha por la independencia de Chile. "Vamos a suspender las actividades festivas. Sin embargo, vamos a participar en algunas actividades rituales y acordes a esta situación, veremos qué otras medidas vamos a tomar", dijo Bachelet en una rueda de prensa en La Moneda, tras encabezar una reunión del Comité de Emergencia.
La mandataria dijo que las celebraciones de Fiestas Patrias se realizarán de acuerdo a lo que decida cada intendente (gobernador), y manifestó que si las condiciones son favorables para ello, podrán llevarse a cabo con normalidad.
Bachelet viajó temprano a la zona más afectada y por ello no estará en la inauguración de las fondas, instalaciones provisionales de comida, canto y baile donde la población celebra las Fiestas Patrias y que según la tradición tienen que ser inauguradas por el presidente del país a ritmo de la cueca, el baile nacional de Chile.
Acompañada de varios ministros, la mandataria recorrió los sectores más afectados del puerto de Coquimbo y localidades cercanas, afectadas por el tsunami, donde cuadrillas de trabajadores se afanaban en la remoción de escombros, en las que dispuso diversas medidas para agilizar esa tarea y la reposición de los servicios básicos.
El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, afirmó que se harán los ajustes presupuestarios que sean menester para financiar la reconstrucción, mientras su colega de Minería, Aurora Williams, aseguró que la actividad minera, puntal de la economía chilena, opera de forma prácticamente normal. A diferencia de otras ocasiones, la infraestructura vial sólo sufrió daños leves, que no han impedido el desplazamiento vehicular por las zonas afectadas.