1 de diciembre 2019
El dictador Daniel Ortega persiste en sus ataques injustificados contra los líderes de la Iglesia católica en Nicaragua. Esta vez, acusó a los jerarcas religiosos de tener “raíces somocistas”.
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Durante la clausura de un encuentro de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Copppal), el dictador repitió el cansino discurso oficial de que las protestas cívicas de 2018, fueron un intento de “golpe de Estado”. Hipótesis que ha sido desmantelada y desmentida por organismo nacionales e internacionales.
Sin embargo, Ortega porfía en su teoría “golpista” y le agregó que los sacerdotes participaron en la presunta conspiración por sus “raíces somocistas”, aunque aclaró que “hay excepciones, no vamos a decir que todos, pero sí tienen raíces somocistas. Es la realidad”.
Sin pruebas
Mencionó que por su “somocismo” los jerarcas “enfrentaron a las revoluciones en los años ochenta”, y en la actualidad “fueron bases de apoyo, convirtieron las iglesias en cuarteles en abril (de 2018)”. Desde julio de 2018, el dictador ha acusado a los obispos nicaragüenses de “golpistas”, pero no ha mostrado una sola prueba de esa afirmación.
Ortega recordó que, durante sus años de lucha revolucionaria, el Frente Sandinista jamás ocupó una iglesia porque sabían que los sacerdotes eran “somocistas” y los iban a “entregar”.
“¿Cómo podíamos creer nosotros en ellos?, yo creo en Cristo. No puedo creer”, apostilló.
“Lengua maquiavélica”
Horas después de la comparecencia de Ortega, el cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, reiteró que los sacerdotes “no pretendemos tomar el poder, no somos enemigos del Gobierno, ni de la Policía, ni del Ejército, ni de ninguna institución política, nosotros somos pastores”.
Dijo que los obispos “nunca nos consideramos golpistas”, pese a los reiterados ataques de líderes y fanáticos orteguistas. La primera dama y vicepresidenta, Rosario Murillo, se ha referido sobre los curas como “lobos repugnantes que destilan odio”.
Brenes subrayó que “tenemos armas que parece que no son fuertes y es el arma de la lengua, la lengua es verdaderamente maquiavélica y destruye cualquier cosa, tenemos que cambiar ese lenguaje”.
+++Mensaje de la Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Managua.+++
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— Arquidiócesismanagua (@arquimanagua) November 30, 2019
Las palabras del cardenal nicaragüense van en consonancia con un comunicado de la Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Managua —que dirige Brenes—, que señala que “el escandaloso uso excesivo institucional de la fuerza, la persecución selectiva, las torturas y las calumnias, la coacción sufrida por los funcionarios públicos, no contribuyen a la paz que hemos aprendido de Cristo, nuestro Maestro”.