3 de septiembre 2015
Ankara.- Abdulá Kurdi, el padre del niño ahogado cuya imagen se ha convertido en símbolo de la tragedia de los refugiados sirios que intentan llegar a Europa, quiere llevar los cuerpos sin vida de sus hijos y su esposa a la ciudad siria de Kobani, informan los medios turcos. En esa ciudad de mayoría siria del norte de Siria, murieron 16 miembros de la familia que combatían al grupo yihadista Estado Islámico (EI), según el relato de Abdulá Kurdi al diario Sol.
Ahora su deseo es enterrar junto a ellos los cuerpos de sus hijos y de su esposa, que murieron a causa del naufragio de la barca en que viajaban intentando alcanzar una isla griega, por aguas del Egeo cercanas al balneario turco de Bodrum.
Kurdi contó que la familia había pagado una suma a traficantes para que organizaran la travesía a la isla de Kos. Pero "la guardia costera nos detuvo y después nos liberó. Esta vez nosotros mismos conseguimos el bote y empezamos a remar hacia Kos", agregó. "Después de alejarnos unos 500 metros de la costa, en el bote empezó a entrar agua y se nos mojaron los pies. A medida que aumentaba el agua, cundía el pánico. Algunos se pusieron de pie y el bote volcó. Yo sostenía a mi mujer de la mano", recordó. "Las manos de mis dos niños se escaparon de las mías, intentamos quedarnos en el bote, pero el aire disminuía. Todo el mundo gritaba en la oscuridad. Yo no lograba que mi esposa y mis hijos oyeran mi voz", añadió.
Relató cómo, fijando la mirada en las luces, consiguió nadar hasta la costa. "Cuando alcancé la costa comencé a buscar a mi esposa y a los niños. Pensé que se habían asustado y escaparon. Llegué a Bodrum y no pude encontrarlos en nuestro punto de encuentro. Luego fui al hospital y me enteré de las tristes noticias", explicó.
Los cuerpos de sus tres seres queridos están ahora en el Instituto Forense de la provincia turca de Mugla y Kurdi quiere sacarlos de allí y llevarlos de vuelta a Kobani.
La imagen de Aylan Kurdi, de tres años, ahogado en la playa turca de Bodrum fue publicada hoy en primera página por casi todos los diarios turcos y ha estremecido al mundo. En la tragedia murió también su hermano mayor, Galip, de 5 años, que aparece en otra foto en la que un gendarme turco lo lleva en brazos delicadamente, saliendo del agua del mar, para ser transportado a la morgue de un hospital.
También pereció la madre de ambos, Rehan, y el único miembro de la familia que se salvó fue el padre, Abdulá.
La autora de la foto, la periodista Nilufer Demir, confesó al diario Hürriyet que se le había helado la sangre cuando vio el cuerpo del pequeño con su camiseta roja. "No podía hacer nada por él. Lo único que podía hacer es que su grito fuera oído en el mundo, y lo hice con su fotografía", dijo Demir. Relató que vio al hermano de Aylan a cien metros de distancia y se percató de que ninguno de los dos llevaba un salvavidas.
Rechazo canadiense
Teema Kurdi, la tía de los niños que trabaja como peluquera en Canadá, dijo que la familia de refugiados de la guerra en Siria quería llegar a ese país, pero no pudieron obtener el visado cuando lo solicitaron en Turquía.
Aylan fue rechazado como refugiado, junto con su familia, por Canadá, dijeron hoy medios de comunicación locales. La familia Kurdi había intentado viajar a Canadá como refugiados, pero su solicitud fue denegada por el Gobierno canadiense del primer ministro Stephen Harper, según dijeron familiares de los fallecidos que residen en el país norteamericano.
Fin Donnelly, un diputado del socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD) de Canadá, dijo a medios canadienses que en marzo de este año personalmente entregó al ministro de Inmigración de Canadá, el conservador Chris Alexander, una carta de la familia para patrocinar el refugio de los Kurdi. Pero, según Donnelly, Alexander nunca respondió a la solicitud de Fátima Kurdi, hermana de Abdulá Kurdi, que reside en la provincia canadiense de Columbia Británica. En junio de este año, la solicitud de refugio de los Kurdi fue rechazada, informó hoy el periódico "The National Post".
Hoy, Alexander, que se encuentra en plena campaña de cara a su reelección como diputado en las elecciones generales del 19 de octubre, suspendió una rueda de prensa que tenía programada y anunció que regresaría a Ottawa para concentrarse en su labor como ministro.
Un día antes de conocerse la trágica muerte de la familia Kurdi, Alexander defendió ante las cámaras de televisión la política del Gobierno conservador de Harper hacia los refugiados sirios y criticó a los medios de comunicación por no ocuparse de la crisis humanitaria.
Alexander afirmó que Canadá ha aceptado hasta el momento "aproximadamente 2.500" refugiados sirios de los 4 millones de personas que han abandonado el país desde el inicio de la crisis en 2011, aunque organizaciones de refugiados consideran que la cifra está inflada.
El Gobierno canadiense ha sido duramente criticado por organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, e incluso la ONU, por su respuesta a la crisis de refugiados sirios.