29 de julio 2015
Su foto de perfil en Facebook lo delata. Usa anteojos de marcos gruesos, una chaqueta de mezclilla sin mangas sobre una camiseta que lleva pintada la bandera de Estados Unidos. En el fondo se observa un paisaje natural de colores alterados por el filtro que usó en la fotografía. Podría decirse que Donald Flores cumple con los requisitos de la cultura hípster, pero se ríe de quienes lo estereotipan de esa manera.
Donald estudió Diseño y Comunicación Visual en la Universidad Americana (UAM). Afirma que su vestimenta y sus gustos musicales no lo definen como hípster. “Es feo que solo por tus gustos y tu apariencia te traten de encasillar en un molde”, dice.
La paradoja del “hipsterismo”
Grandes medios de comunicación y blogs han debatido el alcance de la subcultura hípster en la sociedad actual. ¿Pero quiénes son ellos y qué significa serlo en Nicaragua?
Hicimos un sondeo con jóvenes de la Universidad Centroamericana (UCA) para descubrir qué piensan los chavalos de esta subcultura y las respuestas se relacionaron con el estereotipo de barba, ropa estilo “vintage”, camisas de cuello alto y entretenimiento alternativo.
Los hípster son una subcultura que, a su vez, es parte de la cultura urbana en general. Se definen como una contraposición de la cultura principal o mainstream. Nació en Estados Unidos, en los barrios de clase media alta de la sociedad blanca americana. De acuerdo con el periodista Dan Fletcher, autor del artículo Hipsters, alrededor de los años treinta los jóvenes optaron por la música jazz y la vestimenta de los marginados afroamericanos. Desde entonces, los hípsters optan por un estilo poco común y han sido blanco de críticas que los califican como el fin de la cultura actual.
El sociólogo Dennis Navas, profesor de la UCA, afirma que en esta subcultura existe una paradoja, “de una u otra manera establecés otro status quo, y lo que decías que era alternativo te lleva a establecer un patrón cultural específico”, expresa.
Navas también explica que este fenómeno cultural responde al nivel de globalización que alcanzaron las áreas urbanas, donde el poder adquisitivo define si una parte de la población puede adoptar una tendencia -generalmente los hípsters son jóvenes que pertenecen a una clase media alta.
En el siglo XXI, a los hípsters se les considera la contracultura más popular. Su estilo se ha popularizado tanto, que se ha convertido en una tendencia adoptada por gran parta de la juventud en distintos países del mudo. Al haberse masificado, deja de ser independiente. Por eso algunos consideran que esta tendencia es una contradicción.
Cómo identificar a un hípster
No es hípster afirmar que sos hípster. Muchos de los jóvenes que son llamados como tales niegan pertenecer a esta cultura. En el caso de Donald Flores, la música que escucha y sus hábitos no encajan del todo con este concepto, pues afirma escuchar música considerada parte de lo mainstream.
Cada vez es más común encontrar jóvenes que usan este estilo, y que son estereotipados por compartir los mismos elementos. Se dice que un hípster se caracteriza por:
- El gusto por lo antiguo: visten ropa estilo “vintage” y adquieren cámaras fotográficas viejas.
- Preferencia por lo alternativo: como el cine y la música independiente. Su rebeldía rechaza el arte producido en masas.
- En cuanto a libros y revistas, prefieren leer obras de artistas desconocidos o revistas internacionales poco comunes en su entorno social.
- El cuido del medioambiente es importante para ellos. Antes de conducir un vehículo particular, prefieren andar en bicicleta o caminar. Esto les permite reencontrarse con ellos mismos y con la naturaleza.
- Paradójicamente, están pendientes de sus redes sociales –tienen una cuenta en la mayoría-, a través de IPads, IPhones, Macs, en fin lo último en tecnología que comercialice Apple –marca por la cual tienen preferencia.
- Prefieren la cerveza y el café artesanal. Según el sociólogo Navas, la preferencia por lo nacional responde a esa rebeldía hacia las culturas comerciales.
- Los jeans ajustados y las camisas de cuello alto forman parte de su guardarropa, así como las botas y los zapatos deportivos. Asimismo, le imprimen a su atuendo un sello descuidado.
- Uno de los elementos más distintivos de este estilo son las gafas gruesas. Incluso quienes no necesitan usar anteojos, optan por comprar gafas sin graduación para completar su atuendo
- Usan tirantes y pajaritas
- Los hombres se dejan crecer la barba hasta tenerla muy tupida. Por su parte las mujeres prefieren andar el pelo largo y abundante
- Prefieren el arte, la naturaleza y apoyan la igualdad. Las carreras que escogen están relacionadas con la comunicación, el diseño, la música o la pintura. Del mismo modo, la mayoría se suma a campañas activistas para la protección del medio ambiente y los derechos humanos.
Donald Flores asegura que algunos se consideran parte de esta subcultura, pero no reflejan todas sus características. “Uno toma diferentes tendencias, de diferentes lugares y se forma su personalidad, y su identidad”, concluye