5 de diciembre 2019
El Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) revalorizó las pensiones de más de 285 000 pensionados, aplicando el 3% del deslizamiento de la moneda vigente desde el primero de noviembre de forma retroactiva, y no el 4.83% en que se habían devaluado sus pensiones al 30 de noviembre, con lo cual esquilmó a los pensionados casi 400 millones de córdobas.
El experto en Seguridad Social Manuel Israel Ruiz cuestionó la ilegal aplicación de la ley de forma retroactiva, pero considera que cualquier iniciativa legal de los pensionados está condenada al fracaso.
“Será muy difícil que el INSS tome una decisión distinta, bajo la lógica que con el 3% deja de pagar cerca de 400 millones de córdobas, así que no creo que nuestros recursos encuentren respuesta positiva”, dijo el experto Ruiz, jubilado desde hace casi nueve años.
Tampoco cree que sirva de algo la opción de apelar directamente al Poder Judicial, pues “nos dirán que ellos no ven el fondo, sino lo jurídico, por lo tanto, no veo ninguna posibilidad de que ningún pensionado pueda recuperar lo que se le pagó de menos”, reiteró.
El jubilado Julio Ricardo Hernández dice saber que hay muchas personas que reciben una pensión del INSS que están molestos, pero “tienen mucho temor a reclamar”, y prefieren “aguantar en silencio por temor a ser víctimas de represión”.
Los más afectados –aquellos que menos dinero reciben del INSS- no parecen sentirse especialmente motivados a reclamar. Ya sea porque ni siquiera sabían que les estuvieran esquilmando plata, o simplemente porque prefieren dejar las cosas como están, acomodarse, y seguir adelante.
Vilma Díaz es una de las que no sabía. Usa la pensión de 2700 córdobas mensuales que comenzó a recibir hace seis años, para su manutención, más la de su hija mayor, y tres niños.
Esta semana, cuando se presentó a retirar su pensión, descubrió por inercia que le habían asignado veinte córdobas más al pago de diciembre, y otros tantos a su aguinaldo.
Recuerda que antes, cuando llegaba a traer sus cheques en diciembre, el personal del INSS siempre le mencionaba que le estaban dando un aumento, pero esta vez “no me dijeron nada de eso. Yo ni sabía que tuvieran que darnos un aumento en este mes”, enfatizó.
Sonia María Gutiérrez, también jubilada, relata que les dijeron que le reajustarían su pensión conforme a la devaluación del córdoba, pero ella no entendía qué significaba eso, hasta que supo que “nos van a dar el 3%, en vez del 5%”.
Admite que, más allá del monto, la disminución sufrida, por muy pequeña que sea, termina afectándolos.
“La cantidad que disminuya nos friega. Cien pesitos pueden ser, pero nos friega”, insistió recordando que “todos los años nos daban ese reajuste del 5% en el aguinaldo y en el pago”.
Ahora, en el cierre de 2019 “todo está más caro. Todo ha trepado”, así que recibir menos dinero “nos va a dañar un poquito”.
Al final, no fueron “cien pesitos”. Fueron 180 córdobas en el pago de diciembre, y la misma cantidad en el aguinaldo, de modo que esa familia recibió 360 córdobas menos.
Hernández explica que, “en cifras absolutas, lo pérdida de cada jubilado no es tan alta por cada mes, sin embargo, es un golpe para unos ingresos que muchas veces es muy bajo”, al punto que en muchos de casos no pasa de cinco mil o seis mil córdobas, y menos. Es un golpe aplicado al perro más flaco”.
Al analizar este elemento, Manuel Israel Ruiz recordó que además de la devaluación, las pensiones también se reducen por causa de la inflación, “de manera que si uno compara la pensión que se le otorgó originalmente, con relación a la que tiene ahorita, todos los pensionados, sea que reciban poco o mucho, están perdiendo entre 30% y 40% en este ajuste”, aseveró.
“Algunas personas perdieron 14, 20 o 30 dólares mensuales por 13 meses, y eso es mucho para alguien con una pensión de 6000 córdobas al mes”, concluyó.
