6 de diciembre 2019
El homenaje del hijo de “Chabelo” o José Isaías Ugarte López, de recibir su diploma de sexto grado portando la foto de su padre y la bandera de Nicaragua invertida, fue un homenaje, una forma de expresar su “dolor” por la muerte de su padre y una manera de “pedir auxilio” por todo lo que sucede en el país, afirma Jerónima Oporta, madre del menor de doce años y viuda del hombre a quien todos en Masaya conocían por el sobrenombre de “Chabelo”.
“Yo creo que él lo hizo al sentir el dolor de la partida de su padre. Al ver lo que hicieron con su padre. Fue su forma de expresarse, de pedir auxilio con la bandera invertida”, expresó Oporta a CONFIDENCIAL, quien confesó que hasta la fecha no ha hablado con su hijo sobre la muerte de su padre y tampoco le ha preguntado realmente qué fue lo que motivó su homenaje.
La madre del niño quedó impresionada cuando vio a su hijo con la bandera de Nicaragua invertida. Ella sabía que el muchacho llevaba la fotografía de su padre, sin embargo, no supo en qué momento la bandera apareció en las manos del menor de edad.
La seguridad con la que caminó el niño hacia la tarima quedó documentada en videos grabados con celulares. Todos en la promoción aplaudieron el gesto del niño que no se inmutó en ningún momento. Que se quedó de pie, inmóvil, por más de 20 segundos, sosteniendo su bandera, mirando a las cámaras, realizando un homenaje a su padre, José Isaías Ugarte, alias “Chabelo”.
¿Quién era Chabelo?
Ugarte fue una de las cinco víctimas mortales que dejaron dos operativos policiales realizados en Masaya, el pasado fin de semana. Tres civiles y dos agentes —los suboficiales Luis Alexander Mendieta Alemán y Carlos Alberto Suce Ortiz— murieron como resultado de dos enfrentamientos armados, en dos escenarios distintos.
Oporta explicó que su esposo era militante sandinista, votaba siempre por el FSLN e iba a todas las actividades del partido en Masaya. Sin embargo, su postura cambió en abril de 2018, “cuando vio cómo (los policías) mataban a tantos jóvenes” que protestaban contra el régimen.
“Él (Ugarte) hizo el servicio militar (en los años de 1980) y sabía que los jóvenes estaban indefensos frente al armamento (bélico), que ocupaban los del Gobierno”, mencionó Oporta, quien añadió que su esposo se unió a las protestas cívicas.
Agregó que su esposo huyó de su vivienda en julio de 2018, cuando paramilitares y policías orteguistas desataron la criminal Operación Limpieza, para levantar los tranques en todo el territorio nacional. “Él se fue porque sabía que vendrían por él, y no nos quería exponer, aunque la Policía siempre vino a molestarnos”, refirió la viuda.
El día de la promoción
Oporta relató a CONFIDENCIAL que antes de la muerte de su esposo, ni ella ni sus hijos y demás familia se metían en asuntos de política. Aclaró que a pesar de Ugarte estaba inmiscuido en las protestas ciudadanos, ella se mantuvo al margen de todo lo que sucede en el país.
El día del entierro de Ugarte, su hijo estuvo llorando todo el tiempo. Él más que nadie sintió el dolor de la pérdida de su padre, acompañó el féretro hasta el cementerio y al regresar a su casa entró a su cuarto, se acostó y no tocó el tema. Oporta aseguró que no han hablado sobre el tema, ni ella le pregunta ni él le hace algún comentario.
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El jueves pasado salió junto a su hijo y sobrinos de su casa hacia el colegio. Durante todo el camino el niño no mencionó sobre el homenaje que pensaba hacer a su padre. “Me impresionó cuando sacó la bandera, no lo sabía, no sabía nada yo”, afirmó Oporta.
A la salida del colegio el niño todavía llevaba la bandera en sus manos, sin embargo, ante el asedio policial tuvo que guardarla. Desde el día de la muerte de Chabelo, la casa de Oporta es asediada por antimotines y paramilitares.
“Aquí pasan las camionetas, antimotines, las motos, anoche que vino un familiar a verme pasó un paramilitar. No saben disimular, te quedan viendo, no apartan la vista. Yo no salgo, yo vivo encerrada, mi casa es humilde”, finalizó Oporta.