Base legal para demandar reintegro
Más allá de que parezca ser una pérdida de tiempo, los 285 000 pensionados que recibieron menos dinero del que por ley debía entregárseles, cuentan con el respaldo del cuerpo legal vigente en el país.
Que las cortes subordinadas al régimen les hagan valer esos derechos, es otra historia.
“El ajuste se hizo en el pago de enero 2020 más el aguinaldo, pero el INSS está en debernos el ajuste que nos corresponde al pago del diciembre 2018 y diciembre 2019, y esperamos que en enero de 2020 nos entreguen dos cheques: el de enero, y el complemento a diciembre 2018 y 2019”, recalca Ruiz.
Como jubilado y como experto en el tema, detalla que “el aguinaldo viene ajustado con el 3%, pero esto es incorrecto, porque según el artículo 50 de la Ley 607, y el artículo 96 de su reglamento, el ajuste debería de ser el 4.83%”, insiste.
A su favor, alega dos razones, y es que, además de la jurídica, “a los pensionados en el curso de pago vigente, se le devaluó el córdoba con relación al dólar, en 5%, en el periodo que va de diciembre 2018 al 30 octubre 2019”.
Luego, detalla que el Banco Central de Nicaragua (BCN), reformó el deslizamiento, y lo hizo pasar del 5% en que estaba, al 3% que está vigente a partir de1 de noviembre 2019. Por lo que la devaluación a aplicar entre diciembre 2018 y octubre 2019, es de 4.58%, a lo que suma el 0.25% por el mes de noviembre, para sumar 4.83%.
En vez de eso, que les entregaran solo el 3% le parece “un gravísimo error y crea un mal precedente, porque al hacer estas cosas de manera discrecional, cualquier funcionario podría verse tentado a no aplicar la Ley”, advierte.
Para aquellos que decidan reclamar sus derechos, Ruiz recuerda que la Ley 290 establece tres tipos de recursos: el de revisión, el de apelación y un tercero que se puede presentar ante el consejo directivo del Instituto, cuando sus resoluciones afecten a los asegurados.
“Todos los pensionados tenemos el derecho de reclamar, sustentados en los artículos 61, 130 y 183 de la Constitución”, citó. Suma a ello que “el acuerdo del BCN indica que el deslizamiento se inicia a partir del 1 de noviembre”, así que no puede estar válido para el periodo previo, porque “las leyes no tienen efecto retroactivo”.
Atención médica incompleta
Los dos puntos porcentuales no son la única pérdida o carencia que acusan los pensionados del Seguro Social quienes, además de sus escuálidas y mermantes retribuciones, también deben padecer la falta de medicamento, o de atención médica especializada.
Los asegurados no reciben los medicamentos oportunos, ni las consultas que necesitan. No hay citas con los especialistas, y especialmente cuando se trata de personas jubiladas, puede decirse que esto es prácticamente un holocausto”, aseveró Joan Estrada, jubilada.
La también socióloga y abogada dijo que usó ese término “porque los ancianos necesitan chequear su salud mensualmente; hay personas con enfermedades terminales, con enfermedades crónicas, que son altamente sensibles y que sin medicamentos ni seguimiento sus pronósticos son prácticamente de muerte en muy poco tiempo, y eso es muy grave, porque estamos hablando de más de 200 000 jubilados”, detalló.
La también jubilada Gutiérrez señala que ahorita “no están dando cierta cantidad de medicamentos”, y los demás “no los dan, porque dicen que está fuera de la lista básica, a mí la que me dan son 30 unidades de ibesartán de 300, y 90 tabletas de difenhidramina, para tomarse tres al día, mientras que la loratadina, la alprazolam no se la están dando y tiene que comprarla.
Algo similar ocurre con la pensionada Díaz, que además de usar sus 2720 córdobas para pagar el agua y luz, y comprar lo que se pueda en comida también debe comprar su medicamento, “porque nunca hay en los centros del INSS. Los compro por mi cuenta, porque lo único que dan es acetaminofén y acetaminofén, así que tengo que comprar incitrol, omeprazol y aspirinas”, para sus dolencias.